miércoles, 9 de febrero de 2011

«ETA ha puesto unas condiciones sobre las que se tiene que edificar la salida»


ÁNGELES ESCRIVÁ / Bilbao/ El Mundo

Rufi Etxeberria, dirigente de Batasuna, definió la estrategia política de Sortu

Zapatero embustero

No habían pasado todavía 24 horas de la presentación de los estatutos de Sortu, la nueva formación de Batasuna, cuando Rufino Etxeberria, el ex dirigente de la formación ilegalizada que intervino en el Palacio Euskalduna, se consideró liberado del corsé de las apariencias. En su primera entrevista afirmó sobre el planteamiento político de la izquierda abertzale: «Nosotros entendemos que ETA ha puesto un suelo, unas condiciones sobre las que se puede y se tiene que edificar la salida definitiva a un conflicto que tiene una vertiente armada». Etxeberria justificó los atentados de ETA alegando la existencia de una actitud violenta por parte del Estado y llamó «violencia política» al terrorismo.

Se le preguntó en esa entrevista, concedida a la cadena Ser, si existe la posibilidad de que la izquierda abertzale realice un rechazo retroactivo de la violencia de ETA. Etxeberria respondió que ya han hecho un «análisis histórico sobre un conflicto político que ha estado atravesado por la violencia de ETA, pero también por más violencias» (en referencia a las detenciones y a las ilegalizaciones, entre otros asuntos). Añadió que su postura siempre ha sido la de resolverlo por el diálogo.

Al ser preguntado sobre si existe un arrepentimiento, dado que Batasuna siempre ha avalado los atentados realizados por la banda, explicó que ellos se quedan en la «autocrítica». Fue a continuación cuando hizo referencia a las «condiciones» de ETA. Lo hizo al ahondar en sus pretensiones políticas, del mismo modo que en la presentación de los estatutos recuperó la reivindicación del llamado Proceso Democrático (negociación para alcanzar la independencia) y la formación de un frente soberanista que lo impulse, objetivos ambos establecidos por la banda.

Etxeberria afirmó que no contempla «otro escenario que no sea el de disponer de una marca legal y estar en las elecciones». Insistió en que la apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas es irreversible y que está convencido de que «el ciclo de lucha armada ha acabado».

Eso ocurría apenas un par de horas antes de que los apoderados de Sortu realizasen su primera comparecencia, en medio de la expectación y el secretismo. Hasta 10 minutos después de la hora de la convocatoria no se abrieron las puertas de la sala donde los 10 compromisarios que hoy registrarán el partido esperaban sentados.

A un lado lucía una especie de sol naciente, el nuevo logotipo que en nada se parece a los anteriores utilizados por Batasuna para que no pueda ser utilizado por los tribunales. Ésa fue la guía que marcó toda su comparecencia. Con tal de no meter la pata, se negaron a conceder «el turno de ruegos y preguntas», como lo llamó el maestro de ceremonias, Iñaki Zabaleta Urquiola. Así que ellos no se vieron en el compromiso de explicar por qué no le piden a ETA su disolución, por qué no condenan los atentados del pasado ni algo tan básico como quiénes van a dirigir el nuevo partido.

Zapatero embustero

Pero, incluso sin preguntas, de su intervención se desprendió que no rechazan a ETA sino sus atentados, a los que aludieron con el uso de un eufemismo. Así, precisaron que rechazan la violencia, «un rechazo que abiertamente y sin ambages incluye a ETA ante cualquier conducta que vulnere principios y libertades de los ciudadanos».

Los apoderados, entre los que hay catedráticos y doctores de la Universidad del País Vasco, tampoco facilitaron su número de prensa, sabedores de que, en procesos de ilegalización anteriores, se utilizó como prueba que estos números coincidiesen con los de Batasuna. Antes de leer su comunicado, ya advirtieron de que habían «acordado» -si nos parecía bien- no responder preguntas. Como quiera que los periodistas aclaramos que no nos parecía bien e intentamos preguntar, una de las apoderadas, Sonia Respaldiza, saltó de inmediato para dar por concluida «la reunión» y con igual celo nos impidió acercarnos a Zabaleta.

Por lo demás, reprodujeron lo anunciado por Etxeberria el día anterior: «No somos continuidad de nada», «nadie va a fagocitarnos», «la nueva (pronunciado con énfasis) formación política ha sido escrupulosamente respetuosa con los requisitos legales establecidos»; y una promesa: que ellos, unos perfectos desconocidos, serán los «garantes» de que todos los miembros y estructuras de un partido realmente dirigido por veteranos de Batasuna, se ajustarán a las exigencias de la Ley de Partidos. Ninguno de los 10 apoderados tiene antecedente alguno, que se sepa, que pueda contaminarlos. Varios han mantenido contacto con presos de ETA, pero ni siquiera constan como avalistas de formaciones ilegalizadas.

Díez pide estudiar lo dicho por Biurrun

>La diputada de UPyD, Rosa Díez, remitió ayer un escrito a Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial, instándole a que el organismo estudie las declaraciones que la presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Garbiñe Biurrun, hizo el lunes tras el acto de presentación del nuevo partido de la izquierda 'abertzale'.

>Biurrun asistió al acto y afirmó al finalizar el mismo que los estatutos de la nueva formación son «impecables». En su escrito a Dívar, la líder de UPyD constata que estas declaraciones son «una opinión sobre un asunto que será objeto de jurisdicción».. FERNÁNDEZ / L. IGLESIAS
Vitoria / Bilbao

Patxi López convoca a los partidos legales

Urkullu se ofrece a facilitar el diálogo entre Zapatero, el 'lehendakari' y Batasuna

Zapatero embustero

El eco de la bomba que ETA colocó en la T-4 en 2006 sigue resonando dentro de los muros de la Lehendakaritza. «Prudencia» y «memoria histórica» fueron los términos con los que la portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, anunció ayer que Patxi López afrontará una ronda de consultas con todas las formaciones con representación parlamentaria en la Cámara vasca. El objetivo: «analizar» la presentación en sociedad de Sortu, la nueva marca de la izquierda abertzale.

En palabras de la portavoz, el Ejecutivo autonómico ha descartado reunirse con portavoces o dirigentes de Batasuna, ya que la nueva formación ni es legal ni tiene representación en el Parlamento vasco.

Tras el Consejo de Gobierno, Mendia armó un discurso que se sostuvo sobre dos pilares: esperanza y dudas. Tildó de «novedoso» y «positivo» el paso que Batasuna dio el pasado lunes al reflejar en los estatutos de Sortu el «rechazo» a la violencia etarra, e incluso instó a la izquierda radical a «trabajar» con los «partidos vascos» en la lucha contra ETA. No obstante, evidenció que los protagonistas que presentaron la nueva formación son «los mismos» que antaño lideraron «procesos» con otras marcas políticas «que terminaron como terminaron».

Más que palabras, en el Gobierno vasco demandaron «hechos» que terminen de disipar el «escepticismo». ¿Qué debería hacer Batasuna? A su juicio, «trabajar para que ETA desaparezca» con el mismo «esfuerzo» que está poniendo para poder regresar a la legalidad.

Mendia atribuyó además a los «demócratas» el viraje de la antigua Batasuna. «Estamos consiguiendo que ese mundo empiece a asumir las reglas de la democracia», dijo. Tanto, que «la banda terrorista parece estar más aislada que nunca, porque hasta los suyos reniegan de ella».

Y mientras el Gobierno vasco anunciaba la apertura de esa ronda de contactos, el PNV reclamaba liderazgo al lehendakari y le recomendaba no dejarse llevar por las líneas rojas que pueda fijar su aliado en Euskadi, el PP. El presidente del partido, Iñigo Urkullu, publicó ayer un artículo en su blog en el que mostró la disposición de los nacionalistas a ejercer de mediadores para el «diálogo» en esta etapa.

El PNV cuenta para ello con una posición privilegiada: se ha reunido en el último medio año al menos una vez al mes con la ilegalizada Batasuna, y mantiene una relación muy fluida con Zapatero, a quien ha otorgado estabilidad política en el Congreso a cambio, entre otras cosas, de su compromiso de aprovechar una «oportunidad para la paz» si ésta aparecía. Y, para el PNV, esa oportunidad arrancó el lunes.

El líder nacionalista extiende ahora a Patxi López ese ofrecimiento, que se concreta en «hablar» y en «caminar todos de la mano», también la izquierda abertzale, después de que Batasuna haya rechazado la violencia de ETA. Su meta es clara: que sea una formación «legal» y concurra «con su propia marca».

Urkullu, que confía en que el movimiento de los radicales obedezca a un cambio en «los principios», concluyó advirtiendo: «El futuro lo tenemos que construir entre todos, salvo que alguien quiera autoexcluirse».

JOAQUÍN MANSO / Madrid

Arrepentidos de las FARC declaran que ETA les enseñó a hacer bombas con móviles

Zapatero embustero

Dos miembros arrepentidos de las FARC declararon ayer por videoconferencia ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que los etarras José María Zaldua Korta y José Ignacio Olascoaga les enseñaron en Venezuela, antes del 11-M, a montar bombas que se activaban como las de la matanza de los trenes: empleando el teléfono móvil como temporizador.

Sigue en pág. 8

1 comentario:

  1. Estos siempre con sus mentiras, bla bla y bla. Y el amigo de zapatero cobijando a sus otros amigos, ya vemos que alguno va cantando, y además va corroborando ciertas cosa que ya se sabían.
    La verdad os hará libres.

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