AGUSTÍN YANEL / Madrid
Cuando el PP ganó las elecciones generales, en marzo de 1996, decidió aplicar los mismos criterios que Felipe González y mantener bajo secreto oficial diversos documentos de los servicios de inteligencia sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que reclamaban tres jueces. El Gobierno de Aznar consideró que sería «malo y perturbador» desclasificarlos, aunque al final tuvo que hacerlo y enviarlos a los juzgados por decisión del Tribunal Supremo.
«Lo que no hicimos entonces lo haremos cuando gobernemos de nuevo», indicó, refiriéndose a la desclasificación de documentos secretos para que sean investigados por los jueces.
«El Gobierno no nos ha informado de todo esto. Nosotros queremos una política de transparencia, porque la gente tiene derecho a saber la verdad», añadió. Esa transparencia incluye, según dijo, enviar a los jueces todos los documentos que soliciten sobre el 11-M, una vez desclasificados los que sean secretos para poder entregárselos.
González Pons responsabiliza de esa actitud no sólo a Rodríguez Zapatero, sino también a Pérez Rubalcaba. En el PP, según dijo, ven con «preocupación» que el presidente le haya dado tanto poder: vicepresidente primero, portavoz del Gobierno y ministro del Interior.
«Produce alarma ver en quién ha puesto Zapatero los servicios de Seguridad del Estado. Ha metido al gato negro en el gallinero. No hay más que ver cómo Rubalcaba se relame los bigotes cada mañana, pensando en los servicios de seguridad y de inteligencia», indicó.
«Ese cargo, con tanto poder, es un peligro para la libertad. Y asi lo ocupa él, con su historial, es mucho más peligroso todavía», indicó.
El vicesecretario de Comunicación de los populares cree que Rubalcaba va a actuar en estos asuntos de la misma manera que lo hizo cuando estuvo en el Gobierno de González. «Cuando un político desarrolla una estrategia y tiene éxito, en el 100% de los casos posteriores la repite. Con la victoria del PP en las elecciones, Rubalcaba logró que se pasara página sobre los GAL. Ahora lo intentará de nuevo sobre lo que no le interesa que se investigue», subrayó.
Opinó que no es bueno que el mismo político «sea el jefe de todos los servicios de información del Estado» -, en referencia al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Policía y la Guardia Civil- y también sea él quien se relaciona con los medios de comunicación como portavoz del Gobierno. «El que dispone de la información secreta no puede ser el que dispone de la información pública, porque se produce una confusión», dijo.
El abogado Raúl Martín -que durante años fue un hombre muy cercano al diputado socialista José María Benegas- explicaba ayer en este periódico que, antes de las elecciones de 1996, y por encargo de Benegas, él habló con el ex inspector de Policía José Amedo, con el coronel del CESID Juan Alberto Perote y con el juez Garzón para intentar convencerles de que dejaran tranquilo al Gobierno.
Según ha declarado este abogado y empresario, Alfredo Pérez Rubalcaba era «el eje de todo el tema, el eje de la operación» y «quien dirigía todo».
A Esteban González Pons no le han sorprendido esas revelaciones porue sostiene que se trata de «un ardid más del malvado profesor Rubalcaba».
El PP del Congreso va a estudiar hoy esa información, según fuentes de este grupo, y decidirá qué iniciativas plantea. Lo que es seguro es que los diputados populares van a seguir preguntando en las sesiones de control al vicepresidente y ministro del Interior sobre ese y otros asuntos, como hacen cada miércoles.
Es lo menos que pueden hacer, queremos saber que ocurrió el 11-M.
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