JOAQUÍN MANSO / MIGUEL M. ARIZTEGI Madrid / Bilbao
Zapatero utilizó el miércoles el trascendente momento político del anuncio de la crisis de Gobierno para proclamar que lo que está ocurriendo en el ambiente radical es «determinante» y que «los mensajes de la izquierda abertzale son insuficientes hoy, pero no van a ser en balde».
Los sindicatos policiales observan con preocupación esos movimientos. «Las reflexiones del presidente del Gobierno son de una enorme gravedad por cuanto suponen una quiebra de la postura oficial del Ejecutivo en la lucha antiterrorista», declaró ayer a EL MUNDO el presidente de la CEP, Ignacio López. El dirigente sindical lamentó que «hemos pasado del no hay esperanza para ETA y su entorno a valorar positivamente los matices discursivos».
López consideró que las palabras de Zapatero sugieren un «discurso peligroso y dañino» y que ese cambio de estrategia sería «un retroceso en la lucha contra la banda», por lo que pidió a Rubalcaba que se desmarque públicamente. También advirtió de que el presidente «sabe, mejor que nadie, el riesgo político que corre, porque la última vez que arriesgó, lanzando este tipo de mensajes, sufrimos uno de los atentados más graves».
«El voluntarismo de determinadas formaciones políticas del País Vasco; la labor de cocina que algunos mediadores internacionales realizan con permanentes confidencias sobre supuestas intenciones de ETA; la política de aplicación de beneficios penitenciarios, inmorales y ofensivos para las víctimas, o las informaciones que apuntan a una coordinación política PNV-PSOE en este asunto, nos llevan a sospechar que el presidente ha vuelto a caer en la trampa del mundo de ETA, para abrazar la idea de que es posible acabar con la banda terrorista mediante estrategias alternativas a la única legítima, que es la policial», reflexionó el presidente de la CEP.
En la misma línea, el secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, señaló que las palabras de Zapatero «son inoportunas». «Si el Gobierno tiene una estrategia de bisturí para dividir al mundo abertzale, el presidente no puede decir eso en público; y si no la tiene, no tiene ningún sentido».
A juicio de Sánchez Fornet, Zapatero «provoca desconfianza en el PP si utiliza una estrategia que no ha puesto de acuerdo con la oposición, y eso acaba fortaleciendo a ETA». El dirigente sindical insistió en que «la lucha antiterrorista no es el terreno para hacer política» y en que el Gobierno ya ha experimentado «que el mejor camino contra ETA es la del Pacto por las Libertades, de acuerdo con el principal partido de la oposición».
«El presidente siempre va por libre y a contracorriente», afirmó el secretario general del SUP, que consideró preferible que se delegue la lucha antiterrorista «a Patxi López y a Antonio Basagoiti, que igual lo arreglan antes». «Si Rubalcaba continúa con la estrategia de los últimos años e impide que Batasuna esté en las elecciones, ETA se acaba, se queda sin aire», concluyó.
En el País Vasco, los últimos movimientos tácticos de Zapatero también han dado que hablar. Desde las advertencias del PP a los ánimos del nacionalismo, nadie se muestra indiferente. El presidente de los populares alaveses y portavoz adjunto del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, pidió al lehendakari, Patxi López, «que dé un puñetazo en la mesa» y le diga a Zapatero «que no dé esperanzas a Batasuna». El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, reclamó al presidente que deje de «frivolizar» y advirtió al PSE de que su partido no va a «pasar ni una».
Con todo, la portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia, intentó ayer calmar los ánimos encendidos de su socio preferente en el País Vasco y aseguró que «no va a haber ningún cambio» en la política que ha desarrollado el Ejecutivo hasta el momento en materia antiterrorista, por lo que el PP «no tiene por qué tener ningún temor». Asimismo, reiteró a la izquierda abertzale que, «para estar en democracia», debe cumplir la Ley de Partidos.
También el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, contribuyó a reducir la tensión al subrayar que «nadie queda impune cuando comete actividades terroristas» y remarcó el compromiso del Departamento de Interior de «seguir investigando todos los actos terroristas, todos los asesinatos que se han producido en Euskadi hasta esclarecerlos, detener a sus autores y ponerlos a disposición de la Justicia».
Posición radicalmente opuesta a la defendida por el representante de EA en el Parlamento vasco, Juanjo Agirrezabala, que afirmó que las declaraciones del presidente demuestran «el nuevo tiempo político» abierto en el País Vasco, por lo que le reclamó que dé «pasos» para legalizar a Batasuna. También la portavoz de Aralar en el Parlamento vasco, Aintzane Ezenarro, denunció que mientras Zapatero valora «de manera positiva» el «cambio de discurso y de mentalidad de Batasuna», en el discurso del Gobierno vasco «no hay nada nuevo».
Zapatero hará lo de siempre, osea, lo contrario a la razón y a los que le reclaman cordura y que no cese en derrotar a eta. A el lo que le interesa es el sillón, lo demás son mariconadas, y a las víctimas ignorarlas como siempre han hecho.
ResponderEliminarNo nos merecemos un gobierno que nos mienta (palabras dichas por rubalcaba).