jueves, 1 de noviembre de 2012

La hermana de Ordóñez logra en Venezuela datos sobre la conexión entre Chávez y ETA

M. ALONSO SAN SEBASTIÁN 01/11/2012 PORTADA/El Mundo


NO colabores con los secesionistas de Cataluña llenándoles los bolsillos con tu dinero e impuestos. NO compres sus productos ni contrates sus serviciosLa portavoz de la asociación vasca de víctimas Covite, Consuelo Ordóñez, viajó este fin de semana a Venezuela, donde consiguió acceder a una cárcel para recibir información clave para reactivar el sumario que investiga las relaciones del régimen de Hugo Chávez con ETA y las FARC.
La representante de las víctimas se entrevistó con un testigo protegido del caso en una prisión, a la que accedió haciéndose pasar por familiar del recluso.
La hermana del edil del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, se entrevistó con el oficial venezolano Milton Revilla en el centro para militares en el que le recluyó el Ejecutivo de Chávez el pasado mes de diciembre para «quitárselo de en medio», según Covite, por ser «testigo presencial de su colaboración con ETA» cuando estaba destinado a una zona en la que se entrenaban los etarras. Para no despertar sospechas, accedió con familiares del preso haciéndose pasar por una más (para lo que se sirvió del hecho real de ser nacida en Caracas).
Revilla había sido citado a declarar como testigo protegido en julio de 2011 dentro del sumario abierto por el juez de la Audiencia Nacional Velasco, pero no compareció porque fue encarcelado por filtrar información contra la seguridad de las fuerzas armadas. Según Covite, se trató de una represalia para evitar que implicase al régimen bolivariano.
En el encuentro con Consuelo Ordóñez, este militar «clave» le detalló información acerca del contenido de documentos existentes en los que fundamenta la denuncia de esta connivencia (entre otros, a través del etarra Arturo Cubillas) y las instancias donde estarían localizados.
A su vuelta a España, el lunes, Ordóñez facilitó los datos a la Audiencia Nacional, que va a cursar una orden para reclamar esta información al Ejecutivo de Chávez. «Espero que surta efecto, ya que si no lo denunciaremos», declaró la víctima del terrorismo a este diario.
La colaboración entre ETA y las FARC, con la posible anuencia en la última década del Gobierno bolivariano de Hugo Chávez, se remonta al menos a 1993. En la investigación que dirige el juez Velasco, se señala como clave de bóveda al etarra protegido por Venezuela Arturo Cubillas. En el sumario se ha constatado que varios miembros de ETA impartieron cursos a guerrilleros en la selva venezolana.
El juez mantiene procesados en España como responsables del aparato de ETA en Venezuela a sus ex jefes Thierry y Ata y, sobre todo, al mencionado Cubillas, reclamado por el Gobierno español desde octubre de 2010 y sin respuesta de las autoridades venezolanas.
La versión de Milton Revilla consiste en que, en septiembre de 2000, estaba destinado como comandante en el Estado de Zulia, fronterizo con Colombia, y allí recibió a un grupo de etarras que acudía a compartir entrenamiento con las FARC, bajo el mando de Arturo Cubillas.
Covite conoció la posibilidad de entrevistarse con el testigo protegido después de que un contacto en Venezuela hiciera llegar el mensaje de «socorro» del militar preso ante el riesgo de que desapareciera una documentación «vital». Se trataría de los informes que habría redactado él mismo para probar esta relación con ETA. La normativa administrativa venezolana establece que deben destruirse al cabo de 10 años y ese plazo vencerá dentro de dos meses.
Ahora, la Audiencia deberá cursar un oficio al Gobierno venezolano para que colabore con la Justicia y entregue estos documentos para avanzar en la causa abierta por el juez. Antes de viajar, Ordóñez se había garantizado el compromiso del fiscal jefe, Javier Zaragoza, de que la información iba a ser tenida en cuenta para avanzar en el sumario.
El viaje se enmarca dentro de la denuncia de Covite de que Chávez ha creado «un santuario de etarras» al dar protección a medio centenar de terroristas que suman 40 de «los 326 asesinatos que se encuentran a día de hoy sin resolver».
Ordóñez celebra que el objetivo del viaje se «ha cumplido». «Estoy muy satisfecha porque nos la jugábamos y todo ha servido mucho», señala, aún «impresionada» por el «valor» de un «testigo excepcional», que «está poniendo en riesgo su vida y libertad para denunciar esta impunidad».

1 comentario:

  1. Buena intervención de Consuelo en el santuario de los asesinos. En vez de hacerlo el gobierno, tiene que hacerlo una victima, manda carallo. Ahora, haber si surte efecto, cosa que está muy dificil con el bicho del chávez.

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