lunes, 25 de enero de 2010

La segunda muerte de Carrero Blanco


La segunda muerte de Carrero Blanco
ANTONIO BURGOS Actualizado Lunes , 25-01-10 a las 07 : 24
Se atreven con todo. Con esa absurda legitimación moral que se da a sí misma la izquierda, se atreven con todo. Hasta con lo más sagrado, como el crucifijo de las escuelas. O hasta con lo más intocable, como los hechos ciertos de la Historia. Les da igual. Van a lo que van, entre la improvisación y el resentimiento, entre el desprecio de los oponentes y la aniquilación del adversario. Son el Estado, son la Autonomía, son el Municipio; esto es, son España, son Andalucía, son Sevilla. Y que nadie se atreva a toserles, que los descalifican inmediatamente tachándolos de fachas.
Sé, pues, que me expongo con este artículo a que me llamen facha. Quisiera yo saber dónde estaban todos estos hideputas que me llaman facha cuando algunos pocos, cuatro gatos, dábamos la cara en Sevilla por las libertades frente a la dictadura de Franco. ¿Dónde estabais, so mamones? En los calabozos de la Social en la Gavidia, detenidos por escribir verdades en el diario «Madrid», desde luego que no, hijos míos que os estáis poniendo morados y oro a costa de la democracia que en absoluto ayudasteis a traer, que otros os la dieron hecha para que os forrárais con ella.
Se atreven con todo, decía, porque no me imaginaba que osaran tocar el nombre de «Avenida Presidente Carrero Blanco», donde vivía por cierto Plácido Fernández Viagas, que sí que dio la cara frente a la dictadura. Nunca pensé que llegaran tan lejos con la maligna mamarrachada de la Memoria Histórica, tan hondo en su inquina por escarbar y escarbar hasta resucitar a las dos Españas. Yo creía que a Carrero Blanco iban a respetarlo por lo menos por las circunstancias de su muerte. Es indigno que se quite del callejero el nombre de un español asesinado por la ETA. Para mí, que le quiten la calle a Carrero Blanco es como si se la quitaran a Alberto Jiménez Becerril. Exactamente igual. Dar la vida por España no admite distingos por ideología, y a Carrero lo asesinó la ETA porque entraba en sus planes para impedir todo el proceso histórico que luego venturosamente vivimos hacia las libertades y la democracia. La ETA quería que tras la muerte de Franco, España fuera como una república soviética, que es por cierto lo mismo que sigue queriendo. Y por eso asesinaron a Carrero. En la que los criminales llamaron «Operación Ogro». Título que me recuerda bastante al talante, entre la ira y la soberbia, de quienes creen que la Historia puede reescribirse a capricho con sólo quitar azulejos de las esquinas.
Olvidan los que quieren quitar su nombre que Carrero, desde el Gobierno, se volcó por ejemplo con Sevilla tras la trágica inundación del Tamarguillo de 1961. Cuando 125.000 sevillanos de una población de 500.000 pasaron por los refugios municipales y luego a un piso nuevo construido por el Gobierno del que Carrero era presidente. Todo esto o lo desconocen o, lo que es peor, lo silencian. La Sevilla de las barriadas (la que por cierto ahora vota al PSOE) es obra de Carrero Blanco. No por nada, sino porque su hija Carmen vivía y vive aquí, y ya saben lo que tira la sangre. En cambio, ¿qué hizo Adolfo Suárez por Sevilla? Sí, por España sí hizo: la transición sin traumas, el desmontaje de la dictadura, todo de lo que ahora por cierto quieren hacer tabla rasa estos mismos que quieren ponerle su nombre a la Avenida Carrero Blanco. Digo por Sevilla, ¿qué hizo Suárez por Sevilla? ¿Dónde están las infraestructuras de que Suárez dotó a Sevilla, dónde las barriadas que levantó, dónde las fábricas que nos trajo?
A aquel Carrero Blanco que era hermano de Pasión lo asesinó la ETA. A este Carrero Blanco benefactor de Sevilla lo han vuelto a matar. Y no ha sido precisamente la ETA, sino el odio a un pasado dictatorial frente al cual los que quieren borrarlo estaban cagados de miedo, callados como putas, y lo puedo decir muy alto porque yo sí di la cara y soy testigo.

1 comentario:

  1. COn dos cojones, la puta verdad, y ahora vienen estos a forrarse los bolsillos, que es lo mejor que saben hacer.

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