ESTEBAN URREIZTIETA
EDUARDO COLOM / Palma/El Mundo
Durante los últimos días, los gestores de Video-U, adquirida por los ex presidentes de la formación que dio el gobierno de Baleares al PSOE de Francesc Antich para financiar ilegalmente la campaña electoral de 2007, han trasladado al fiscal Anticorrupción Joan Carrau que el sueldo correspondiente a una de las enchufadas del partido que tuvieron en nómina sin trabajar se lo dieron en mano a la entonces secretaria del vicepresidente ejecutivo del Consell de Mallorca, Eugenia Cañellas. En lugar de articular una transferencia bancaria -como hicieron con el resto de trabajadores de la campaña a los que pusieron a sueldo en la productora sin prestar servicio alguno para la misma- en el caso de la empleada fantasma Aurora Fernández el mecanismo varió.
El dinero de sus salarios fue entregado en un sobre en mano a Cañellas, según Miguel Oliver, Luisa Almiñana y Ramón Rullán, que reiteran que sólo en este caso realizaron un pago de efectivo al partido.
Todos se han puesto ya a disposición del Ministerio Público para colaborar en este extremo de la investigación de la operación Maquillaje después de haber alcanzado un pacto para confesar los hechos a cambio de lograr una rebaja en su condena.
Estas confesiones contribuirían a explicar la declaración que hace días prestó ante el juez Juan Ignacio Lope Sola la propia Fernández, que admitió haber estado dada de alta en Video-U con una nómina de 1.000 euros mensuales pero sin ver un solo euro a cambio, y ratificarían la existencia de una caja B en el partido que fue nutrida con fondos en efectivo procedentes de contratistas públicos del Consell de Mallorca, que durante la pasada legislatura gobernaba UM en solitario.
Según las explicaciones de Fernández, accedió a aquella extraña operación tras contactar con Eugenia Cañellas, con la que había trabajado durante dos años, y sólo porque vio que de aquella forma «obtenía un beneficio» al estar cotizando» a la Seguridad Social.
«Cañellas me llamó en 2006 para que pudiera estar cotizando en una empresa, pero sin trabajar ni cobrar; ignoro lo que quería la empresa con esto, supongo que justificar gastos», declaró Fernández ante el juez en una declaración que la Fiscalía considera ya determinante para esclarecer la mecánica de financiación irregular del partido que dirigía la ex presidenta del Parlamento balear.
Y es que, de manera paralela a las contrataciones de empleados fantasma, UM exigió a una serie de empresas que, como en el caso de Fernández, le realizaran entregas de dinero en metálico.
Con estos fondos, y según aseguran a este periódico fuentes próximas a la formación nacionalista, se sufragaban gastos electorales como el sueldo de los activistas encargados de lo que denominaron en UM biblias electorales. Es decir, el salario de aquéllos que iban puerta por puerta haciendo propaganda del partido. Cada uno de estos empleados percibía entre 300 y 600 euros mensuales en metálico que recibían de manos de las secretarias de UM.
Asimismo, Anticorrupción está investigando el origen de los fondos empleados por el partido para pagar sobres con entre 50 y 80 euros a cambio de votos y el pago a líderes inmigrantes con contratos públicos falsos por captar sufragios.
Todas estas prácticas conforman un fraude electoral que permitió a UM lograr los tres diputados que permitieron al PSOE desbancar al PP de Jaume Matas y en el que el fiscal ya advierte «malversación, prevaricación y dinero negro de UM».
Sigue la corrupción política. No hay nada, como meter mano a la caja. Una pena de políticos, así nos luce el pelo gracias a ellos.
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