FERNANDO LÁZARO / JOSEAN IZARRA
Madrid / Vitoria
El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Iñigo Urkullu, confirmó ayer la información adelantada por EL MUNDO sobre el encuentro que el pasado miércoles mantuvo con el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y desveló que, entre otros puntos, estuvieron hablando de la política penitenciaria con los presos de ETA. Urkullu se mostró en su blog claramente molesto porque esta reunión (una cena en Madrid) entre el número dos del Ejecutivo central y él hubiera sido destapada por este periódico.
En dicha cena, «de la que alguien ha decidido no guardar la discreción necesaria», hablaron también de «paz» y de «normalización política». El encuentro se prolongó varias horas y transcurrió en un clima de cordialidad.Sigue en página 4
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No en vano, este encuentro se produjo poco después de que el PNV, tras lograr ansiadas competencias para el País Vasco, respaldara las cuentas del Estado y así Zapatero evitara tener que adelantar las elecciones generales. Rubalcaba tenía previsto cenar ese miércoles con la también vicepresidenta Elena Salgado y representantes de otras instituciones del Estado. Pero tuvo que cambiar radicalmente de planes de forma urgente. Fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien le pidió que contactara con Urkullu y mantuviera un encuentro con él. Urkullu confirmó que, efectivamente, la cena se produjo a instancias de Rubalcaba.
«Hablamos de muchas más cosas de las que pone en la filtración. Hablamos de paz y de normalización política. Hablamos de la mayoría social vasca», detalló Urkullu en su escrito en internet. El presidente de la formación nacionalista explicó que en dicho encuentro también se habló de «aprovechar esta oportunidad si se dan las condiciones. Y la primera condición es el respeto a la vida y a los derechos humanos». Y añadió: «Hablamos del respeto a la pluralidad vasca y a la voluntad de la misma, de la posibilidad de defensa de todas las ideas políticas democráticas, o de la necesaria -al menos a juicio del PNV- aplicación de una política penitenciaria distinta, acorde con la letra y el espíritu de la ley».
Pero sobre todo, Urkullu puso sobre la mesa el papel que su formación política, «sin ningún tipo de protagonismo», que el PNV «está dispuesto a desempeñar».
Urkullu también se refirió en su blog a la supuesta reunión entre representantes de PSE-EE y de Batasuna, cuya existencia ha sido negada por los socialistas vascos. Sin entrar a valorar su existencia, Urkullu censuró al PP por sus advertencias al lehendakari López. «Es difícil mantener a toda costa el poder con un socio al que sólo les une el ansia desmedida por desplazar al PNV de la responsabilidad de gobierno formal de las instituciones», señaló.
En este sentido, considera que el pacto con el PP «maniata al Gobierno vasco, al lehendakari y al PSOE en un momento crucial para Euskadi», en el que, en su opinión, «el Ejecutivo vasco debería liderar a la sociedad políticamente». Defendió que se da el escenario para «profundizar en algo más que la pretensión de la derrota policial de ETA», pero insistió en que el PP no permite a los socialistas vascos «hablar y dialogar con todos para tratar de allanar el camino de la normalización en la convivencia política». Recordó que su formación habló con la izquierda abertzale y dejó claro que lo seguirá haciendo, al igual que «con el resto de representantes de sensibilidades ideológicas de Euskadi».
«Lo hacemos desde la discreción sí o no, según las circunstancias, pero no desde el miedo a que nos pillen. No nos gusta pasar de la discreción a la hipocresía, aunque algunos se sientan cómodos en tal ejercicio».
En la misma línea se pronunció ayer el presidente del PNV en Vizcaya, Andoni Ortuzar, quien exigió al lehendakari que «se mueva por la paz, si realmente es y se cree el lehendakari de Euskadi». Además, afirmó que la sociedad «necesita el último comunicado de ETA» y que la izquierda abertzale «acompañe su discurso» con hechos «palpables».
En una entrevista concedida a Europa Press, Ortuzar destacó que el acuerdo de PSE con PP «es un rapto más que un pacto», y pide a López que asuma «el liderazgo político» en favor de la pacificación, aunque suponga «la ruptura» con los populares. También se dirigió al PSE-EE al decir que «no tiene mucho sentido negar la evidencia» y que, si no se ha reunido con la izquierda abertzale, debe hacerlo «cuanto antes».
El presidente del PNV en Vizcaya se preguntó «cuál sería el problema si se hubieran reunido» los socialistas y la izquierda abertzale y defendió el diálogo «con todo el mundo, máxime en una situación de conflicto político y de violencia como la que se vive en Euskadi». «Parece bastante farisaico criticar esa reunión. Nosotros no tenemos datos para certificar si ha existido o no ha existido; pero si ha existido, nos parece triste que el PSE no quiera reconocer algo que en política es un valor, que es hablar con los demás», añadió.
Eso ya se sabía, era para lo que se reunieron, es un movimiento más en la negociación que nunca han dejado.
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