AVIER G. GALLEGO / Madrid/El Mundo
La factura de esta extraordinaria actividad financiera también es de récord: en las nuevas emisiones de 2010, el gasto en intereses ha aumentado un 32% respecto a un año antes. En total, el coste financiero es de 5.278 millones, 1.688más que en 2009. Así pues, el encarecimiento de la deuda públicaespañola anula por completo el efecto recaudatorio de la congelación de las pensiones (1.500 millones).Sigue en pág. 40
Editorial en página 3
Viene de primera página
De las 78 operaciones que se han realizado este año, la más cuantiosa tuvo lugar el 6 de julio, con una subasta de obligaciones a 10 años con un interés del 4,874%. En aquella ocasión el sobrecoste respecto a una operación similar un año antes representó ya el 10%. Sin embargo, no es nada comparado con la subasta que se hizo ayer a través del mismo instrumento: el Tesoro tuvo que pagar un interés marginal del 5,485% para levantar 1.702 millones.
Se trata de la rentabilidad más alta exigida por el mercado para este tipo de deuda desde 1997.
En la subasta de ayer, el Estado colocó en total 2.321 millones de euros, en la parte baja del rango estimado. Previamente el departamento que dirige Soledad Núñez envió una nota al mercado para tratar de convencer a los inversores de que la advertencia de Moody's de la víspera -cuando puso a España en vigilancia negativa para una posible rebaja de rating- no ponía en cuestión la solvencia de España.
Pero lo cierto es que los inversores siguen sintiendo desconfianza en la economía española, y eso se deja notar en el coste de financiación. Ayer la prima de riesgo volvió a superar los 256 puntos, con el bono a 10 años con un rendimiento del 5,469%. «La solvencia del Estado no está en cuestión, es la salud del sistema financiero lo que supone un problema», dijo ayer a Bloomberg, Mohit Kumar, estratega de renta fija de Deutsche Bank.
Paradójicamente en el sector bancario español están depositadas parte de las esperanzas del Tesoro para salir adelante en sus compromisos de financiación durante la primera parte del año. La banca está preparada para acudir en masa a la compra de deuda pública, como puede verse en las estadísticas oficiales. Porque en los últimos meses, las entidades de crédito españolas han reducido su posesión de letras y bonos españoles hasta los 131.866 millones de euros (un 26,35)% del total, frente a los 155.614 millones que atesoraban en sus balances en el mes de junio. Este descenso se debe también a una menor apelación de liquidez al Banco Central Europeo (BCE), según constata un operador del mercado de deuda.
Durante 2010 también las propias administraciones públicas han jugado un papel muy activo en la financiación del Tesoro. La posesión de deuda pública ha pasado de los 43.918 en 2009 a los 57.874 del mes de octubre (último dato disponible).
Las emisiones llevadas a cabo este año son algo inferiores a las de 2009, que sumaron un importe total de 224.286 millones de euros. En lo que respecta a la financiación neta, este año superará los 50.000 millones de euros, después de descontar las amortizaciones totales, que han alcanzado los 145.075 millones de euros. Una cifra algo superior a la que tendrá lugar el próximo año, según las estadísticas que maneja a fecha de hoy el Tesoro.
Si se tiene en cuenta también la deuda a refinanciar de bancos y cajas, el importe total rondará los 180.000 millones de euros. Y sumando la deuda de entidades no financieras, la cantidad se dispara a más de 300.000 millones.
Vamos por buen camino, si señor, esto marcha.
ResponderEliminar