Los radicales provocan incidentes en Andoain, Basauri y Bilbao / La Policía había alertado a Interior de la estrategia
La violencia callejera de ETA renace. Su objetivo: presionar al Gobierno para que haga «gestos» con los presos terroristas. Los incidentes se han sucedido en Andoain (Guipúzcoa), Basauri (Vizcaya) y Bilbao durante las últimas horas. Tras la declaración de ETA de alto el fuego permanente, el denominado terrorismo callejero quedó también reducido prácticamente a cero.
Pero conforme van pasando los meses y aumenta la presión hacia el Ejecutivo de Mariano Rajoy para que acerque a los presos de ETA a las cárceles del País Vasco, la kale borroka ha comenzado a renacer. La noche del jueves puso en evidencia cómo la tendencia es creciente, tal y como auguraban ya los especialistas en la lucha contra el terrorismo en diferentes informes enviados al Ministerio del Interior.
Un grupo de desconocidos incendió en Andoain (Guipúzcoa) cuatro contenedores, lo que obligó a desalojar un edificio, cuya fachada resultó afectada por las llamas. Desde el Gobierno vasco «no se descarta» que se trate de un acto de violencia callejera. Además, el incendio causó importantes daños en una entidad bancaria. Los radicales incendiaron también contenedores en Basauri.
El Gobierno vasco sí sostiene que los incidentes que se registraron la noche del miércoles en Vitoria, donde desconocidos prendieron fuego a tres contenedores de basura, no tienen relación con la denominada kale borroka. Como consecuencia de ese incendio, un vehículo estacionado al lado sufrió importantes daños.
Los incidentes de Bilbao tras el partido de fútbol del jueves en San Mamés fueron aún más graves. Se baraja la posibilidad de que la Ertzaintza fuera víctima de una emboscada. La policía autónoma recibió llamadas tras el partido alertando de que había un joven herido. Allí llegó una furgoneta de la Ertzaintza, junto a una Herriko taberna, y fue recibida a botellazos. Los agentes tuvieron que repeler la agresión. A consecuencia de los incidentes, un joven está ingresado grave con fracturas craneal y tres ertzainas resultaron también heridos.
Los agentes entienden que estamos ante una escalada de la violencia callejera. Y la enmarcan dentro de la campaña de presión al Gobierno para que se produzca un giro radical en su política penitenciaria.
De hecho, las Fuerzas de Seguridad del Estado tienen localizados en el País Vasco a tres grupúsculos abertzales similares en su estructura y funcionamiento a la organización juvenil ilegal Segi, que podrían estar detrás de la veintena de incidentes registrados desde enero en las calles vascas. Los tres taldes se encontrarían activos y actuarían en Vitoria, San Sebastián y en el barrio bilbaíno de Santurce. No contarían con el visto bueno de la izquierda abertzale, que repite que la violencia está fuera de su estrategia política.
El Departamento vasco de Interior ni confirma ni desmiente este extremo, pero sí ha alertado recientemente de que existen elementos radicales descontrolados -«nostálgicos», en palabras del consejero Rodolfo Ares- que han provocado incidentes de pequeña entidad en lo que va de 2012. A la Consejería de Interior, en cualquier caso, le preocupa más la violencia callejera de corte anticapitalista, que también se ha acentuado en las últimas semanas. Aunque no la vincula directamente con el entorno de ETA, es la División Antiterrorista de la Ertzaintza la que está investigando, informa Iker Rioja.
Desde la izquierda abertzale, la idea es clara: ETA ha dado pasos y ahora le toca al Gobierno. La organización terrorista ya se ha quejado amargamente en documentos internos, conocidos recientemente, de que el anterior Ejecutivo de Zapatero había alcanzado una serie de compromisos en materia política (legalización de Sortu) y penitenciaria (presos) que el actual equipo de La Moncloa no ha cumplido.
En los informes policiales ya se apuntaba como previsión un recrudecimiento de la violencia callejera. Además, los analistas policiales entienden que no se trata de un hecho esporádico, sino que «se mantendrá en el tiempo», ya que hay una parte de Segi decidida a seguir esa línea, sobre la que Batasuna no tiene ningún poder ni mando.
En la Declaración de Alsasua se apuntaba que el terrorismo callejero, la denominada kale borroka, era incompatible con la tregua permanente de ETA.
Incluso, en los documentos estratégicos de Batasuna sobre sus líneas de actuación para 2012, adelantados por EL MUNDO, se aseguraba que la única garantía de que no se repita el conflicto es asumir la solución global, en referencia a que si no se asumen las reivindicaciones abertzales, la violencia puede volver.
Pues claro, que os pensábais, que esto era coser y cantar??. Van a echar mano de todo su espíritu de paz que tienen estos malnacidos, para poder conseguir sus propóritos. El gobierno debe ser implacable y darles caña, porque si se siguen bajando los calzones, no haremos nada más que darle aire a estos, y se nos van a mear en la gorra.
ResponderEliminarEn el País Vasco, los socialistas, de la mano de Rodolfo Ares, estaban empeñados en decir que la kale borroka no existía. Ellos eran los únicos que no la veían, al igual que no vieron la crisis y si vieron, donde nadie vio, los brotes verdes.
ResponderEliminarAhora son contenedores, semáforos, cajeros automáticos... cuando sea una persona, un solo rasguño, una herida, una muerte... algún político de los que no ven kale borroka, va a ir al hospital o al funeral para decir que "eso cosa de nostálgicos", algo sin importancia.