PP, PSOE, CiU, IU, PNV y los 'abertzales' votan en contra de la moción de Díez
El Congreso vivió ayer una jornada insólita. Por primera vez, el PP, el PSOE y todos los demás partidos votaron con la izquierda abertzale. Pero no lo hicieron para exigir la disolución de ETA. Se pusieron de acuerdo en contra de la moción de UPyD que pedía que el Gobierno aplique la Ley de Partidos e inicie los trámites de ilegalización de Amaiur y de Bildu. 326 diputados votaron en contra y cinco (los de UPyD), a favor.La portavoz del partido magenta, Rosa Díez, llevó al Pleno una iniciativa tras su interpelación de la semana pasada al ministro del Interior, Jorge Fernández, que enumera «hasta 25 pruebas de la relación» de las dos coaliciones con Batasuna.
Pero ayer se encontró con que el PP y el PSOE habían pactado una enmienda a la que luego se sumaron CiU, IU, PNV, CC, UPN y Foro Asturias. Este texto instaba al Gobierno a «exigir el fin de ETA», «reforzar el compromiso con las víctimas» y a que «vele por el cumplimiento estricto de la ley». No decía nada de Bildu o Amaiur, es decir, ni siquiera hacía referencia al objeto de la moción.
Como Díez estaba de acuerdo con su contenido, sumó los tres puntos del texto a su moción y pidió que se votara todo. Los demás lo rechazaron y UPyD sometió a votación sólo su moción, que fue rechazada.
Los portavoces del PSOE y del PP habían asegurado que su enmienda era «histórica» y suponía «un acuerdo unánime para el fin de ETA», como resaltó incluso Jorge Fernández. Tras rechazar que se sumara a la moción de UPyD, PP y PSOE confirmaron que en principio no van a presentar ese documento para que se apruebe en otro pleno. Sólo sirvió, por tanto, para tratar de dar la vuelta la moción.
El debate fue muy tenso. Lo inició Rosa Díez pidiendo «la ilegalización de los que justifican el crimen y la historia de terrorismo de ETA» porque «hasta que no se condene la historia del terror, no podremos decir que hemos derrotado a ETA».
Díez preguntó al resto de grupos si «admitirían que en esta Cámara hubiera un partido que acepta y justifica la pederastia o la ablación» y apeló a que «el fin del terrorismo y de su historia no acabará hasta que en España no haya un Nüremberg».
Tras su intervención, Leopoldo Barreda (ex portavoz del PP en el Parlamento vasco) y Ramón Jáuregui (ex ministro de la Presidencia) escenificaron su cercanía actual con respecto al problema vasco.
Barreda acusó a Díez de actuar «con irresponsabilidad y demagogia», y aseguró que «con la endeblez de los indicios que presenta», instar la ilegalización de Bildu y Amaiur «daría alas a ETA». El diputado aseguró que Díez «contrapone su oportunismo al Estado de Derecho lanzando insidias contra el Gobierno».
Jáuregui coincidió con el portavoz del PP en que la pretensión de Díez es «inconsistente», «anacrónica» y en que instar la ilegalización llevaría a «una derrota del Estado».
Durante todo el día, los portavoces del PSOE y del PP descalificaron a Díez con todo tipo de adjetivos. Los socialistas fueron más lejos que nadie al asegurar que UPyD se situaba «en la extrema derecha».
El portavoz de Amaiur, Mikel Errekondo, rechazó tanto la moción de UPyD, partido que tildó de «unionista», «intransigente» y «retrógrado», como la enmienda del PP y del PSOE, que calificó como «un fraude» que «está muy lejos de poder ser considerada una hoja de ruta para avanzar hacia una resolución integral del conflicto político vasco».
Díez intervino al final por alusiones y recordó a Errekondo que «unionistas llamaban en el País Vasco a muchas personas antes de matarlas», como ocurrió, aseguró, con Joseba Pagazaurtundua: «Le llamaron unionista y luego le asesinaron».
PP, PSOE, CiU, IU, PNV y los 'abertzales' votan en contra de la moción de Díez.
ResponderEliminarMenuda cuadrilla, nunca mejor dicho, hay se demuestra lo que son, unos fariseos.