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José Cabanillas, comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia
(UCI) cuando se produjo el chivatazo que en 2006 desmontó una operación
contra ETA, ha ratificado hoy en el juicio del caso Faisán que Carlos
Germán, su subordinado y jefe de la investigación del soplo, quiso destruir pruebas.
Cabanillas ha declarado como testigo en la tercera jornada de la vista que se celebra en la Audiencia Nacional contra el ex jefe superior de la Policía en el País Vasco Enrique Pamies y el exinspector de Álava José María Cabanillas, que se enfrentan a penas de cárcel por revelación de secretos y colaboración con ETA.
El 8 de febrero de 2011 Cabanillas declaró ante el juez Pablo Ruz que Germán le pidió hasta tres veces destruir la grabación de la conversación en la que el dueño del bar Faisán y presunto miembro de ETA, Joseba Elosúa, le cuenta a su yerno en el coche la llamada del chivatazo que mantuvo supuestamente con Pamies.
Esta conversación precisamente es en la que se ha basado Germán para enmarcar el soplo en el proceso de negociación con ETA, ya que en ese momento Elosua le relató a su yerno que la persona que le dio el chivatazo le dijo: "No vas a decir que te he llamado para fastidiar todo el proceso. No vamos a hacer un zipi zape".
Cabanillas, que ha declarado como testigo llamado por la defensa de Pamies, se ha ratificado "completamente" en sus palabras de febrero de 2011, aunque no ha dado más detalles sobre el asunto.
Sí ha hablado sobre los días posteriores al chivatazo, cuando Germán le entregó la transcripción de la conversación del coche.
El primer día del juicio, Germán dijo que cuando le dio los papeles a Cabanillas le dijo que consideraba que era su deber informar al juez de la Audiencia Nacional porque había habido una filtración y "tenía claro" que era policial, pero su superior le contestó que "no fuera a ningún lado, que ya irían ellos".
Agregó que el juez Fernando Grande-Marlaska le llamó unos días después para hacerse cargo de la investigación, después de haber recibido la información de manos de Cabanillas.
Hoy, este último ha sostenido una versión diferente ante el tribunal. "¿Es cierto que usted ordena a Carlos Germán no comunicarle al juez lo que había ocurrido el 4 de mayo?", le ha preguntado un abogado, a lo que ha contestado: "Al contrario, le estuve diciendo los días anteriores que fuera a denunciarlo, y el último día, en vista de que no había ido, fui yo".
"Fui porque él no había ido, que era quien, con arreglo a la ley, tenía la obligación jurídica de comunicárselo al juez", ha añadido Cabanillas.
Otro paseillo de la kgb por la audiencia. Esto acabará en aguas de borrajas, porque todos mienten más que el rajao.
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