08:51 (03-08-2010)
Los presos ‘premiados’ por Interior son responsables de decenas de asesinatos y atentados. Entre ellos están La Tigresa o el autor material del ataque a Hipercor
- Los etarras recluidos en la prisión alavesa de Nanclares de Oca acumulan penas por 4.513 años de cárcel. Esta cifra escalofriante alumbra el perfil de los sujetos a los que el Gobierno ha decidido trasladar a la cárcel del País Vasco en su política penitenciaria de premios y castigos a los reclusos de ETA y su entorno.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró hace unos días que en el penal citado “no hay etarras”, en referencia a que estos presos ya no forman parte de la banda asesina. Sin embargo, al menos cinco de los premiados con el traslado continúan incluidos en el listado del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK).
De todos los reclusos etarras (ex etarras, al decir de Rubalcaba) enrejados en Nanclares de Oca, Idoia López Riaño, conocida como La Tigresa, se lleva la palma en cuanto a condenas. Acumula 2.114 años de prisión por el asesinato de 23 inocentes.
El siguiente de esta lista tenebrosa es Rafael Caride Simón, condenado a 790 años de cárcel por perpetrar el tristemente célebre atentado contra el Hipercor de Barcelona en junio de 1987. Perdieron la vida 21 personas. También pesa sobre él una condena de 102 años por el atentado cometido en octubre de 1986 contra el cuartel de la Policía Nacional de Belchite.
Las cartas
Pernoctan tras los barrotes de esta misma cárcel los dirigentes etarras José Luis Urrusolo Sistiaga y Carmen Guisasola, los dos individuos que se han mostrado más activos para solicitar a ETA que deje de matar. En los últimos años, han enviado varias cartas a Gara firmadas conjuntamente en las que criticaban a la banda asesina.
Urrusolo Sistiaga debe cumplir en la cárcel varias condenas: 296 años por la muerte de dos artificieros el 11 de junio de 1991; 45 años por el asesinato del empresario José Edmundo Cazañ el 4 de marzo de 1991; 37 años por colocar un coche bomba en la autovía Tarrasa-Sabadell; y los 119 años a los que fue condenado la pasada semana por un atentado el 1 de julio de 1991 en el que perdieron la vida otros tres miembros de los Tedax. En total, sus condenas suman 497 años de prisión. Y aún tiene pendientes juicios por otra decena de crímenes.
Por su parte, Carmen Guisasola, alias Lourdes, también pendiente de varios juicios, ha sido condenada a 23 años por un asesinato, a 29 por otro y a tres por otras cuestiones. Además, fue condenada en Francia a 10 años por asociación de malhechores. En su época, dirigió el sanguinario comando Vizcaya.
Otro etarra que Interior ha trasladado a Nanclares de Oca es Josu García Corporales, alias El Gitanillo, que cumple dos condenas de 64 y 19 años, por el intento de asesinato de tres guardias civiles y por el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, respectivamente. Este individuo es uno de los seis terroristas que el pasado enero hicieron pública una carta desde Nanclares de Oca en la que mostraban su desvinculación de la banda asesina “por voluntad propia”. Varios de los etarras que suscribieron esa misiva han obtenido beneficios penitenciarios por parte del Ejecutivo socialista.
Ya hace dos semanas que se conocieron esos beneficios penitenciarios, incluidas salidas a la calle en algunos casos, para nueve terroristas que suman, como publicó LA GACETA, 785 años en condenas. Se trata del dirigente etarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis (59 años de condena), Kepa Pikabea (192 años de prisión y una veintena de asesinatos en su haber), Iñaki Rekarte (203 años), Jorge Uruñuela (16), Andoni Muñoz de Vivar (67), José María Fernández Pérez de Nanclares (41), Andoni Alza (33), Fernando Luis de Astarloa (100) y Luis María Lizarralde (74).
Y a todos ellos hay que sumar las condenas del resto de etarras en Nanclares: Joseba Arizmendi Oiarzabal (30 años), Koldo Carrasco Aseginolaza (30) y Aitor Bores Gutiérrez (17). Las cifras del horror.
Buen "negocio" está preparando maquiavelo, con toda esta cuadrilla de asesinos.
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