Sortu quiere 'enterrar' las pintadas
La izquierda 'abertzale' pretende imponer su relato tras medio siglo de terror y apuesta por renovar sus «modelos de propaganda» para persuadir a nuevos sectores
La «lucha por la libertad del pueblo vasco» que dice librar la izquierda abertzale se ha apoyado en el terrorismo de ETA y en la lucha ideológica en la calle a través de pancartas, carteles y pintadas amenazantes. La iconografía abertzale se ha apoderado con impunidad de muchos rincones del País Vasco para dar aire a sus mensajes hasta el punto de convertirse en otra arma eficaz. Pero esta seña de identidad puede tener los días contados, al menos como tradicionalmente ha sido concebida por el entorno radical, ya que Sortu considera que estas prácticas se «intuyen desfasadas» y apuesta por «renovar los modelos de propaganda» y adecuarlos «a la nueva realidad».
«Nuestra actividad propagandística (decoración de la calle, pintadas...) nos ha dado un estilo y personalidad propios», señala en uno de los apartados de su texto político que concluye que uno de sus «principales desafíos» será «analizar y renovar nuestros modelos de propaganda». Además, Sortu incluye que una de las cosas que define como «valor añadido» han sido las «pancartas, carteles, pintadas...» «Sortu deberá recuperar todas y cada una de esas prácticas que hoy en día se intuyen desfasadas y para ello deberá adecuarlas a la nueva realidad».
Hasta la fecha, las calles y plazas vascas mantienen una presencia notable de pintadas en las que predominan los mensajes de apoyo a los presos de ETA y la petición de su puesta en libertad. La decisión de «analizar en profundidad» y «renovar los modelos de transmisión de los mensajes» se recoge en la ponencia constituyente que la nueva marca de la antigua Batasuna debatirá en asambleas locales el sábado. Este análisis forma parte de la segunda fase de un proceso que debe determinar la línea política de esta formación tras su legalización.
Sortu es consciente de que las pancartas, carteles y pintadas representan las «señas de identidad» de su «personalidad comunicativa», pero no oculta que hay «una necesidad de renovar de raíz la comunicación».
Sortu apuesta por las redes sociales, donde «cada militante debe convertirse en agente de la lucha ideológica». «Quienes queremos transformar de raíz la situación tenemos mucho que ganar en ese nuevo terreno», resalta. No obstante, exhibe su «desconfianza» con «la revolución que viene de la red» debido «al control policial» y «las tendencias a la alienación que pueden generar».
La marca abertzale apuesta por «darle la vuelta» a la tendencia de años de «limitar la actividad comunicativa a la prensa», que «hasta ahora» ha sido su ámbito de trabajo «casi único y, muchas veces, sin demasiado éxito». A este respecto, puntualiza que «los poderes que controlan los medios de difusión se alinean frecuentemente» en su contra, lo que les ha «obligado a entrar en conflicto con ellos», con lo que se ha «empantanado» su política comunicativa. Por ello, argumenta que se debe dar «un salto cualitativo en otras herramientas» de comunicación.
Con una y otra fórmula, la consigna es clara: Sortu «tiene que elaborar el relato de las últimas décadas, el relato detallado de lo acontecido en Euskal Herria los últimos 50 años y además construir el discurso futuro». Batasuna confiere una especial relevancia a esta cuestión, ya que busca imponer en la sociedad vasca su verdad, la que justifica la sanguinaria historia de ETA por la consecución de la libertad del pueblo vasco.
Para ello, considera vital «atraer» a la generación joven que tiene una imagen «distorsionada» de la izquierda abertzale. Para captarla considera fundamental cambiar «esa falsa imagen» que han trasladado los medios de los abertzales como «un grupo humano negativo, problemático y destructivo». Por eso, pide mostrase «como un grupo positivo, eficaz, constructivo y agradable formado por personas». En ese camino, «comunicación y seducción van muy unidas». . M. A. SAN SEBASTIÁN
Usar el castellano y cuidar el modo de vestir
La apuesta en materia de comunicación que Sortu plantea en su ponencia política incide en la necesidad de no desterrar el castellano a la hora de difundir su mensaje, lo que va en contra de la excluyente política que está llevando a cabo la Diputación de Guipúzcoa de vetar este idioma en sus comparecencias públicas. La formación indica, incluso, que en el aspecto lingüístico «puede ser contraproducente o inadecuado dar la imagen de estar cerrando puertas». El borrador del documento que se someterá a debate en las asambleas locales el próximo sábado determina que «tan importante como el mensaje es en qué canal e idioma se transmite», por lo que apunta que hay que hacer «una profunda reflexión» en torno a las lenguas de uso. Aunque Sortu constata que hay que «dejar clara desde el comienzo la centralidad del euskera», entiende como «necesaria la utilización de diferentes idiomas» sobre la base de que «afuera hay muchas aliadas y colaboradores que pueden difundir el mensaje» de la izquierda 'abertzale'. El partido pide un «esfuerzo» para trasladar el mensaje a los «numerosos sectores sociales de 'Euskal Herria' que no dominan» el vasco. Esta situación, precisa, las exige «tener en cuenta la realidad lingüística de cada lugar y marcar criterios». Más allá del idioma, la ponencia incide en la adecuada vestimenta y el vocabulario que deben usar sus portavoces. Recalca que «la marca Sortu y la militancia» son «la primera referencia» que la sociedad tiene de ellos, de modo que «hay que cuidar cuestiones muy importantes como la actitud, el modo de vestir y el vocabulario»
El PNV no quiere uniformados en la jura de Guernica
El portavoz del PNV en este periodo previo a la investidura de Íñigo Urkullu, Koldo Mediavilla, confirmó ayer que los nacionalistas no desean que haya presencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado y del Ejército el próximo sábado en la Casa de Juntas de Guernica, el lugar donde tradicionalmente juran los lehendakaris y que supondrá el tercer acto en la designación de Urkullu tras los debates parlamentarios del miércoles y del jueves en Vitoria.
Las propias Juntas Generales de Vizcaya, que ceden cada cuatro años este espacio al Parlamento vasco, aprobaron en junio de 2009 una resolución para impedir la presencia de «uniformados» -también de agentes de la Ertzaintza- en el salón de plenos, al considerarlo incompatible con el simbolismo para la paz que tiene Guernica.
La propuesta salió adelante con el apoyo del PNV, Aralar, EA y Alternatiba y con el rechazo del PP y el PSE-EE, que había invitado a mandos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil a la jura de Patxi López, «lo que generó una cierta controversia». No está confirmado aún si el Gobierno central, como es costumbre, enviará a algún representante a Guernica.
En una entrevista a la cadena Ser, Mediavilla afirmó también que el futuro lehendakari ha cerrado ya, «previsiblemente», la composición de su Gobierno, ya que tiene «plena dedicación a la elaboración de su equipo» y a confeccionar «la estructura» del nuevo equipo. A su juicio, Urkullu habrá «pulsado» a las mejores personas para ocupar las carteras que él determine.
La idea es que el nuevo Gobierno reduzca su número de consejeros, sea paritario -con el mismo número de hombres que de mujeres- y con independientes.
Fuentes del PNV indicaron a Efe que lo más probable es que el nuevo Ejecutivo esté compuesto por ocho consejerías, un número que permitirá cumplir las dos condiciones: una reducción apreciable de cargos y una división en cuatro hombres y cuatro mujeres.
Como no podía ser de otra manera, los batasunaris siguen a lo suyo. Y además ahora como el pnv está de nuevo en el poder, pues empieza a hacer de las suyas como ya vamos viendo. En fin, nada nuevo bajo el sol, los de siempre con lo de siempre.
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