La excarcelación de Arnaldo Otegi pasa facturas de ayer
–aunque parezcan de hace un siglo–, las de la negociación de Rodríguez Zapatero
con ETA. La Democracia española todavía las está pagando. Intentar reconstruir
Batasuna “siguiendo instrucciones de ETA”, según la sentencia del Tribunal
Supremo, le ha costado a Otegi una condena a seis años y medio de prisión. Está
por ver, aún, el precio que paga España por los acuerdos con la banda
terrorista.
Otegi fue detenido en 2009, cuando ya había
dejado de ser el “hombre de paz”, como lo llamó Zapatero mientras negociaba con
la banda terrorista, primero a media luz, en 2006, luego en secreto, cuando ETA
rompió la tregua con el atentado del aeropuerto de Barajas del 30 de diciembre
de ese año y, ni siquiera entonces, con dos muertos más, aún calientes, Zapatero
dejó de tratar con los jefes de Otegi.
Cuando salga este martes de la prisión de
Logroño, a Otegi le espera el agasajo de los que en su día respaldaron el
diálogo con la banda terrorista. La Audiencia Nacional ha
rechazado la petición de la Delegación del Gobierno en el País Vasco
para que se prohibieran los actos de homenaje. Nicolás de Cárdenas, jefe de
Redacción de Actuall, cuenta en
este artículo quiénes van a celebrar la excarcelación de este miembro
de ETA.
A Otegi también le esperan, para abrazarlo,
dirigentes de Bildu y de Esquerra Republicana de Catalunya, que han organizado
un acto de bienvenida a las puertas e la cárcel, este mismo martes.
Tiene todo el sentido la
presencia de independentistas catalanes en los actos de homenaje a
Otegi.
Todo empezó en 2004 con el pacto de ETA y
ERC, para crear una zona libre de atentados en Cataluña. Un acuerdo que luego se
ampliaría al PSOE en las conversaciones de Maragall y Carod Rovira en el Tinell,
bendecidas por Zapatero, donde nació el plan de excluir al PP del sistema
democrático, el célebre cordón
sanitario para convertir a la mitad de España en una apestada. La
operatividad de esta visión se despliega hasta hoy mismo. Pedro Sánchez y su
intento de investidura son hijuelos tardíos. Antes que con el PP, el PSOE
volverá a pactar si es preciso con los independentistas y la
ultraizquierda.
La salida de Otegi de prisión viene a cerrar
el círculo iniciado con la llegada de Zapatero al poder. En 2004, se formó una
alianza entre el independentismo catalán y el terrorismo de ETA cuyos estragos
son perfectamente descriptibles en la España de hoy.
Apenas cuarenta y ocho horas antes que Otegi,
este domingo ha salido de la cárcel José Luis Urrusolo Sistiaga, el cabecilla
del siniestro Comando Madrid. Ha cumplido 19 años de los 600 a los que fue
condenado por nueve asesinatos y dos secuestros, los de Diego Colón y Carvajal y
Emiliano Revilla. Dos años por cada muerto. Al final, trae a cuenta poner a un
país de rodillas.
Bildu, la criatura de ETA diseñada por Otegi,
hoy está en las instituciones. Los pistoleros de la banda salen de prisión sin
que el Gobierno haya movido un dedo para hacer valer las sentencias del Tribunal
Supremo frente al criterio de la Justicia Europea.
Los muertos no tendrán justicia, mientras no
se sepa qué es lo que pactó el PSOE con ETA, y por qué el PP ha sido fiel a ese
acuerdo. Los vivos difícilmente merecerán la libertad de la que disfrutan,
mientras no quieran saber el verdadero precio de tanto sacrificio.– V. Gago
[Con
información de Europa Press, El País y Actuall]
Tienen toda la razón en este artículo, los indecentes de políticos que tenemos, han claudicado a los terroristas por un sillón.Es el fin de este país de momento llamado España. Asco vomitivo de estos traidores.
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