- 08 ABR 2012 | MANUEL CERDÁN/La gaceta
Zapatero había llegado a un acuerdo secreto con ETA a espaldas de los partidos y de la sociedad.
- 08 ABR 2012 | MANUEL CERDÁN/La gaceta
No sólo bastaba con las actas levantadas por ETA sobre sus encuentros en Ginebra y Oslo con los emisarios de Zapatero durante 2006 y 2007, las investigaciones periodísticas y el libro ETA: las claves de la paz del secretario de los socialistas vascos Jesús Eguiguren sobre esas negociaciones, sino que ahora la banda terrorista además, nos regala un documento definitivo en el que, por si a alguien le quedaba alguna duda, asesta la puntilla al Gobierno de ZP desvelando los compromisos de La Moncloa. Eso sí, la dirección de ETA se queja de los incumplimientos de Zapatero y Rubalcaba. Y si habla de incumplimientos, es porque previamente habían trazado una hoja de ruta. Lo que algunos denunciábamos: ZP había llegado a un acuerdo secreto con ETA a espaldas del resto de las fuerzas democráticas, el Parlamento y la opinión pública.
Acabamos de conocer el contenido de una misiva que en febrero la cúpula etarra remitió a sus presos para desvelarles el plan que había suscrito con ZP, que incluía beneficios penitenciarios y la legalización de la izquierda abertzale. Según ETA, la organización armada anunció el supuesto abandono de las armas en octubre pasado después de que Zapatero asumiera una serie de medidas que luego incumplió. La carta de ETA deja en claro que Zapatero –actual miembro del Consejo de Estado– y Rubalcaba no dudaron en cruzar la línea roja de la legalidad con el fin de que la banda emitiera su comunicado antes de las elecciones del 20-N y así obtener réditos electoralistas.
ETA se queja de esos incumplimientos pero, al mismo tiempo, reconoce algo que muchos llevamos denunciando desde hace meses: los intereses partidistas de Zapatero no sólo fortalecieron la “posición política” de la banda, sino que además catapultó sus tesis soberanistas: “El independentismo cada vez está más fuerte a modo de opción política y se refleja en las dos últimas elecciones”, se jacta la dirección de la organización terrorista.
Pero eso no es todo, las trapisondas de Zapatero y Rubalcaba con ETA desde mucho antes de que llegaran a La Moncloa, el caso Faisán y el chivatazo, la salida de prisión de Díaz Usabiaga, las fugas de De Juana y Troitiño, la legalización de Bildu y Amaiur, las presiones para que Otegui abandone la cárcel y Sortu sea legalizada por el Tribunal Constitucional y el limbo judicial en el que se halla Josu Ternera, llevan a la cúpula de la banda a decirles a sus presos que “la credibilidad de ETA y de la izquierda abertzale ha aumentado” mientras la del Estado “ha disminuido”. ETA delira cuando afirma que ha crecido su credibilidad –¿acaso puede crecer la verosimilitud de una banda de asesinos que durante 50 años ha utilizado el tiro en la nuca y el coche bomba como única arma de diálogo y entendimiento?–, pero no se equivoca cuando reconoce que durante todo el proceso de encuentros secretos con los emisarios de Zapatero disminuyó la dignidad y fiabilidad del Estado de Derecho. Las concesiones de Zapatero sirvieron, finalmente, para potenciar a una ETA que se hallaba bajo mínimos, acosada por las fuerzas de seguridad. De esa situación de desguace se pasó a una ETA más unida y fortalecida. Basta leer la carta para detectar que la banda ha recuperado el nivel de insolencia de sus mejores momentos.
Al menos, en la misiva se trasluce una visión más realista de su situación actual, alejada de los triunfalismos de los años del zapaterismo. La banda reconoce y asume que el Gobierno del PP va a exigir su desarme y disolución para “no dar pasos”. Esa es la única hoja de ruta que ante sí tienen los terroristas. Habrá que esperar a su estrategia de cara a las próximas elecciones en el País Vasco. Esta vez sin secretismos ni oscurantismos.
Pues claro que nos engañó a todos. Y ahora que pasa, no se le puede meter mano a zp y sus mariachis??, y nos quedamos tan a gusto. Vaya panda de insurrectos que estamos hechos todos, solo protestamos, pero no nos movemos por nada...
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