miércoles, 10 de marzo de 2010
Rompiendo los moldes masculinos
Rompiendo los moldes masculinos
En un mundo laboral tan competitivo como el actual, demostrar la valía de cada uno es lo habitual. Pero hay sectores en los que las mujeres deben de hacer un esfuerzo extra para demostrar que son capaces de acometer profesiones hasta hace años reservadas a los hombres. Y en este terreno tienen mucho que decir Reyes Díaz y Mari Carmen Roldán. La primera de ellas, inspectora del Cuerpo Nacional de Policía, estuvo 15 años en los Tedax. Era la única mujer en España que desactivaba explosivos por aquella época. La segunda, sigue siendo la única maquinista de Renfe de toda Andalucía. Ambas participaron ayer, junto a Ricardo Ocaña, bailarín del Ballet Nacional de España, en una mesa redonda sobre el Día de la Mujer Trabajadora en el IES Rafael Pérez Estrada.
Con 24 años, Reyes Díaz entró en la academia. Tenía claro que quería ser policía y asegura que nunca ha encontrado "trabas" por ser mujer. "No he tenido ningún problema con mis compañeros, siempre he intentado ser una más", asegura. Pero durante década y media estuvo sola en los Tedax. La destinaron a Bilbao, Barcelona y Madrid y participó en los grupos de desactivación, incluso cuando su hijo era un bebé. "Era un trabajo que me gustaba mucho", reconoce Reyes.
Su marido también es Policía Nacional y ambos han conciliado vida familiar y laboral a la perfección. Turnos cambiados y esfuerzos mutuos para sacar adelante la familia. Reyes y su marido lo han hecho posible y por eso a ella le gusta "desmitificar eso de que la mujer esté en ciertos sitios". Asegura que ya "tiene que dejar de ser algo extraordinario y empezar a verlo como algo normal el que ellas accedan a todo tipo de profesiones".
Pero cuando remas sola en un mar de hombres es lógico estar más presente en el punto de mira de los demás. O al menos así lo piensa Mari Carmen Roldán, maquinista de Renfe. Su padre era ferroviario y ella, en cuanto acabó la antigua EGB, ingresó en la escuela de aprendices de la compañía en Málaga. Otras chicas también lo hicieron pero ella es la única en toda Andalucía que ha desarrollado su carrera profesional como maquinista. "Era una buena puerta la que se abría porque si aprobabas la formación profesional tenías el trabajo asegurado", cuenta Mari Carmen.
No le importó mucho abrir camino, pero sabe que al principio no fue fácil. "Las instalaciones no estaban preparadas para admitir a mujeres, debía ir sorteando los problemas conforme se presentaban", asegura la maquinista que ya cuenta con 26 años de experiencia. Cuando se quedó embarazada de su hija hacía largo recorrido y pasaba noches fuera. "Me planteé dejarlo, pero el padre se ha ocupado perfectamente de nuestros hijos".
Lleva 15 años con los turnos cambiados con su marido, también trabajador de Renfe. Ahora está en cercanías y conduce seis trenes diarios llenos de pasajeros. "Es un trabajo de mucha responsabilidad, que te obliga a estar muy concentrada, en tensión", asegura Mari Carmen y por ser la única mujer "siempre están más pendientes de tu trabajo, aún no están acostumbrados a ver a mujeres en ciertos sectores y hasta los viajeros se sorprenden".
En la charla, el contrapunto lo puso Ricardo Ocaña, hombre en un mundo esencialmente femenino, el de la danza. Aún así reconoce que, aunque las bailarinas superan en número a los hombres, pocas son las mujeres que dirigen las compañías más importantes del país. Aún habrá que esperar.
Así es, Reyes fué la primera mujer TEDAX en el CNP. Fué una más en el colectivo, ni más ni menos.
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