Aralar estuvo trabajando hasta «últimas horas de la noche» del jueves, «haciendo todos los esfuerzos habidos y por haber», con «contactos multiformes» para evitar lo inevitable: su fractura. El Parlamento vasco escenificó ayer lo que era una realidad, la ruptura de la formación liderada por Patxi Zabaleta una década después de su fundación como escisión de la izquierda abertzale, toda vez que tres de sus cuatro representantes en la Cámara vasca, Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, no siguieron las directrices de la Ejecutiva del partido y votaron a favor de la ponencia parlamentaria para gestionar el fin de ETA.
¿Conclusión? Horas después de lo sucedido en la Cámara, el coordinador general de Aralar solicitó a los tres parlamentarios díscolos que pongan su cargo a disposición del partido «en nombre de la ética política» y que respondiesen a su petición «pronto». No obstante, rechazó de momento la posibilidad de abrir un expediente a los tres parlamentarios a la espera de acontecimientos.
Aunque fueron muchas las preguntas sobre el inmediato futuro que le espera a Aralar, y la decisión que adoptará la formación en caso de que los tres parlamentarios vascos acepten o rechacen acatar esta medida, Zabaleta no se salió del guión y no quiso «adelantar hipótesis». Reconoció el derecho a discrepar de los tres parlamentarios díscolos, pero no el de actuar en contra de los criterios adoptados por la Ejecutiva del partido, que el lunes acordó no aceptar «ninguna excepción ni exclusión al diálogo que es imprescindible para la paz» en el País Vasco.
Denunció que, con su actuación, los representantes de Aralar han «regalado un valioso instrumento a los que están en contra de un diálogo digno y sin exclusiones», en alusión a la decisión de PP, PSE y PNV de dejar fuera a la izquierda abertzale de la ponencia que fue impulsada por la propia Aralar. Según manifestó, la ponencia creada en el Parlamento Vasco «nace muerta, no tiene porvenir» y constituye un «error político perjudicial para el proceso de paz y normalización porque desfigura y perjudica esos objetivos», toda vez que supone «dar una ventaja y abrir camino a quienes ponen excepciones».
La parlamentaria de Aralar y principal muñidora de la ponencia, Aintzaine Ezenarro, no pudo ocultar ayer su preocupación y tristeza en los pasillos del Parlamento vasco tras desmarcarse de la línea oficial de su partido. Ezenarro fue consciente desde primeras horas de la mañana de que iba a traspasar una línea roja.
El Parlamento vasco dio ayer luz verde a la ponencia, aunque sin acordar previamente su régimen de funcionamiento ni el papel que desempeñará Batasuna. Todos los partidos, a excepción de UPyD, EA y Dani Maeztu de Aralar, se decantaron por respaldar una transaccional donde no se aclaraba si la izquierda abertzale estará o no presente, como dictaba el establishment de Aralar. Ese debate lo dejarán, según fuentes parlamentarias, para más adelante y permitirá vislumbrar de nuevo las discrepancias entre todos los promotores de la ponencia.
Los populares, que no firmaron la transaccional, confían en que el lehendakari cumpla con su palabra de garantizar que todos los participantes habrán condenado antes a ETA. Varios miembros del PP afirmaron que «están tranquilos» porque cuentan con el apoyo del PSE para frenar la irrupción de la izquierda abertzale, que será demandada por el resto de grupos. Además, su dirección baraja nombrar a Carmelo Barrio como su representante en la ponencia para liderar un discurso exigente.
>Videoanálisis de Josean Izarra sobre las tensiones en el seno de la izquierda abertzale.
Libre al grito de «Venceremos»
El preso de ETA José María Pérez Díaz salió ayer de la prisión de Burgos por orden de la Audiencia Nacional, después de que el Tribunal Constitucional estimara su recurso contra la aplicación de la 'doctrina Parot' de cumplimiento secuencial de las penas por cada delito. Ante familiares y amigos, el etarra abandonó la cárcel gritando «Irabaziko dugu» (Venceremos).
La Audiencia también ordenó excarcelar a José Ignacio Gaztañaga y Juan María Igarataundia. Junto a Pérez Díaz son los únicos presos a los que el TC otorgó el amparo en contra de la 'doctrina Parot'.
En referencia al resto de casos (31) a los que el Constitucional aplicó la citada doctrina, los partidos integrados en Amaiur y las otras organizaciones firmantes del Acuerdo de Guernica lo interpretaron como una «evidencia» de la intención del Estado de «abortar» la actual «oportunidad histórica para alcanzar la paz».
Así, convocaron una manifestación para el 14 de abril en San Sebastián y anunciaron «la apertura inmediata de una ronda de contactos» con el «resto de agentes del país» que no forman parte del Acuerdo de Guernica.
«El Estado español quiere perpetuar una situación de bloqueo» y «pretende que las aguas de la resolución del conflicto se estanquen con la esperanza de que se pudran», destacaron en un texto leído en rueda de prensa en la que participaron Rufi Etxeberria por la izquierda 'abertzale', Ikerne Badiola por EA, Jon Lasa por Alternatiba y Ernesto Merino por Aralar.
Vaya cagada de los de aralar, claro, quieren estar en el plato y en la tajá....
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