12:20 (08-12-2010) La Gaceta
Alfredo Pérez Rubalcaba reconoció en una conversación con el entonces embajador de Estados Unidos en España, Eduardo Aguirre, que el cargo adicional por el que se condenó al asesino etarra Iñaki De Juana Chaos era "poco claro". El ministro del Interior reconoció que "habría sido mejor" permitir que De Juana fuese puesto en libertad de 2005. También se habló de la posibilidad de que ETA asesinará a miembros del PP y del asesinato del cámara José Couso.
Así consta en un cable confidencial remitido a la Secretaría de Estado en Washington publicado por el portal Wikileaks, recogido por Europa Press y fechado el 3 de marzo de 2007. En esta comunicación, se relata una conversación entre Pérez Rubalcaba y Aguirre, en la que el ahora vicepresidente primero del Gobierno habría justificado la decisión del mantener a De Juana Chaos bajo arresto domiciliario en un hospital tras protagonizar una huelga de hambre de cuatro meses.
Rubalcaba alegó que la intención gubernamental era evitar que el etarra muriera y se convirtiera en "un mártir para la juventud radical de ETA durante décadas". Además, subrayó que la decisión correspondió únicamente al Gobierno y que no hubo presiones por parte de ETA.
"El ministro dijo al embajador que aunque en la últimas semanas el caso de De Juana se había convertido en un clamor entre los miembros de ETA, los dirigentes de la banda ya no contaban con él en la organización y no hubieran querido nada con él si era liberado", señala el cable. Es más, Rubalcaba, habría comentado que habría sido posible que, de haber recuperado la libertad, De Juana se hubiera retirado a Marruecos una vez liberado.
El ahora vicepresidente primero del Gobierno también defendió la actuación del Gobierno al trasladar a De Juana desde Madrid a un hospital de San Sebastián y de permitir que, una vez recuperado acabara de cumplir condena en su casa, bajo vigilancia policial.
No se explicó bien
El titular de Interior habría admitido ante Aguirre que el Gobierno era consciente de que la decisión del Tribunal Supremo de reducir de 12 a tres años la pena impuesta De Juana por los artículos que escribió desde la cárcel y publicó en el diario 'Gara' sería "controvertida" y también que el Ejecutivo no había explicado bien a la opinión pública que el preso a había concluido su pena por los asesinatos que cometió y únicamente le quedaba por cumplir la relativa a las amenazas.
Rubalcaba le dijo "en confianza" al embajador que la sentencia sobre los asesinatos de De Juana estaba a punto de cumplirse en 2005 y que el ministro de Justicia no quiso entonces que un "asesino convicto" quedara en libertad. Por ello, presentó "un cargo adicional, sin bien es cierto que poco claro y de méritos poco sólidos, para que el miembro de ETA siguiera en la cárcel", afirmó el ministro, según Aguirre.
Según el cable, el ministro del Interior reconoció que, "visto con perspectiva, habría sido mejor" permitir que De Juana fuese puesto en libertad de 2005 y que en 2007 el Gobierno de Zapatero estaba "pagando el precio" de aquella decisión.
Asesinar a dirigentes del PP
La 'web' fundada por Julian Assange señala, asimismo, que Aguirre explicó que el Gobierno español era "consciente" de que la banda terrorista hubiera podido colocar al PP "en el asiento del conductor" de cara a las elecciones autonómicas y locales de 2007 y las generales de 2008 asesinando a uno o varios dirigentes de ese partido.
Sin embargo, el ministro respondió que dudaba de que los líderes de ETA quisieran asumir el riesgo de dar ese paso. "Pero el temor --admitía, no obstante-- es que algún simpatizante de ETA tuviera el poder de cambiar los cálculos políticos del Gobierno con alguna actuación de impacto".
Rubalcaba también detalló ante Aguirre que Batasuna estaba intentando entonces poder concurrir a las elecciones municipales de mayo de 2007, pero que el atentado de la Terminal 4 de Barajas con el que la banda puso fin a su tregua había complicado ese escenario.
Couso
Por otra parte, otro cable de Wikileaks difundido esta pasada noche, y fechado el 24 de mayo de 2007, indica que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz se había mostrado "sorprendido" por la decisión del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, de apelar los cargos presentados contra tres militares norteamericanos por la muerte del cámara de televisión José Couso, ocurrida en Bagdad en abril de 2003.
El documento, firmado por el embajador Aguirre y remitido a la Secretaría de Estado en Washington, señala que Zaragoza había informado a la Embajada diez días antes de que había decidido recurrir la orden de Pedraz por considerar, por motivos "técnicos y legales" que la muerte de Couso "no fue intencionada y, por tanto, los soldados no podían ser inculpados de crímenes de guerra o de homicidio".
El juez Pedraz, añade el cable, "se mostró sorprendido por la apelación de Zaragoza porque la Fiscalía de la Audiencia Nacional no se había puesto a su decisión inicial de reabrir la orden de arresto contra los soldados y, por tanto, había aceptado tácitamente el caso".
Más o menos, se suponía uno que esto era lo que había pasado, porque no era de esperar otra cosa.
ResponderEliminarMaquiavelo es muy malo para los buenos y bueno para los malos.