16 agosto 2010
Imagen de uno de los carteles aparecidos en la frontera.Siguen las burlas a las policías españolas en la frontera de Melilla con Marruecos
Las nueve agentes que prestan servicio en el paso fronterizo de Beni Enzar llevan unas semanas en tensión. Las actitudes machistas de los marroquíes, que cruzan cada día en riada a la ciudad de Melilla, no son nuevas. Desde que las mujeres se incorporaran hace tres años a este punto policial han sido objeto de «humillaciones» de parte de los que se niegan a reconocer la autoridad femenina, aunque vista de uniforme.
La llamada que el miércoles realizó el Rey a Mohamed VI para abordar los "pequeños problemas" que se están produciendo en la frontera con Marruecos no ha logrado reducir la presión que sufren las agentes de la Policía Nacional. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denuncia que esta misma mañana ha aparecido en el lado marroquí del puesto de Melilla un cartel que se burla de ellas y de sus compañeros.
Las policías se sienten "humilladas" y "criminalizadas" por el cartel, en el que se pueden ver dos manos manchadas de sangre y las fotografías de varios agentes, la mayoría mujeres. El SUP asegura que están viviendo una "presión insoportable" con toda esta situación de provocaciones y acoso.
Según relata el secretario general del SUP en Melilla, Julián Millán, días atrás varios marroquíes han mostrado este cartel "denigrante" a los agentes al otro lado de la frontera "en plan de burla", pero que ha sido hoy cuando ha aparecido colocado en el lado marroquí del paso fronterizo de Beni-Enzar con el "consentimiento" de la policía de Marruecos. Por eso, sólo agentes del reino alauí pueden retirarlo.
Millán ha afirmado a Efe que la situación en la frontera de Melilla está "fatal", ya que los miembros de las asociaciones civiles que suelen protagonizar los altercados contra agentes españoles están actuando "con más ahínco" porque "están siendo animados y jaleados para que sigan en esa actitud".
Por su parte, la Confederación Española de Policía (CEP) ha denunciado el intento de manipulación del Comité Nacional para la Liberación de Ceuta y Melilla con una fotografía en la que denunciaba las "agresiones racistas" que sufren los ciudadanos magrebíes. Pues bien, en ella la persona detenida no es un marroquí, sino un ciudadano español que estaba siendo investigado desde hacía tiempo por tráfico de drogas. Según la CEP, la Policía detuvo a M.M.M., de 35 años, tras ser reconocido por los expertos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) por sus vínculos con los delitos contra la salud pública.
Los sindicatos policiales ya habían denunciado una "campaña orquestada de hostigamiento" que padecen los agentes de los puestos fronterizos de Melilla "con el beneplácito de la policía marroquí". Se referían a la agresión de varias funcionarias por ciudadanos del país vecino que no reconocen la autoridad de una mujer.
El secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP), Ignacio López, declaró a EL MUNDO que las acusaciones de "racismo" contra las autoridades policiales españolas en las que viene insistiendo Rabat -y que se han intensificando en los últimos días-, "son un invento marroquí para crear tensión". En ese sentido, reiteró que el rey alauí, Mohamed VI, "es un mentiroso". "La manipulación de supuestos incidentes en Melilla es un nuevo ejemplo de empleo de la presión migratoria como arma política en las relaciones de Marruecos con España", destacó el sindicato en un comunicado.
El secretario general del SUP en Melilla ya reclamó hace días que se triplicasen los efectivos que actualmente se encuentran allí (un centenar). En su opinión este incremento con 200 agentes más es necesario para garantizar la seguridad de los funcionarios y las 30.000 personas que a diario pasan por la frontera.
Más de lo mismo.
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