sábado 04 de noviembre de 2017, 12:00h
Prefiere
mantener el anonimato, lo respetamos. Se trata de un talaverano enrolado
en las filas de la UIP (Unidad de Intervención Policial) que ha sido
desplazado –con cientos de compañeros– a Cataluña para reforzar la
seguridad a la vista de los acontecimientos acaecidos en las últimas
semanas. Ante todo, cuando le preguntamos qué siente viviendo la
situación actual en primera persona una sola palabra inunda su garganta:
‘EMOCIÓN’.
Su trabajo no es de los más agradecidos ni los más entendidos, puesto que la actuación de un poli- cía de intervención siempre está en el ojo del huracán, allá donde hay conflictos, pero él nos asegura que siente alegría por “haber descubierto una Cataluña diferente”.
Tiene muy claro que “hay un antes y un después del 1 de octubre”, pero no por las circunstancias independentistas, las noticias que aparecen en los medios o el propio referéndum sino porque “la gente catalana que se siente española ha dado un paso adelante y ya no es- conde su forma de pensar. Y esa situación la exterioriza con nosotros. Nadie podía imaginar que recibiríamos tal cantidad de muestras de apoyo y reconocimiento hacia nuestro trabajo por parte de la población”.
Esa ‘gratificación de la gente’ (como la define este policía talaverano) es el mayor valor con el que cuentan él y sus compañeros en este momento convulso.
Pero también existe la incertidumbre en su ánimo, porque nadie sabe qué ocurrirá mañana ni cuánto
tiempo durará esto, pero “estamos contentos porque estamos participando en primera persona en un episodio importante de la Historia de España”.
“No es lo mismo verlo desde Talavera que vivirlo aquí, en Cataluña”, nos atestigua, “estar continuamente a la expectativa es nuestro trabajo, pero haber tenido que dejar nuestros alojamientos en la comunidad autónoma de Cataluña y tener que hospedarnos en Aragón o Valencia no ha sido nada agradable. Eso sí, las muestras de cariño enjugan cualquier mal sentimiento”.
La labor de un UIP, como reflejamos en el apoyo junto a estas líneas, es ‘la actuación en inminentes o graves episodios de alteración de la seguridad ciudadana que ocurran en territorio español’ y a eso se refiere este policía cuando han surgido muchas críticas a su trabajo. “Sólo hemos cumplido con un man- dato judicial y tras pedirle a la gente que obstaculizaba nuestra entrada en los colegios que nos dejara pasar para cumplirla, y se negaban, volver a pedírselo cogiéndole del brazo, y se volvían a negar (todo aderezado con insultos, empujones, escupitajos y forcejeos), no tenemos más remedio que actuar para poder acceder a los centros y así conseguir hacer cumplir la Ley”, nos relata.
Además, miles de anécdotas complementan su estancia en Cataluña –no sabe hasta cuándo–. “Ayer un hombre paró su coche junto a mí y se puso a llorar dándonos las gracias por estar aquí. Días atrás una chica, muy emocionada, se dirigió a nosotros diciéndonos que ‘no les dejáramos solos’, un hombre mayor nos agradecía nuestra labor asegurando que todo esto era una locura, esos son los detalles que gratifican nuestro trabajo”, el trabajo de un policía talaverano en Cataluña.
LA UIP
Las UIP fueron creadas en 1989 mediante el real decreto 1668/1989 del 29 de diciembre, siendo José Luis Corcuera ministro del interior. Su principal objetivo es la actuación en inminentes o graves episodios de alteración de la seguridad ciudadana que ocurran en territorio español. En concreto dicho real decreto las atribuye las siguientes funciones:
- Colaboración en la protección de SS. MM. los Reyes de España y altas personalidades nacionales y extranjeras.
- Prevención, mantenimiento y restablecimiento, en su caso, de la seguridad ciudadana. - Intervención en grandes concentraciones de masas, reuniones en lugares de tránsito público, manifestaciones y espectáculos públicos.
- Actuación y auxilio en caso de graves calamidades o catástrofes públicas.
- Actuación en situaciones de alerta policial, declarada, bien por la comisión de delitos de carácter terrorista o de delincuencia común y establecimiento de con- troles y otros dispositivos policiales.
- Protección de lugares e instalaciones en los supuestos en que así se determine.
- Intervención en motines y situaciones de análoga peligrosidad.
Su trabajo no es de los más agradecidos ni los más entendidos, puesto que la actuación de un poli- cía de intervención siempre está en el ojo del huracán, allá donde hay conflictos, pero él nos asegura que siente alegría por “haber descubierto una Cataluña diferente”.
Tiene muy claro que “hay un antes y un después del 1 de octubre”, pero no por las circunstancias independentistas, las noticias que aparecen en los medios o el propio referéndum sino porque “la gente catalana que se siente española ha dado un paso adelante y ya no es- conde su forma de pensar. Y esa situación la exterioriza con nosotros. Nadie podía imaginar que recibiríamos tal cantidad de muestras de apoyo y reconocimiento hacia nuestro trabajo por parte de la población”.
Esa ‘gratificación de la gente’ (como la define este policía talaverano) es el mayor valor con el que cuentan él y sus compañeros en este momento convulso.
Pero también existe la incertidumbre en su ánimo, porque nadie sabe qué ocurrirá mañana ni cuánto
tiempo durará esto, pero “estamos contentos porque estamos participando en primera persona en un episodio importante de la Historia de España”.
“No es lo mismo verlo desde Talavera que vivirlo aquí, en Cataluña”, nos atestigua, “estar continuamente a la expectativa es nuestro trabajo, pero haber tenido que dejar nuestros alojamientos en la comunidad autónoma de Cataluña y tener que hospedarnos en Aragón o Valencia no ha sido nada agradable. Eso sí, las muestras de cariño enjugan cualquier mal sentimiento”.
La labor de un UIP, como reflejamos en el apoyo junto a estas líneas, es ‘la actuación en inminentes o graves episodios de alteración de la seguridad ciudadana que ocurran en territorio español’ y a eso se refiere este policía cuando han surgido muchas críticas a su trabajo. “Sólo hemos cumplido con un man- dato judicial y tras pedirle a la gente que obstaculizaba nuestra entrada en los colegios que nos dejara pasar para cumplirla, y se negaban, volver a pedírselo cogiéndole del brazo, y se volvían a negar (todo aderezado con insultos, empujones, escupitajos y forcejeos), no tenemos más remedio que actuar para poder acceder a los centros y así conseguir hacer cumplir la Ley”, nos relata.
Además, miles de anécdotas complementan su estancia en Cataluña –no sabe hasta cuándo–. “Ayer un hombre paró su coche junto a mí y se puso a llorar dándonos las gracias por estar aquí. Días atrás una chica, muy emocionada, se dirigió a nosotros diciéndonos que ‘no les dejáramos solos’, un hombre mayor nos agradecía nuestra labor asegurando que todo esto era una locura, esos son los detalles que gratifican nuestro trabajo”, el trabajo de un policía talaverano en Cataluña.
LA UIP
Las UIP fueron creadas en 1989 mediante el real decreto 1668/1989 del 29 de diciembre, siendo José Luis Corcuera ministro del interior. Su principal objetivo es la actuación en inminentes o graves episodios de alteración de la seguridad ciudadana que ocurran en territorio español. En concreto dicho real decreto las atribuye las siguientes funciones:
- Colaboración en la protección de SS. MM. los Reyes de España y altas personalidades nacionales y extranjeras.
- Prevención, mantenimiento y restablecimiento, en su caso, de la seguridad ciudadana. - Intervención en grandes concentraciones de masas, reuniones en lugares de tránsito público, manifestaciones y espectáculos públicos.
- Actuación y auxilio en caso de graves calamidades o catástrofes públicas.
- Actuación en situaciones de alerta policial, declarada, bien por la comisión de delitos de carácter terrorista o de delincuencia común y establecimiento de con- troles y otros dispositivos policiales.
- Protección de lugares e instalaciones en los supuestos en que así se determine.
- Intervención en motines y situaciones de análoga peligrosidad.
Enhorabuena por vuestro trabajo, vuestra paciencia y tesón, y el cumplimiento de la ley, y lo más importante, el amor a esta España defenestrada por la ambición de sus políticos.
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