El presidente saliente cierra el traspaso de poderes trasladando también al líder del PP las claves de las relaciones con el CNI y con la Corona
José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy dieron ayer por cerrado el proceso de traspaso de poderes en una reunión que duró algo menos de dos horas y en la que ambos estuvieron a solas, sin asesores, en el despacho de la residencia privada del presidente.
El encuentro tenía como objetivo aclarar y rematar flecos pendientes de los encuentros ministeriales que se han mantenido pero, sobre todo, sirvió para que el presidente saliente trasladara a su sucesor cuestiones relacionadas con los compromisos exteriores adquiridos por España tanto de carácter político como económico y le traspasara la información másconfidencial y delicada acerca de los mecanismos de relación con el CNI y con la Corona.
Las fuentes consultadas tanto en Moncloa como en Génova coinciden en señalar que, en esta última reunión antes de que Mariano Rajoy sea investido como nuevo jefe de Gobierno, el presidente saliente debía detallar la «agenda de compromisos a heredar» en la que se incluyen, además de acontecimientos inmediatos de carácter político, como por ejemplo la visita que el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, tiene previsto realizar a España el próximo 16 de enero para ser condecorado con el Toisón de Oro, otros de contenido económico y que revisten la máxima importancia para el país.
Entre estos últimos figuran, según las fuentes consultadas, proyectos de inversión importantes que aún necesitan de gestiones al más alto nivel para fructificar. Y citan: el proyecto de tren de alta velocidad entre Medina y La Meca (Arabia Saudí); los proyectos de explotación petrolífera de Repsol en aguas saharauis, y las negociaciones de compra de deuda soberana española con China y Rusia.
Asimismo, las fuentes citan especialmente las relaciones con Marruecos en general, siempre complejas pero esenciales y que suelen adquirir relevancia precisamente en los momentos de cambio de Gobierno en España. Ahora, los contactos con Rabat se verán claramente influidos por la decisión del Parlamento Europeo de no renovar el acuerdo de pesca entre el país norteafricano y la UE. En Génova aseguran que desde hace días se han cruzado cartas y mensajes con el nuevo Ejecutivo marroquí para pavimentar unas relaciones que esperan sean «fructíferas y amistosas».
EEUU y los lazos con la Administración Obama, así como los compromisos con los distintos socios de la Unión Europea, son los otros dos asuntos exteriores de máxima relevancia para el Gobierno que encabezará Rajoy y que han sido traspasados con detalle por parte del aún presidente Zapatero.
Todas éstas son cuestiones de alta política que forman parte de los dosieres que gestiona muy directamente la Presidencia del Gobierno y que, en consecuencia, deben ser objeto de repaso y análisis exclusivamente entre presidentes.
Además de estos asuntos, las fuentes señalan otros dos que tanto Rajoy como Zapatero tenían pendientes de abordar: las claves y los mecanismos de la relación con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y con la Corona.
El CNI depende del Ministerio de Defensa y su director despacha ordinariamente con la ministra de este departamento; no obstante, los temas más importantes y delicados que competen a los servicios de inteligencia se tratan directamente con el presidente del Gobierno. Estos dosieres son los que Zapatero en persona ha traspasado a su sucesor quien, a partir de la próxima semana, cuando ya cuente con un equipo gubernamental formado, deberá valorar la oportunidad de acometer o no cambios en la cúpula del CNI.
Las fuentes consultadas en el PP apuestan por que Mariano Rajoy no hará una «revolución» en el servicio de inteligencia y ni tan siquiera propiciará cambios inmediatos. También hacen extensivo este vaticinio a la cúpula militar, que será modificada pero previsiblemente no de manera inminente.
Igualmente, citan como asunto abordado en el encuentro el de las relaciones con la Corona. Este dosier, que en principio no debería presentar dificultades especiales, ha adquirido condición de comprometido y complejo a raíz de la investigación judicial que se está llevando a cabo sobre el entramado empresarial del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, miembro de la Familia Real por su matrimonio con la Infanta Cristina.
Tanto el presidente saliente como el entrante son conscientes de los graves perjuicios que las cada vez más documentadas sospechas sobre las actividades del yerno del Rey están ocasionando a la imagen de la Jefatura del Estado y a la institución monárquica.
Ayer mismo, el todavía ministro portavoz, José Blanco, aseguró que el Ejecutivo saliente no había llegado a plantearse la posibilidad de una futura ley de la Corona que regule con detalle la actividad de la institución, pero sí avanzó que, en el caso de que el nuevo Gobierno decida impulsar un proyecto de este tipo, el PSOE «escucharía cualquier propuesta en esa dirección» con el espíritu de trabar en torno a la misma «el máximo consenso».
La reunión que ayer mantuvieron Rajoy y Zapatero en el despacho privado de la planta baja del palacio de La Moncloa será la última antes de la investidura, aunque probablemente ambos sigan manteniendo un contacto fluido, tal y como reconoció el jueves el futuro presidente.
Las relaciones entre ambos han llegado a un punto que tanto en círculos populares como socialistas se califica como de «claro entendimiento» y «muy cordiales».
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Lucía Méndez sobre el traspaso de poderes entre Zapatero y Rajoy.
Bueno, pues haber si no le da los papeles cambiados.O no le da todos los papeles, que esa es otra.
ResponderEliminarValiente personajillo este zp, está simpático haciendo el guiño de la ceja....
Que se vaya a contemplar las nubes y que le despejen la cabeza, que falta le hace. Esto de irse de rositas es un triunfo de los de la casta, dejan España hecha un erial y no pasa nada, deberían de juzgarle por lo mal que lo ha hecho, y por los perjuicios ocasionados. Que jeta tienen.