Las agentes son las víctimas de una crisis provocada a partes iguales por la desvergüenza de las autoridades marroquíes y por la pasividad y la indolencia del gobierno socialista español.
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REDACCIÓN HO.- Toda la demagogia feminista del gobierno Zapatero ha desaparecido, sepultada tras cada agresión a una mujer policía en la frontera española de Melilla.
Con cada silencio, con cada insulto consentido, el discurso de la igualdad con que el gobierno socialista ha embadurnado la vida nacional ha caído hecho añicos.
Mientras las agentes femeninas de la policía española aguantan carros y carretas en Melilla por culpa de la pasividad y ya a estas alturas la complicidad del PSOE, Marruecos y su sultán, que sueña marchas verdes para emular al fantasma de su padre, se crecen y tantean el cada día más débil grado de resistencia de España en su frontera más delicada y principal.
El Gobierno, a las órdenes de las feministas
Tras demasiados días de silencio, el Ministerio de Igualdad ha emitido una breve declaración en la que califica los carteles vejatorios que los agentes del sultán han colocado en la frontera de “vejatorios”. Eso es todo.
Pero para lograr que el Gobierno se sintiera tan brevemente aludido en esta historia no han bastado las reiteradas protestas de los representantes de los policías, ni de la indolente oposición (ayer por fin un dirigente del PP apareció por Melilla), ni el clamor ciudadano contra tanta desvergüenza. El Gobierno solo se ha manifestado tras la nota emitida por los grupos feministas que lo sustentan. Cuando las radicales del exterminio de embriones humanos y de la ideología de género se dieron cuenta, por fin, ayer, de que algo que ver con sus supuestos principios tiene lo que está sucediendo en Melilla, las voceras del sexismo abrieron sus bocas para sentenciar:
“Son ataques machistas”.
A las dos horas el Gobierno rompía (solo formalmente) su pasividad y su silencio y calificaba los hechos de Melilla de “vejatorios”. Luego, unas y otros volvieron a su residencia veraniega, la que ocupan todo el año desde 2004, esa do mora la supuesta ideología que los sustenta a ambos.
A seguir dando la cara
Mientras tanto las agentes de policía siguen dando la cara. Esta mañana han vuelto al puesto fronterizo. A contemplar cómo las insultan. Cómo sus imágenes manipuladas son objeto de mofa ante sus narices, sin poder hacer nada para evitarlo.
Cruz Morcillo cuenta hoy en ABC que los agentes del sultán alardean de sus carteles e increpan a las agentes:
“Putas, si son españolas o renegadas, si son musulmanas”.
Van armadas. Llevan también una porra, para no tener que hacer uso de medidas más disuasorias. Pero es mero adorno. La policía del PSOE, como su ejército, es tan solo decorado. Atrezzo “progre” para mantener la ficción de que aún tenemos un Estado.
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