jueves, 15 de abril de 2010
Cerrado por decreto
Carmen Tomás.
La de ríos de tinta y horas de conversación que nos ha llevado el Pacto de Zurbano y al final ha acabado en decreto y recortado. El consejo de ministros aprobó el viernes un decreto que contiene 30 medidas de las 54 que se habían planteado a los distintos grupos parlamentarios. Ante la negativa de estos grupos a firmar el susodicho pacto, el gobierno ha decidido abandonar la foto y aprobar unas medidas “anticrisis” que de ninguna manera impulsarán la economía y el empleo.
Salgado ha anunciado que espera la creación de 350.000 empleos y se basa en el apoyo que el decreto da a la rehabilitación de viviendas. El coste será de 1.400 millones de euros, ya que todas las actividades paralelas a la construcción (albañiles, fontaneros o carpinteros) pagarán el 8 por ciento de IVA desde julio.
Además, hay rebajas fiscales, con algunos topes, para los contribuyentes que se decidan a hacer obras en casa. Eso sí tienen que pagar en metálico para evitar que crezca la economía sumergida. También se ha aprobado, en documento aparte, que el ICO conceda créditos directos de hasta 200.000 euros a las Pymes, incluso a las morosas, y lo hará asumiendo cualquier riesgo de impago. Es decir, que desde el 15 de junio cualquier empresa puede pedir dinero al ICO y devolverlo o no, ya que el organismo público se hará cargo del impago, o sea, el contribuyente.
Está claro que todo lo que se le ocurre a este gobierno para que la economía salga de la UVI es gasto y más gasto. Da igual que sea vía deuda pública que aumentando el déficit presupuestario. Es difícil creer que en la situación actual de las familias alguien se vaya a dedicar a cambiar el alicatado del baño o a hacer armarios nuevos. Las previsiones nuevamente son increíbles y pan para hoy y hambre para mañana. Son más parches que no entran en el fondo de la cuestión. El diagnóstico del enfermo se sigue haciendo incorrectamente y por tanto las medidas difícilmente pueden ser acertadas. No hay más que leer algunas de las 30 medidas para darse cuenta de que no nos llevan a ningún lado. Por ejemplo, que Rumasa tenga buscarse un intermediario para sus emisiones de pagarés o que se cree la figura del gestor de recarga energética para impulsar el uso del coche eléctrico no parecen iniciativas que tengan que ver con el drama que supone el cierre de decenas de miles de empresas y con los casi cinco millones de ciudadanos que están en el paro. La irresponsabilidad del gobierno no parece tener límites. El tiempo pasa y la sacudida cada vez está más cerca y adquiere mayor tamaño.
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Este gobierno, nos va a embarcar en un pozo sin fondo. Claro, como a ellos no les afecta...
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