CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO
MANUEL SÁNCHEZ / Madrid/El Mundo
Algunos ministros muestran en privado su desacuerdo con la línea marcada por el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha priorizado el mantenimiento de las buenas relaciones con Marruecos a otras consideraciones de mayor calado social.
«Rodríguez Zapatero siempre ha defendido los principios por encima de los intereses, y ahora estamos haciendo justo lo contrario», comenta una fuente del Ejecutivo. Sigue en página 4
Sin embargo, fuentes del Ejecutivo y de La Moncloa mantienen que se están siguiendo estrictamente las directrices del presidente del Gobierno, que marcó tanto en la reunión interna del PSOE de hace una semana, como en el seno de su Gabinete.
Todos los miembros del Gobierno tienen claro que en el contencioso de la ex colonia existe una especial sensibilidad entre la población española y, más aún, en el electorado socialista, que se ha identificado históricamente con la causa saharaui, que siente muy cercana.
Por eso, señalan las fuentes, «cualquier cambio de posición tendría que haber sido previamente muy bien explicado». Un hombre cercano al presidente reconoce que «ha faltado pedagogía, aunque la postura es esencialmente la misma y pasa por la defensa del derecho de autodeterminación».
Los más críticos dentro del Gobierno cuestionan que Rubalcaba haya aceptado la versión de los hechos proporcionada por Marruecos, sin que exista, por el momento, ningún organismo independiente que haya relatado lo sucedido en el campamento cercano a El Aaiún y los posteriores incidentes en la capital.
Según el ministro del Interior marroquí, Taib Cherkaui, los enfrentamientos en el campamento de Gdeim Izik del pasado 8 de noviembre y las escaramuzas en El Aaiún habrían causado la muerte de 10 policías.
Los críticos con la posición oficial también ponen en duda las versiones que llegan desde el Frente Polisario, pero, cuando menos, añaden los interlocutores de este periódico, «el Gobierno tendría que haber tomado cierta distancia, aunque sólo fuera por una cuestión de prudencia».
Además, critican la tímida defensa que se ha hecho de la prensa española, que no sólo ha sido expulsada del lugar de los hechos, sino que ha sido vilipendiada públicamente en presencia de la titular de Exteriores, Trinidad Jiménez.
Para colmo, la asunción de una realpolitik sobre la que no se han dado las pertinentes explicaciones públicas ha enfrentado al Gobierno con un colectivo tradicionalmente afín, el de los actores, cuya posición se ha radicalizado aún más tras la petición de la ministra González Sinde de silencio, alegando que «no son expertos».
«La posición respecto al Sáhara ha venido a provocar una nueva fractura entre el Gobierno y el electorado de izquierda, ya suficientemente desmotivado después de las medidas de ajuste económico», añaden las fuentes.
Zapatero, consciente de esto, pidió en la última Ejecutiva Federal del PSOE que hubiera cierre de filas y no salieran discrepancias altisonantes. «Nunca os pido disciplina, pero en este caso sí», llegó a decir el jefe del Ejecutivo y secretario general socialista.
Sin embargo, en el PSOE empiezan la disensiones públicas. Así, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, reclamó ayer al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero «una sola voz» sobre la situación vivida en El Aaiún porque, en su opinión, «no puede ser que en política exterior estemos dando el espectáculo que estamos dando», según informa David Vigario. En declaraciones a la cadena Cope, Vara pidió una mayor contundencia del Gobierno socialista: «Hay que ser claro y no dudar en la condena de lo que ha ocurrido» en el Sáhara Occidental, «porque cuando se violan los derechos humanos hay que ser muy contundentes», insistió, teniendo en cuenta que periodistas españoles «lo han vivido de primera mano».
No obstante, el presidente extremeño criticó «a quienes [en referencia al PP] intentan sacar tajada de lo que está ocurriendo», por lo que pidió que las acciones diplomáticas correspondientes se dejen al Gobierno de España, a quien le corresponde «esta responsabilidad y al que debemos dejar que se pronuncie».
Asimismo, Vara subrayó que en España «hay una altísima sensibilidad sobre los temas que se refieren a Marruecos, y sobre todo al pueblo saharaui».
Además, el PSOE se sumó ayer a la decisión aprobada por el Parlamento de Canarias con una declaración institucional en la que denuncia la vulneración de los derechos humanos y la represión marroquí en el Sáhara «ocupado», a la vez que muestra su solidaridad con víctimas y desaparecidos.
La declaración, suscrita por PSOE, CC y PP, indica que «la opacidad del Gobierno marroquí ha impedido la entrada de observadores imparciales y medios de comunicación», por lo que se reclama que las instituciones internacionales competentes abran una investigación independiente sobre lo sucedido.
A esto hay que sumar que la consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales, y el alcalde de San Sebastián, los socialistas Gemma Zabaleta y Odón Elorza, respectivamente, reclamaron ayer al Gobierno español una condena de los sucesos registrados en El Aaiún.
El alcalde donostiarra fue el más contundente a la hora de exigir al Gobierno una condena «absolutamente necesaria», al tiempo que recordó que no está pidiendo al Ejecutivo que entre «en mayores profundidades» ni que aborde «el fondo de la cuestión», que «son las resoluciones de la ONU sobre el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui».
El regidor solicitó una «defensa de los derechos de los saharauis de doble nacionalidad que, además, son muchos allí».
Y añadió: «Porque la manipulación, la intoxicación del Gobierno marroquí no tiene límites, lo sabemos sobradamente por experiencias anteriores. Es un Gobierno y un régimen que realmente miente más que habla», añadió el alcalde.
Por último, el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha condenó ayer lo que está ocurriendo en el Sáhara y aseguró que mantiene su solidaridad con el pueblo saharaui.
Elorza, con el Sáhara. La consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, ambos del PSE, reclamaron ayer al Gobierno de Zapatero una condena firme de los sucesos que se están produciendo en El Aaiún. Elorza defendió, además, la colocación de la bandera saharaui que, como se observa en la imagen, desde el martes ondea en el balcón del Consistorio.
Ni entre ellos se aclaran, haber si se ponen de acuerdo y condenan el tema del Sáhara.
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