AGUSTÍN YANEL / Madrid
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Los técnicos de las Haciendas forales participarán en las reuniones del Ecofin formando parte de la delegación española
El PSOE apoya la denominación bilingüe de Álava y sólo en vasco las de Vizcaya y Guipúzcoa, tras votar en contra hace tres meses
El PNV se apuntó un importante tanto hace tres semanas, cuando logró para el País Vasco unas competencias que reclama desde hace 22 años, y ayer se anotó otro con este pacto más amplio.
El acuerdo no prevé traspasar la política penitenciaria, como tiene Cataluña, pero abre la puerta a que se pueda negociar esta competencia y otras pendientes.
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El acuerdo establece, entre otras cosas, que el Gobierno vasco gestionará las políticas activas de empleo, incluidas las bonificaciones que se dan a los empresarios por la contratación de trabajadores en determinadas condiciones.
El Ejecutivo de Zapatero también se compromete a que en las reuniones de trabajo del Ecofin -el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea- en las que se discutan asuntos que afecten a la Hacienda vasca participen técnicos de esa comunidad.
A cambio de los votos de los seis diputados peneuvistas, el PSOE también apoyará una propuesta del PNV para que las tres provincias vascas se denominen oficialmente Álava-Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. En julio pasado, los socialistas votaron contra una propuesta similar de los nacionalistas vascos, con el argumento de que sólo podían aceptar que se añadiera el nombre en euskara al castellano, pero no eliminar este último. Sin embargo, ahora asumen que dos provincias se denominen oficialmente sólo en la lengua autonómica.
Ayer, tras varias semanas de negociaciones, el PSOE y el Gobierno cerraron ese acuerdo con el PNV y otro con Coalición Canaria (CC), que no sólo les permitirán aprobar los Presupuestos Generales, sino mantener una «estabilidad económica, política e institucional» en lo que queda de legislatura, según el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso.
El Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sabe ya que podrá sacar adelante las leyes de tipo económico que presente en lo que queda de legislatura, sin tener que negociar hasta el último minuto como está obligado a hacer ahora.
El acuerdo se logró pasadas las 15.00 horas, después de que Zapatero y Urkullu hablaran por teléfono y dieran el visto bueno final.
El PNV mantuvo hasta el último minuto la incógnita de si presentaba una enmienda contra la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado que ha elaborado el Gobierno, porque quería compromisos del Ejecutivo por escrito para no plantearla. Cuando concluyó el plazo para poder registrarla, a las 14.00 horas, y no lo hizo, se dio por seguro que el acuerdo iba a salir adelante tras limar los últimos flecos, y así ocurrió poco después.
El pacto no prevé transferir la competencia sobre las cárceles -que sí tiene Cataluña- ni nada que afecte a la caja única de la Seguridad Social. Durante las negociaciones no han hablado en ningún momento «del terrorismo ni de la violencia de ETA», según dijo Alonso en rueda de prensa.
Sí se incluye, como «una alternativa a estudiar», la posibilidad de transferir en el futuro «la gestión económica del régimen de la Seguridad Social», pero respetando «su carácter unitario» y el «principio de solidaridad», tal y como establece el Estatuto de Guernica.
El acuerdo con los nacionalistas vascos satisface a las dos partes, según dijeron, pero va a ser rentabilizado especialmente por el PNV en un momento en que su presidente, Iñigo Urkullu, tiene mejor imagen que el lehendakari al ser evaluado por la ciudadanía vasca.
si no puedes con el enemigo, alíate a el, o lo que es lo mismo, para no perder el sillón, alíate con el demonio.
ResponderEliminarNo nos merecemos un gobierno que nos mienta (palabras dichas por rubalcaba).