Urrusolo: la lucha armada debería haber terminado hace tiempo

5/07/2010 - 11:05

MADRID, 05 (SERVIMEDIA)

El etarra arrepentido José Luis Urrusolo Sistiaga aseguró este lunes durante la celebración de un juicio en su contra en la Audiencia Nacional que la lucha armada debería haber terminado hace tiempo.

El ex miembro del comando Madrid hizo esta afirmación en el juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebra contra él por su presunta participación en la muerte de dos policías nacionales cuando trataban de desactivar el paquete-bomba enviado por ETA al Ministerio de Justicia en el año 1991.

Urrusolo explicó ante el tribunal de la Audiencia Nacional que lleva fuera de la banda terrorista desde 1994, año en el que abandonó el colectivo de presos de ETA. El fiscal encargado del caso, Carlos Bautista, pide 128 años de cárcel para el ex etarra por delitos de atentado, estragos, dos delitos de asesinato y otro en grado de tentativa, todos ellos de carácter terrorista.

Me he posicionado en que la lucha armada debería haber acabado hace tiempo, dijo el histórico etarra, quien ha sido juzgado ya por 16 asesinatos y por su presunta participación en el secuestro del empresario Emiliano Revilla.

PAQUETE-BOMBA

Según sostiene Bautista en su escrito de calificación, Urrusolo fue la persona que se encargó en junio de 1991 de recabar la dirección de la sede del Ministerio de Justicia en Madrid y de identificar con nombre y apellidos a uno de los funcionarios que trabajaban en ese departamento.

Con esta información, un etarra no identificado envió el 25 de junio desde Valladolid un paquete cargado de explosivos al Ministerio de Justicia. El paquete estaba dirigido al funcionario que Urrusolo había identificado y como remite aparecía la dirección de un domicilio vallisoletano que estaba abandonado.

El Ministerio rechazó el paquete, que volvió a la sede en Madrid de la empresa de la agencia de transportes que se había encargado del envío. Los etarras decidieron llamar el 1 de julio a la delegación de la empresa en Aranda de Duero (Burgos) alertando del contenido del paquete.

Inspectores de la Policía Nacional y efectivos de los Tedax se desplazaron hasta la sede de la agencia de transportes en Madrid para intentar desactivar el artefacto, pero, sobre las 22.15 horas, el paquete hizo explosión, acabando con la vida de tres oficiales.