domingo, 7 de marzo de 2010

El comando de Normandía disponía de cinco bombas-lapas activables a distancia


El comando que estaba ultimando en Normandía el presunto jefe militar de ETA, Ibon Gogeaskoetxea, 'Emil', disponía de cinco bombas-lapa activables a distancia, un tipo de artefacto antipersonal que fue puesto a punto durante la última tregua. Los servicios antiterroristas franceses creen que los tres detenidos el pasado domingo planeaban perpetrar atentados mortíferos, ya que a estas alturas no disponen de elementos sustentadores de la teoría de que preparaban un secuestro, avanzada por las autoridades españolas tras la operación.
En el registro del albergue rural de Cahan (departamento de Orne), en el que fueron practicadas el domingo las detenciones, se encontraron sistemas emisores-receptores de señal por radio que pueden servir para activar a distancia las bombas-lapa. Normalmente, estos artefactos se explosionan mediante dispositivos antimovimiento sensibles a la puesta en marcha del vehículo al que han sido adosados. Su detonación con telemando, que requiere la presencia de los activistas en el lugar del atentado, exige medidas de contravigilancia específicas y el funcionamiento de inhibidores de frecuencias radioeléctricas para bloquear la señal.
Además de las cinco bombas-lapa mencionadas, en la casa que ocupaban los etarras se hallaron quince detonadores y abundante munición de diferentes calibres. Había también dos pistolas de los calibres 38 y 45 así como un revólver del 38 especial, armas de la marca Smith & Wesson procedentes del atraco perpetrado cerca de Nîmes (sudeste de Francia) durante la última tregua.

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