Nos acercamos al décimo aniversario del mayor atentado de la reciente historia de España y de Europa. No hay señales en el panorama informativo que presagien ninguna conmemoración especial. El 11-S recibe un tratamiento muy distinto en EEUU, incluso en Europa y en España. ¿Es normal esto? Creo que no.
Las víctimas del terrorismo, y muy especialmente las del 11-M, somos las olvidadas, ninguneadas, utilizadas y divididas, de todos los colectivos sociales.
He dirigido un correo a dos asociaciones de víctimas con esta pregunta: ¿consideran que el 11-M, diez años después, se puede considerar un caso resuelto? En el mismo pregunto si hay acciones judiciales, previstas o en curso, para avanzar algo en el conocimiento de los hechos. Al menos hay una causa abierta. Espero con impaciencia una respuesta. Creo que nada puede interesar más a las víctimas de un crimen que descubrir y ajusticiar al criminal. Sin esa finalidad, el resto de las razones que justifican su existencia palidecen. Cada cual puede hacerse su propia reflexión.
Nada me agradaría más que poder felicitar, diez años después de los atentados, a todas las instituciones del Estado por su eficacia en la investigación y enjuiciamiento de este crimen de lesa humanidad. Yo soy el primero en lamentar que mis deseos no se hayan hecho realidad. En cambio, los profesionales de la sanidad, los voluntarios, etc., tuvieron un comportamiento lleno de profesionalidad y de humanidad. Nuestro sincero y constante reconocimiento y agradecimiento a todos ellos.
La misma pregunta que he formulado a las víctimas la trasladaría a las instituciones. Sería muy interesante contrastar las respuestas o los silencios de las asociaciones de víctimas y de todos los representantes de los ciudadanos, máxime teniendo en cuenta que casi todos los actores, tanto las víctimas como los responsables de la seguridad, son los mismos de diez años atrás.
Al leer las vidas y las ilusiones que segaron los enigmáticos autores de la matanza, vuelvo a constatar la monstruosidad que fue aquello. Digo "enigmáticos" porque en la sentencia no figuraba más que un condenado como autor material. Sentencia que está recurrida por éste, al parecer con argumentos sólidos a favor de su inocencia.
¿Es concebible un atentado así, sin autores? ¿Hay alguna razón para no seguir investigando hasta el total esclarecimiento de los hechos y la condena de todos los responsables, ya sea por acción o por omisión?
Resulta muy triste constatar, habiendo perdido un hijo, que, en el ecuador de la prescripción de los delitos, los responsables de la seguridad, de la investigación y de la justicia sólo saben callar y olvidar. Máxime tratándose del atentado que cambió la historia de España.
En el último Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo celebrado en Madrid, al acabar el acto de clausura, una víctima se dirigió a un candidato a la presidencia del Gobierno de España pidiéndole que prometiera investigar el 11-M; la respuesta fue afirmativa. Hoy, esa víctima preside la AVT y ese candidato preside el Gobierno de España. Los que nunca olvidaremos lo inolvidable tampoco olvidamos aquella promesa realizada a una víctima, en presencia de otras muchas.
Desde España y el resto del mundo se reclaman esa investigación. Entren en la página de change.org "Petición al Gobierno, al Congreso y a la Audiencia Nacional": unas diez mil razones avalan la imperiosa necesidad de que las víctimas y el pueblo conozcan la verdad de los hechos y se haga Justicia.
Este comentario me parece acertado, y os lo pongo para que lo veáis.
ResponderEliminarCarlos Vicente Martínez Gimeno Dice:
A estas alturas, no tengo la menor duda de que aquéllos atentados fueron ejecutados para que el PP perdiera el gobierno de España.
La premisa más importante planificada de los atentados del 11-M, era evitar a toda costa, que los que iban a votar el día 14, -tres días después de las explosiones y su masacre correspondiente-, conocieran la verdadera identidad e ideología de sus autores; para este fin los “proyectistas” de los atentados, contrataron a un grupo de marroquíes, delincuentes de la droga secuaces de Jamal Ahmidan alias El Chino, conocido traficante que disponía de colaboradores de su misma nacionalidad y religión. No obstante, para asegurar el éxito de la ejecución, miembros de la banda etarra asumirían el control de las explosiones desde posiciones cercanas a la distribución y suelta de las bolsas-bombas, procedimiento que llevaron a efecto con rapidez y eficacia los sayones de “El Chino”, que pocas semanas después murieron en la explosión del piso de Leganés, por amenazar a sus contratantes con chivarse a la Policía, porque algunos de ellos estuvieron a punto de ser atrapados de lleno por las detonaciones, oculta intención (que pretendía involuntarios "suicidas") de los que, con mandos a distancia en cada una de sus manos hicieron detonar las bombas asesinas.
A diez años de aquélla victoria socialista me pregunto:
Si hubieran sido, en verdad sus autores “islamistas”… ¿Se habrían producido tantas irregularidades y dudas en la investigación; tanta “prueba” de aparición fulminante y milagrosa, tantos impedimentos, silencios y “cortes” en las grabaciones de la pericial de las diminutas y escasas muestras de los focos de explosión, tantas casualidades y argumentos peregrinos en la atribución de los delitos, tanto misterio, con profanación de la tumba de un policía incluida y tanto enigma, en el cerco policial de la vivienda de Leganés y muerte de los supuestos autores de los atentados a los que no se les hizo las autopsias preceptivas y... tanta ocultación de los restos de los focos de explosión?
¿Mi respuesta es NO… y la tuya?
Por último.
Si no se hubieran producido los atentados del 11-M, la banda de asesinos etarras… ¿Estaría establecida bajo otras siglas, en las instituciones vascas, cobrando, gobernando, manejando presupuestos y exigiendo impunidad para sus asesinos, libertad para sus presos y reclamando, además al gobierno condiciones inaceptables, fatuas e intolerables para disolverse, conservando sus depósitos de armas en lugares secretos?
Pues esto es lo que hay, espero que a los de la kgb les pase factura la justicia divina.