.Arrastran los pies. Los funcionarios que durante meses han seguido la pista a José Bretón están apesadumbrados. Han visto cómo un error en el informe de una facultativa se ha convertido en la gran noticia, que el error ha tapado la eficacia.
Y es que, como recuerdan mandos de la unidad dedicada a la resolución de la desaparición de Ruth y de José, «este caso lo teníamos que haber resuelto a la semana». Y no les falta razón. La cronología les arropa. Los hijos de José Bretón desaparecieron el 8 de octubre y el 10 ya se localizaron los restos óseos en Las Quemadillas. Los dos informes privados de los antropólogos han llegado a sus precisas conclusiones tras estudiar los restos en apenas 48 horas. La Policía Científica no elevó su informe, en el que hablaba de restos de animales, hasta el 10 de noviembre. Con la misma celeridad y precisión que los peritos privados, el caso podría haber estado resuelto en menos de una semana, apuntan los investigadores.
Defienden a capa y espada su actuación. Aseguran que han estado trabajando día y noche -y los mejores-, que no se han escatimado gastos, que se ha hecho todo lo que había que hacer. Estos mandos explican que la Policía había logrado realizar una reconstrucción de las horas en que Bretón estuvo con sus hijos hasta que denunció su desaparición que «sólo dejaba un margen de 10 minutos en que no supimos lo que había hecho». Aseguran que los agentes de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) siempre tuvieron claro que los hijos de José Bretón nunca salieron de la finca de los padres del presunto autor de la desaparición de los menores.
Recuerdan estos agentes que, incluso pese al informe científico que descartaba que los restos fueran humanos, no se perdió el hilo de la finca. Inciden en que, fruto de las investigaciones, se logró encarcelar a José Bretón, quien sigue en la cárcel. «El fallo en este informe pericial ha dado al traste con lo que ha sido hasta ahora un gran trabajo policial», defienden los mandos de la Policía Judicial.
Fuentes policiales explicaron que la facultativa que elaboró aquel el informe lleva más de 15 años trabajando en la Comisaría General de Policía Científica, en la Unidad Central de Identificación. Recalcan que no se trata de una policía sino de una facultativa, una especialista, que no es antropóloga pero sí médica especializada en medicina forense.
Explicaron estas fuentes que la facultativa ha trabajado en muchos casos con gran nivel de eficacia. Uno de sus últimos informes fue la identificación de los cadáveres localizados bajo el Puente del Rey, en Madrid, y que correspondían a las víctimas de los criminales serbios autodenominados los Tigres de Arkan, detenidos en Valencia y autores del asesinato del primer ministro de su país Zoran Djindjic en 2003.
Los investigadores policiales «están muy tocados», aunque confían en que tras los últimos informes de los antropólogos privados se dé el impulso necesario para resolver el caso. Se insiste en que el segundo informe fue encargado por la propia Policía.
Bretón no confiesa y se mantiene impasible ante el nuevo registro
La familia del padre de los niños solicita escolta policial ante las amenazas recibidas
José Bretón volvió a hacer uso de su carácter frío y distante durante las pruebas que en la mañana de ayer se practicaron en la finca de Las Quemadillas con el fin de recabar datos que esclarezcan lo ocurrido en la hoguera. El único imputado de la causa llegó a la parcela sobre las 9.00 horas, aunque no fue hasta media hora más tarde cuando el furgón policial que lo trasladaba desde el Centro Penitenciario de Alcolea, en Córdoba, accedió al interior de la finca.
Durante la inspección, que duró dos horas, la secretaria judicial, junto a forenses de la Policía Nacional, recogió muestras de la zona en la que Bretón realizó una hoguera el día de la desaparición de sus hijos. El padre de Ruth y José les acompañó impasible, junto a su abogado, José María Sánchez de Puerta.
Los investigadores recogieron lo ordenado por el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, con el fin de comprobar si la hoguera contenía restos humanos. En concreto, se analizaron unas palas que podrían haber estado en contacto con el fuego, la mesa de hierro que, según los informes, pudo haber servido como crematorio y un bidón de plástico para cotejar si en él hay huellas dactilares de Bretón. Asimismo, se recogieron muestras de tierra por si en ellas se apreciaran restos de gasolina o material inflamable que hubiese facilitado la combustión. Estos objetos serán analizados en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), de la Universidad de Santiago de Compostela.
Según Sánchez de Puerta, Bretón no admite haber asesinado a sus hijos, después de que este lunes dos informes externos concluyeran que se habían hallado restos óseos de los niños en una hoguera que se realizó en la finca de Las Quemadillas. Es más, el padre de Ruth y José calificó de «aberración» que se diga que sus hijos han sido quemados en una hoguera, afirmó el letrado.
El abogado adelantó que no dejará el caso, ya que incluso su cliente le ha pedido que siga. No obstante, apuntó que, de confirmarse los informes, la línea de defensa seguida hasta ahora tendría que cambiar. Así, Bretón pasaría de estar acusado de dos delitos de detención ilegal de menores con la agravante de parentesco, a dos delitos de asesinato, por los que podría ser condenado a 50 años de prisión.
Por otra parte, la casa de los padres del único imputado, ubicada en la calle Carlos Romero de la capital cordobesa, permanece cerrada a cal y canto, sin que en ella se descubra ninguna actividad. Presenta una apariencia de vivienda abandonada por vacaciones. Desde el lunes nadie ha entrado ni salido del domicilio y las persianas de todas las ventanas están bajadas.
Tras conocerse la noticia este lunes de que se habían hallado restos de los niños en una hoguera, las reacciones no tardaron en llegar. La vivienda amaneció con grandes pintadas en su exterior que tildaban de «asesino» a Bretón, además de experimentar un constante bombardeo de huevos durante todo el día de ayer.
Otra de las afectadas es la hermana de José Bretón, Catalina, quien ante la imposibilidad de salir a la calle sin ser increpada y amenazada ha solicitado escolta policial. En una de estas salidas, al verse acosada, la mujer acabó estrellando su coche contra otro que permanecía estacionado en la acera.
La familia de José Bretón está siendo objeto de numerosas críticas. Este lunes la plataforma Ruth y José, niños desaparecidos convocó ante las puertas de la casa de Catalina Bretón una concentración silenciosa para criticar su mutismo en el caso de la desaparición de sus sobrinos.
La plataforma y la familia materna de los niños acusan a los padres y hermanos de Bretón de ocultar la verdad y encubrir la red de mentiras que éste presuntamente ideó para no ser descubierto.
No es la primera vez que la familia de Bretón se somete al escarnio público. Cuando los padres acudieron en el mes de mayo a declarar ante el juez, numerosos ciudadanos los insultaron e increparon a las puertas de los juzgados, llegando incluso a zarandearlos.
Desde ese día los padres del imputado permanecen en un segundo plano y sólo se les ha visto cuando han ido a la cárcel a visitar a su hijo.
José Bretón volvió a hacer uso de su carácter frío y distante durante las pruebas que en la mañana de ayer se practicaron en la finca de Las Quemadillas con el fin de recabar datos que esclarezcan lo ocurrido en la hoguera. El único imputado de la causa llegó a la parcela sobre las 9.00 horas, aunque no fue hasta media hora más tarde cuando el furgón policial que lo trasladaba desde el Centro Penitenciario de Alcolea, en Córdoba, accedió al interior de la finca.
Durante la inspección, que duró dos horas, la secretaria judicial, junto a forenses de la Policía Nacional, recogió muestras de la zona en la que Bretón realizó una hoguera el día de la desaparición de sus hijos. El padre de Ruth y José les acompañó impasible, junto a su abogado, José María Sánchez de Puerta.
Los investigadores recogieron lo ordenado por el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, con el fin de comprobar si la hoguera contenía restos humanos. En concreto, se analizaron unas palas que podrían haber estado en contacto con el fuego, la mesa de hierro que, según los informes, pudo haber servido como crematorio y un bidón de plástico para cotejar si en él hay huellas dactilares de Bretón. Asimismo, se recogieron muestras de tierra por si en ellas se apreciaran restos de gasolina o material inflamable que hubiese facilitado la combustión. Estos objetos serán analizados en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), de la Universidad de Santiago de Compostela.
Según Sánchez de Puerta, Bretón no admite haber asesinado a sus hijos, después de que este lunes dos informes externos concluyeran que se habían hallado restos óseos de los niños en una hoguera que se realizó en la finca de Las Quemadillas. Es más, el padre de Ruth y José calificó de «aberración» que se diga que sus hijos han sido quemados en una hoguera, afirmó el letrado.
El abogado adelantó que no dejará el caso, ya que incluso su cliente le ha pedido que siga. No obstante, apuntó que, de confirmarse los informes, la línea de defensa seguida hasta ahora tendría que cambiar. Así, Bretón pasaría de estar acusado de dos delitos de detención ilegal de menores con la agravante de parentesco, a dos delitos de asesinato, por los que podría ser condenado a 50 años de prisión.
Por otra parte, la casa de los padres del único imputado, ubicada en la calle Carlos Romero de la capital cordobesa, permanece cerrada a cal y canto, sin que en ella se descubra ninguna actividad. Presenta una apariencia de vivienda abandonada por vacaciones. Desde el lunes nadie ha entrado ni salido del domicilio y las persianas de todas las ventanas están bajadas.
Tras conocerse la noticia este lunes de que se habían hallado restos de los niños en una hoguera, las reacciones no tardaron en llegar. La vivienda amaneció con grandes pintadas en su exterior que tildaban de «asesino» a Bretón, además de experimentar un constante bombardeo de huevos durante todo el día de ayer.
Otra de las afectadas es la hermana de José Bretón, Catalina, quien ante la imposibilidad de salir a la calle sin ser increpada y amenazada ha solicitado escolta policial. En una de estas salidas, al verse acosada, la mujer acabó estrellando su coche contra otro que permanecía estacionado en la acera.
La familia de José Bretón está siendo objeto de numerosas críticas. Este lunes la plataforma Ruth y José, niños desaparecidos convocó ante las puertas de la casa de Catalina Bretón una concentración silenciosa para criticar su mutismo en el caso de la desaparición de sus sobrinos.
La plataforma y la familia materna de los niños acusan a los padres y hermanos de Bretón de ocultar la verdad y encubrir la red de mentiras que éste presuntamente ideó para no ser descubierto.
No es la primera vez que la familia de Bretón se somete al escarnio público. Cuando los padres acudieron en el mes de mayo a declarar ante el juez, numerosos ciudadanos los insultaron e increparon a las puertas de los juzgados, llegando incluso a zarandearlos.
Desde ese día los padres del imputado permanecen en un segundo plano y sólo se les ha visto cuando han ido a la cárcel a visitar a su hijo.
Pues así es, y llevan razón,pero ahora estamos como estamos. El del ácido bórico y tal y tal, parece que lo mantenían en su sitio. Si es que estos peperos, son tontos desde que festejaban sus abuelas. No espabilarán nunca.
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