lunes, 5 de abril de 2010
Los partidos vascos creen que ETA cierra la vía política a Batasuna
El Gobierno vasco rechaza la apuesta por la violencia de la banda, que responsabiliza a la Policía francesa del asesinato del gendarme
Gobierno y partidos vascos rechazaron ayer con contundencia el comunicado difundido por ETA con motivo del Aberri Eguna, en el que culpa a la Policía francesa del enfrentamiento que se saldó con el asesinato de un gendarme y mantiene en vigor su apuesta por la violencia terrorista. Para las formaciones democráticas, la banda, con su huida hacia delante, ha dejado en evidencia y ha desautorizado la apuesta por las vías políticas, democráticas y sin injerencias aireada por las bases de la izquierda 'abertzale'.
ETA, en el comunicado enviado a Gara, responsabiliza a la policía francesa del tiroteo del 16 de marzo en el que murió un gendarme. Dice que el enfrentamiento se produjo «contra su voluntad» y fueron los gendarmes quienes primero abrieron fuego contra un terrorista que se encontraba inmovilizado en el suelo, tras ser detenido en el marco de la operación contra el comando que había robado varios vehículos con fines terroristas. La Policía gala, mantiene la banda, no tuvo en cuenta «la clara advertencia» que les hicieron los otros integrantes del comando y en lugar de abandonar el lugar y liberar a sus compañeros, los gendarmes optaron por el enfrentamiento directo en el que falleció su compañero. La Policía francesa, en un comunicado de respuesta, aseguró que las afirmaciones de ETA son «falsas», según la investigación desarrollada. «No podemos dar crédito alguno a un comunicado tan repugnante y sin fundamento», agregó.
La banda apela a los estados español y francés para que, mediante el diálogo y la negociación, faciliten la «solución democrática» para el conflicto vasco «basado en el respeto a la voluntad de los ciudadanos». La banda saluda la mediación internacional, pero ignora la demanda mayoritaria de instituciones, partidos y ciudadanos vascos para que abandone la violencia, con el argumento de que «la desactivación de la respuesta armada no soluciona el conflicto».
El comunicado de ETA concitó el rechazo unánime de Gobierno y partidos democráticos, que por unas horas aparcaron sus diferencias contra el enemigo. El Gobierno vasco, a través de su consejero de Interior, Rodolfo Ares, lamentó que la banda «no muestra ninguna voluntad de abandonar la actividad terrorista» y reclamó a los «radicales 'abertzales' que dicen apostar por la política» que «pidan a los terroristas que desaparezcan».
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, advirtió de que no hay que dejarse «embaucar» por ETA, ya que recordó que «la última noticia» protagonizada por la banda es «la muerte, una vez más, el asesinato de un gendarme francés». «Lo que se sabe de ETA es que mató al policía galo y esto es lo que hace que no queramos saber nada con ETA», insistió el líder nacionalista, para quien «cualquier proceso de construcción nacional pasa por su solidez democrática y por la paz».
El líder del PSE en Alava, Txarli Prieto, reclamó «unidad política, aislamiento de quienes no condenan el terror y acción coordinada y cooperación institucional con la policía y la justicia» frente a ETA.
Para Leopoldo Barreda (PP), el comunicado de ETA es de «un cinismo indisimulado, porque sólo ETA es culpable de sus crímenes». Cree que «desautoriza las especulaciones» sobre las intenciones de la banda y cierra el debate de quienes defienden la apuesta por vías democráticas y pacíficas en la izquierda radical, porque «ETA es una banda terrorista que quiere imponerse por la fuerza al conjunto de la sociedad y la única respuesta es la determinación de combatirlos en todo momento, lugar y circunstancia».
EA, descolocada
El secretario general de EA, Peio Urizar, no ocultó su decepción y reconoció que «esperábamos más» de ETA. «Igual la culpa es nuestra por esperar más», asumió Urizar, que pidió «un paso más» a ETA al tiempo que, sin embargo, mantuvo la decisión de su partido de explorar con la izquierda radical una vía democrática y pacífica hacia la independencia de Euskadi.
Para Ezker Batua-IU, ETA quiere «demostrar» a la izquierda 'abertzale' «que es ella la que tiene la última palabra» sobre el fin de la violencia y sobre la vía a seguir para lograr sus objetivos, y acusó a la banda de «tomar por tontos al común de los mortales» al dar su versión sobre el «asesinato» del gendarme.
Miren Legórburu, portavoz de la izquierda radical, puso la nota discordante, eludió cualquier referencia a la negativa de ETA a abandonar la violencia y tildó de «positivo» el texto de la banda porque pide a España y Francia que caminen a favor de «abrir una solución democrática desde el respeto a la voluntad de los vascos».
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Pues nada, tienen lo que se merecen. Que esperan de unos asesinos, pues eso, lo que han dicho, ni más ni menos.Encima, aún hay alguno/a que le sigue la cuerda, serán cobardes.
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