MARÍA PERAL / Madrid / El Mundo
Es la primera vez que una asociación de jueces recurre la designación de altos cargos judiciales por apreciar que se ha debido a la «influencia partidista» más que a los méritos curriculares. El Supremo, que desde 2006 viene sometiendo al CGPJ a un estrecho marcaje en materia de nombramientos, ya ha admitido a trámite el recurso del FJI contra la promoción de De la Oliva y Gimeno.
El Foro ha explicado el motivo de
su iniciativa en un comunicado a la carrera judicial en el que afirma que el CGPJ «obedece al designio partidista que impera en el Parlamento, instrumentalizado a través de las asociaciones judiciales vinculadas a los partidos mayoritarios». A su parecer, esa «politización partidista» del órgano de gobierno del Poder Judicial se está transmitiendo a la designación de los más relevantes cargos judiciales. «Mientras exista ese régimen de nombramientos, el Gobierno y los partidos no dejarán de buscar asociaciones y miembros de la carrera judicial que respondan a sus intereses ni éstos renunciarán a acogerse a su protectorado, aun cuando unos y otros digan aborrecer tal sistema», señala.
El Foro Judicial Independiente ha decidido «comenzar a impugnar los nombramientos en los que sea detectable la influencia de los partidos». En particular, sostiene que en los nombramientos de De la Oliva y Gimeno ha sido «notable e indisimulada» la intervención mediata de los partidos «sirviéndose para ello de la colaboración de sus terminales asociativas en el Consejo».
El FJI sostiene que, tras el «veto» de PNV y PSOE a renovar a Fernando Ruiz Piñero como presidente del Tribunal del País Vasco, el PP y la APM transigieron «a cambio de designar al presidente del Tribunal de Valencia», que conoce de los procesos contra el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, Ello «fue aceptado por PSOE y JD [Jueces para la Democracia] a cambio de la presidencia del Tribunal de Cataluña». «No se trata de cuestionar personalmente la idoneidad de los nombrados o descartados, sino de denunciar la farsa institucional en que se ha convertido el órgano llamado a defender la independencia del Poder Judicial», afirma.
Nunca mejor dicho, farsa institucional, al servicio de los intereses partidistas de los políticos de turno.
ResponderEliminarLuego dirán que la justicia es igual para todos...