Batasuna escenificará un 'rechazo' a ETA que no incluye en sus estatutos

10:27 (06-02-2011) | La Gaceta

Los ‘posibilistas’ aprovechan la tregua de los ‘militares’ para intentar colarse en las urnas. El resto de nacionalistas acude al acto, organizado en Bilbao por Lokarri.

Alberto Lardiés. Madrid

Batasuna presenta mañana en Bilbao a bombo y platillo el partido con que intentará presentarse a las elecciones municipales y forales del 22 de mayo. El brazo político de ETA ha convocado un acto en el Palacio Euskalduna de Bilbao donde comparecerán el portavoz Rufino Etxeberría y el abogado Íñigo Iruin. El primero de ellos hablará del vago “rechazo a la violencia” y puede que incluso vaya más allá y por primera vez haga extensivo ese “rechazo” a la propia ETA, pero en ningún caso habrá referencias a la banda terrorista en los estatutos de la nueva formación, según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por LA GACETA.

Sólo dos días después de la escenificación del lunes, los dirigentes de la izquierda abertzale viajarán a Madrid para presentar los estatutos de la formación en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior. Precisamente el letrado Iruin se ha encargado de elaborar esos estatuos, que al parecer guardan similitudes con los del PSOE.

Al acto, organizado por la red ciudadana para el diálogo Lokarri, acuden también el resto de partidos nacionalistas, que quieren mostrar con su presencia el apoyo a la legalización de Batasuna. Habrá representantes del PNV, Aralar, EA, Alternatiba e IU.

El entramado terrorista que lidera ETA ansía como nunca el regreso a las instituciones. De ahí que los jefes militares hayan declarado un “alto el fuego permanente, general y verificable” con el que dar sustento a la presunta apuesta por “vías democráticas y pacíficas” de su brazo político.

Como viene informando este diario desde hace meses, los agentes de la lucha antiterrorista consideran que estos pasos son la escenificación de una nueva tregua-trampa. La principal novedad en este caso es la ficción, alimentada desde el Gobierno en su intención de dividir al entramado etarra, de que Batasuna y ETA son entes distintos y enfrentados en cuanto a la estrategia a seguir.

Las fuentes referidas insisten en que es cierto que existe una “tensión” entre ambos, pero se trata de diferencias estratégicas, no de fondo. Los objetivos son comunes. Y en los batasunos no hay un ápice de condena a la “lucha armada” de sus jefes. Simplemente, el sector posibilista que lideran Arnaldo Otegui, Rafael Díez Usabiaga y el citado Etxeberría ha llegado a la conclusión de que es más eficaz dedicarse sólo a la política.

Este sector, cuyos líderes jugaron un papel destacado en las conversaciones políticas del mal llamado proceso de paz, auspició el documento Zutik Euskal Herria, en el que se recoge esa apuesta por las “vías políticas, pacíficas y democráticas”.

Sin embargo, las fuentes consultadas apuntan a que la estrategia de ETA sigue siendo político-militar. Es decir, aunque haya cedido cierto protagonismo a los posibilistas, la banda asesina se reserva, como siempre, el papel de garante del proceso de negociación –rebautizado como “proceso democrático”- que considera imprescindible para entregar las armas y disolverse. Y dicho proceso incluye, por supuesto, el logro de sus objetivos políticos. Nada nuevo, en suma.