12/05/2011 / El Mundo
Los radicales sabotean un acto de Barcina (UPN) en un pueblo gobernado por ANV y donde sólo se atreve a presentarse BilduLa izquierda abertzale radical mostró ayer su cara más intolerante y fanática para recibir a la candidata de Unión del Pueblo Navarro (UPN) a la Presidencia de la Comunidad Foral, Yolanda Barcina. Una docena de radicales del municipio de Basaburua, controlado por la ilegalizada ANV -que se hizo con los siete concejales del Consistorio por la imposibilidad del resto de partidos de encontrar candidatos que se atrevan a desafiarles en las urnas, igual que ahora ocurre con Bildu-, boicotearon la intervención de Barcina en el concejo de Aizarotz. La recibieron con música a todo volumen y una pancarta que se servía del eslogan electoral de UPN para ridiculizar a su candidata.
A la llegada del Barcibús -el autobús electoral de UPN que recorre la geografía navarra durante la campaña electoral- los radicales extendieron una pancarta que decía Con nosotros no cuentes, en referencia al eslogan de UPN Contamos contigo. Durante su intervención pusieron música a todo volumen para que no se escuchase el discurso y le entregaron un escrito que resumía los logros de la gestión municipal radical.
«Aquí lo que hace falta es más libertad», espetó Barcina a los alborotadores, que portaban banderas de Navarra, ikurriñas y la del Arrano Beltza (el águila negra, un símbolo de los reyes navarros monopolizado en la actualidad por la izquierda abertzale radical).
Y no era una frase hecha. UPN logró en las pasadas elecciones al Parlamento Foral el 31,2% del voto de la localidad -que contaba con 878 habitantes censados-, sólo por detrás de Nafarroa Bai, que logró el 55,9% de los sufragios. Sin embargo, ningún partido al margen de Bildu -ni siquiera el nacionalismo moderado- es capaz de encontrar candidatos que desafíen la artificial hegemonía de los radicales en el Ayuntamiento, que se repetirá a buen seguro el 22-M pues sólo Bildu ha presentado candidaturas.
Por eso precisamente, Barcina y los suyos se desplazaron a uno de los concejos de Basaburua y montaron su atril junto a una pintada de Gora ETA para denunciar que los habitantes del municipio «sólo pueden elegir a Bildu porque no se presenta ninguna otra lista, porque al igual que en otras localidades de esta zona de Navarra, la presión y el miedo que se ha impuesto día a día sobre los simpatizantes de los partidos no nacionalistas ha provocado que, por ejemplo, UPN no pueda presentar candidaturas en decenas de pueblos».
Además de en Basaburua, otras cinco localidades navarras -Araitz, Arantza, Bakaiku, Goizueta y Sunbilla- no tendrán más papeletas que las de Bildu el 22-M debido a «la presión diaria ejercida por una banda terrorista y su entorno durante más de 40 años», una situación de «Estado de excepción en el País Vasco y también en Navarra» de la que UPN responsabiliza «a la llamada izquierda abertzale».
Sólo algunos vecinos asomados a las ventanas de sus casas se atrevieron a escuchar -con dificultades- las palabras de Yolanda Barcina, que además de denunciar la situación, pidió a Bildu que retire «de forma expresa e inequívoca el apoyo a los presos de la banda terrorista».
El improvisado escenario montado por UPN -un atril y tres banderas de Navarra- dio pie al Ayuntamiento de la localidad a intentar impedir el acto porque no habían solicitado permiso.
Como no lo consiguieron, el Consistorio emitió un comunicado en el que denunciaba el «provocador» mensaje de UPN, y recordó que en Basaburua «una amplia mayoría de la población tiene, al igual que otros miles de ciudadanos navarros, absolutamente secuestrados los derechos civiles y políticos», y que «varios vecinos han sido hechos presos por realizar una labor política». Según el Ayuntamiento, «es precisamente la izquierda abertzale quien más ha sufrido y sigue sufriendo la falta de libertad y de democracia».
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