F. LÁZARO / Madrid
No solo provoca malestar sino que, además, las situaciones de agravio comparativo comienzan a irrumpir con fuerza. Que el dirigente de la izquierda abertzale Rafael Díez Usabiaga sea puesto en libertad por orden de Garzón para que atienda a su madre no aguanta una mínima comparación con la situación especial por la que atravesó un capitán de la Guardia Civil. A este oficial se le denegó una situación especial en su trabajo para atender a una madre que sí necesita de sus cuidados, que sí está impedida, que sí reclama y exige una atención intensa. Tuvo que recurrir a los tribunales, que le dieron la razón. Pero el abogado del Estado ha recurrido esta sentencia.
No es el caso de Usabiaga que, como bien demuestran sus propios informes, en apenas dos horas diarias da la asistencia que necesita su madre, y eso que hay días que ni la ve.
Desde la Unión de Oficiales (UO) se ha levantado la voz con fuerza. Denuncia sin medias tintas que el ex secretario general del sindicato LAB Rafael Díez Usabiaga «tiene más derechos» que un guardia civil al que se le negó flexibilizar su jornada laboral para poder atender a su progenitora. El caso del agente del Instituto Armado, su madre cuenta con 82 años y con una minusvalía del 46%. El caso de la madre de Usabiaga, tiene movilidad y, además, cuenta con más hijos que le pueden atender.
Usabiaga salió el 26 de abril de la prisión donde estaba encarcelado por un delito de integración en organización terrorista. Garzón estimó como «circunstancias humanitarias» para ponerle en libertad la necesidad del ex líder de LAB de atender como «cuidador» a su madre.
Para la UO, «es lógico que cualquier español se alarme» ante esta decisión de los tribunales, «y más aquéllos que ven frustrado su trabajo en la lucha diaria contra el terrorismo». A modo de comparación, la asociación puso el ejemplo de este capitán al que se le negó «el derecho a flexibilizar la jornada para poder atender a su madre».
La plataforma Voces contra el Terrorismo, que lidera Francisco José Alcaraz, señaló ayer que «el polvo del camino está manchando las togas otra vez», en referencia a la decisión de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de confirmar la excarcelación de Usabiaga.
Muy bueno, asi es la cosa, prima antes el tema de negociar con los asesinos, el sillón y la caja, lo demás, víctimas etc, huelga.
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