NEGLIGENCIA MORTAL
JAVIER CHICOTE / VEO7 / Madrid
El 21 de marzo de 2002, los etarras Iñaki Bilbao y Unai Bilbao tirotearon al socialista Juan Priede mientras tomaba café en un bar de Orio (Guipúzcoa). La documentación a la que ha tenido acceso El MUNDO demuestra que decenas de agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Guipúzcoa se habían turnado para seguir a los terroristas hasta el mismo día en que asesinaron al edil. Cuatro días más tarde fueron detenidos.Sigue en pág. 20
Los etarras llegaron a San Sebastián procedentes de Francia en enero de 2002 y contactaron con un colaborador, José Iturbe, que estaba siendo controlado por la Guardia Civil. Los agentes del Instituto Armado se convirtieron en la sombra de Iñaki Bilbao Goikoetxea y Unai Bilbao Solaetxe, que lideraban el comando. EL MUNDO tiene en su poder los 11 últimos partes de seguimiento a ambos etarras, desde el 11 hasta el 21 de marzo de 2002.
El día del atentado, los agentes del cuartel de Intxaurrondo esperaron a los dos etarras a las 7.00 horas frente al piso que ocupaban, en el número 8 de la calle de la Virgen del Carmen de San Sebastián. Unai Bilbao, que respondía al alias operativo de Dioni, salió de la vivienda a las 9.08 horas, según el refleja el parte de seguimiento, mientras que Iñaki Bilbao, al que los agentes denominaban Alex, lo hizo a las 9.21 horas. Ambos se dirigieron por separado a la estación de tren de Gros y, tras distintos movimientos, se encontraron en la estación de Urnieta. Eran las 11.47 horas y ésa es la última anotación sobre los pasos de ambos etarras. Faltaban sólo poco más de dos horas y cuarto para que mataran al concejal Priede.
Los partes tienen una última anotación que dice: «15.00.- Se desmonta dispositivo y regreso a base», pero es una incógnita qué hicieron los agentes entre las 11.47 y las 15.00 horas (Priede fue asesinado a las 14.10).
Dos guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo han relatado a EL MUNDO que Iñaki Bilbao descubrió al agente que le seguía, se encaró con él y el dispositivo de vigilancia fue levantado. Nadie relevó al agente descubierto y también se levantó el control sobre Unai Bilbao.
En Urnieta, los etarras secuestraron a un conductor a punta de pistola y le obligaron a dirigirse a Andoain (Guipúzcoa). Allí lo amordazaron y lo ataron a un árbol. Iñaki Bilbao y Unai Bilbao condujeron el coche robado hasta la entrada de Orio, donde Priede era el único concejal no nacionalista. En ese lugar les esperaba un colaborador del comando, Pedro Cano, alias Pitu. Éste se puso al volante y les llevó hasta las inmediaciones del lugar elegido para el atentado.
Juan Priede se había despedido de sus escoltas en la puerta de su domicilio a las 13.30 horas. Después de comer recorrió, como tenía por costumbre, los escasos metros que separan su domicilio del bar Gure Txoko, donde tomaba café a diario junto a su hija y su nieta.
El comando Bakartxo tenía a un vecino de la localidad como informante, Gregorio Escudero, alias Goenkale. Fue éste quien le dijo a los pistoleros que Priede siempre prescindía de sus escoltas en ese momento.
Los dos etarras entraron en la cafetería a las 14.10 horas. Iñaki Bilbao fue el encargado de apretar el gatillo tres veces. Al grito de «¡Aquí no se mueve ni Dios!», los terroristas abandonaron el lugar del atentado, dejando a su paso el cuerpo sin vida de Juan Priede, de 69 años, viudo y padre de tres hijos. El concejal estaba solo porque ese día la casualidad quiso que su hija y su nieta no pudieran ir a la cafetería.
Sólo tres días antes del atentado, los guardias civiles habían seguido a ambos terroristas hasta Orio. Los partes reflejan que a las 8.40 horas del lunes 18 de marzo Iñaki Bilbao y Unai Bilbao llegaron juntos a la localidad guipuzcoana y a las 9.55 horas pasaron precisamente por la calle de Euskal Gudari (Guerrero Vasco), justo por delante del bar Gure Txoko, en el que darían muerte al edil socialista. Estaban preparando el atentado.
Uno de los escoltas de Juan Priede ha confirmado a EL MUNDO que la Guardia Civil no les alertó de los movimientos de ambos etarras: «Sientes una impotencia total, y cuando ya te dan la información de lo que se sabía y lo que no se sabía, pues me parece vergonzoso que no nos lo hubieran dicho».
Tras el atentado, los dos etarras se refugiaron en el piso de unos colaboradores en la localidad de Ibarra (Guipúzcoa). Según fuentes de la lucha antiterrorista, se instaló un dispositivo de vigilancia frente a la vivienda y se prepararon las detenciones. El 25 de marzo de 2002, en un tiempo récord, caía todo el comando con el arresto de 13 personas. Iñaki Bilbao y Unai Bilbao fueron condenados por la Audiencia Nacional a 45 años de cárcel.
Todos estos hechos tienen su origen en la operación Azores de la Guardia Civil, que se remonta al 10 de marzo de 2001. Ese día, José Iturbe, uno de los futuros contactos de los asesinos de Juan Priede, acudió a una cita de captación de ETA en la localidad francesa de Morcenx. La Gendarmería gala avisó al servicio de Información de la Guardia Civil, que inició los seguimientos.
EL MUNDO ha puesto en conocimiento de la familia de Juan Priede el contenido de este reportaje. Han preferido no hacer ningún tipo de comentario.
Cuantas negligencias supuestamente se habrán hecho..., al final,más tarde o temprano, siempre se sabe la verdad, como espero que se sepa el tema del 11-M.
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