M. SÁNCHEZ / M. CRUZ / Madrid
24/05/2011 / El Mundo
Pretende saldar su derrota en las urnas entregando el liderazgo a Rubalcaba: «Hay que mantener el calendario», dice a su EjecutivaEl sábado se abrirá el proceso de primarias, pero el 'aparato' presionará a Chacón para que no presente su candidatura
La ministra de Defensa pide una «reflexión» sobre lo ocurrido y la de Exteriores le replica que «el Gobierno es algo coral»
«Hay que mantener el calendario previsto». Así se expresó José Luis Rodríguez Zapatero ante la Ejecutiva Federal del PSOE el día después del batacazo electoral. Y el calendario impone remodelar su propia casa. A eso se van a dedicar.
El veredicto de las urnas es insoslayable pero, a juzgar por la actitud de la cúpula del partido y de buena parte del Gobierno, la exigencia de cambio que han expresado los ciudadanos puede quedar aparcada, limitada a un «nos damos por enterados», como apuntó José Blanco.
El propio Zapatero se ha encargado de cortar de raíz la posibilidad de plantear un adelanto electoral. Ahora lo que toca es solucionar los problemas internos del partido; el resto puede esperar.
El secretario general del PSOE parece ignorar lo ocurrido y ha pedido a los suyos mantener los planes diseñados antes de las elecciones. Es decir, convocar primarias el próximo sábado en el Comité Federal, agotar la legislatura y, si es posible, entregar sin votación interna el liderazgo a quien es su número dos en el Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Aunque el aparato no puede garantizar que no haya más de un candidato a las primarias, el mensaje que corre internamente y que cuenta con muchos apoyos hace hincapié en que en las actuales circunstancias es mejor para un PSOE vapuleado no embarcarse en una batalla interna y apostar porque sólo exista un candidato.
El nombre en la mente de todos es el del vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Las fuentes consultadas en la dirección socialista no descartan movimientos para presionar a la ministra de Defensa, Carme Chacón, para que finalmente no presente su candidatura y, o bien espere al Congreso Federal para intentar hacerse con las riendas del partido, o acepte formar tándem con el vicepresidente. Esta última opción parece altamente improbable porque, como bien sospechan muchos, los militantes, ahora más que nunca, «querrán elegir».
En la reunión que mantuvo ayer la Ejecutiva, apenas hubo voces críticas frente a los planes de Zapatero. Si acaso, alguna propuesta tímida de la propia Chacón y de los diputados José Andrés Torres Mora y Álvaro Cuesta pidiendo no precipitarse en la convocatoria de las primarias y pensar en la posibilidad de aplazarlas a después del verano.
La sugerencia tuvo mala lectura, prueba de que los socialistas están ya centrados en su propio problema y abstraídos de todo lo demás: «Lo que quieren es tiempo para visitar agrupaciones», comentó a este diario un dirigente de la Ejecutiva Federal afín a Rubalcaba.
La pretensión de quienes proponen el aplazamiento parece condenada al fracaso, ya que la intención del secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, es plantear al Comité Federal del sábado abrir el proceso de primarias de forma inmediata para que esté cerrado a mediados del mes de julio.
Todo indica que poco se puede torcer la posición de la dirección federal, pues José Blanco ya ha hecho una consulta entre los líderes regionales del PSOE para preparar la reunión y no ha encontrado obstáculos. Previsiblemente, a lo largo de la semana, el propio Zapatero hará otra ronda de consultas.
Y, desde luego, lo que parece haber caído en saco roto es la hipótesis de adelantar las elecciones generales, una vez que los ciudadanos han expresado con toda claridad en los comicios municipales y autonómicos que el PSOE ya no cuenta con su favor.
Voces hubo ayer que pusieron la idea sobre el tapete, pero fueron acalladas. El primero, Guillermo Fernández Vara, el único barón socialista que podrá seguir gobernando una comunidad autónoma -Extremadura- aunque sea pactando con Izquierda Unida.
Fernández Vara entiende, y así lo explicó públicamente, que el presidente Zapatero no podrá seguir gobernando «tranquilamente» tras el fracaso del PSOE en las elecciones. Y añadió: «Si yo estuviera en su pellejo me plantearía un adelanto electoral». El diputado del PSOE y portavoz de la corriente interna Izquierda Socialista (IS), Juan Antonio Barrio de Penagos, suscribió la sugerencia.
Ahí quedó todo. Zapatero, pese a señalar él mismo que el fracaso electoral se debe al profundo malestar de los españoles con la política seguida para afrontar la crisis, está dispuesto a mantener el camino porque, en su opinión, es el correcto.
Blanco redondeó el argumento: «Es verdad que muchos ciudadanos nos negaron su apoyo ayer [por el domingo], pero sabemos que la gran mayoría está deseando que le demos motivos para volver a confiar en nosotros en las próximas elecciones. El Gobierno deberá gobernar para conseguir la recuperación y el partido trabajar para ganar las generales».
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