- "En un foco se encuentra siempre algo", dice un Tedax
- 24 ENE 2012 | Javier Sedano y Rodrigo Gavilán/La gaceta
Es imposible, dicen, que no fuese impregnado con explosivo. Alfonso Vega, perito jefe de la Policía Científica, afirmó durante el juicio que todos los coches estaban fundidos.
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“Hoy en día el vagón no vale para nada, pero en su momento pudo ser de gran valor”. Ocho años después de la mayor matanza terrorista ocurrida en la historia de España, la mayor parte de las pruebas han desparecido para siempre: unas han quedado en el olvido, otras –intencionadamente o no– fueron destruidas y algunas fueron escondidas, como el vagón de la calle Téllez, del que nada se sabía hasta que el pasado sábado LA GACETA revelaba su existencia, semidestruido y ocultado por Fomento en el Taller Central de Reparaciones que Renfe tiene en Villaverde (Madrid).
Carlos Romero Batallán, perito químico durante el juicio del 11-M, asegura que el coche 011R, localizado hace unos días, albergó con toda seguridad componentes de la explosión. El vagón, dañado en el atentado del 11 de marzo de 2004, se encontraba situado en medio de las cuatro deflagraciones que acontecieron en la calle Téllez, en concreto se encontraba tras el primer vagón explosionado y, por lo tanto, su proximidad a uno de los principales focos le hacía protagonista para la recogida de muestras. Nunca fue así.
“La onda expansiva arrastra los componentes de la explosión que con toda seguridad impregnaron sillas, tapicería, ventanas, fuselaje, etc., los llamados elementos absorbentes”.
Lo indignante del caso es que durante el juicio, presidido por Gómez Bermúdez, y dada la escasez de muestras (23 de los cientos de señales que se recogieron en un principio) que finalmente fueron aceptadas, el perito preguntó por la existencia de más focos y la ubicación de los trenes retirados. Se le dijo que todos habían sido fundidos en los Altos Hornos de Vizcaya. Todos, menos uno.
“Salvo una –el polvo capturado de uno de los extintores–, el resto de muestras presentadas estaban lavadas, incluso solicité la aguas para analizarlas. Estaban destruidas. Como alternativa pregunté en repetidas ocasiones por la existencia y ubicación del resto de trenes. Me dijeron que todos estaban fundidos. Me lo comunicó el que fuera perito jefe de la Policía Científica durante el juicio, Alfonso Vega”, asegura Romero Batallán, uno de los tres peritos propuestos por la defensa a instancias de la Audiencia Nacional. “El 11-M ha sido la mayor frustración técnica de mi carrera porque la verdad nunca triunfó” confiesa el perito, quien, además, muestra su profunda indignación por la aparición de este vagón, tapado durante tantos años y del que hasta ahora se negaba su existencia.
“Incompetencia”
Un Tedax de la Guardia Civil, profundo conocedor del caso y uno de los mayores expertos en explosivos de la Guardia Civil, confirma también que de haberse analizado conveniente el vagón “hubiese aportado muchísimos datos”. “En un foco de explosión siempre se encuentra algo, lo que demostraron los destinados a las zonas fue una incompetencia total, un puro despropósito”. En definitiva, una de las tantas y tantas irregularidades que acontecieron durante esos días.Lo cierto, dado el paso del tiempo, es que ya no se podrá rescatar vestigio alguno fiable del coche, de uno de los coches destruidos y resucitado.
Por incompetentes, todos al trullo. Vaya fiasco de justicia, de gobierno zapateril, y de los de la kgb que son los más culpables de todos.
ResponderEliminarQueremos saber la verdad.