400 'abertzales' radicales piden la «vuelta a casa» de los «represaliados políticos»
Cerca de 400 ex presos de la banda terrorista ETA y otras organizaciones pertenecientes a la izquierda abertzale radical defendieron ayer en Azpeitia que sin amnistía, sin la «vuelta a casa» de los reclusos de la organización, «no se podrá superar esta fase del conflicto».
En el comunicado que leyeron tanto en euskara como en castellano utilizaron de forma deliberadamente ambigua el término: unas veces como sinónimo de fin de la dispersión de presos y otras como excarcelación.
La petición de «vuelta a casa» de los «represaliados» puede significar ambas cosas, pero como no permitieron a los medios de comunicación hacer ninguna pregunta tras la lectura del texto, no quedó claro.
En cualquier caso, los ex reclusos pidieron una «colosal» movilización social que exija el fin de la política de dispersión penitenciaria, y llamaron a los ciudadanos a secundar la manifestación convocada para el próximo 7 de enero en Bilbao.
Reunidos en el frontón de la localidad guipuzcoana y tras celebrar una asamblea a puerta cerrada a la que no permitieron acceder a los medios de comunicación, sus dos portavoces -Begoña Uzkudun y José Antonio Torre Altonaga- aseguraron tajantemente que «tiene que darse la vuelta a casa de todos los presos y huidos», porque «para solucionar las bases del conflicto político debe darse salida al mismo tiempo a las consecuencias», según recalcaron.
«La vuelta a casa de los presos y huidos y superar las razones de su existencia es lo que entendemos como amnistía», indicaron en su nota los ex reclusos de la banda terrorista.
En ningún momento de su intervención de ayer en Azpeitia los ex internos hicieron mención a las víctimas ni expresaron arrepentimiento alguno por los más de 800 asesinatos que los distintos atentados de la organización armada han dejado tras de sí durante más de cuatro décadas de actividad sangrienta.
Más bien, sus referencias al pasado y a toda la trayectoria etarra tuvieron que ver con lo que afectó a los propios terroristas a causa de su actividad en la banda. «A lo largo de décadas no ha habido una generación en nuestro pueblo que no haya sufrido la cárcel o el destierro», recalcaron los ex presos, que cifraron en «más de 10.000» las personas que han pisado las cárceles españolas y francesas por «razones políticas» en los últimos 50 años.
Según sus propios cálculos, el colectivo de «presos políticos vascos» está formado a día de hoy por 616 personas.
A todas ellas, el grupo de ex reclusos mostró ayer su «más sincero amor y agradecimiento», pues considera que todos y cada uno fueron encarcelados debido a «sus compromisos con la libertad o con la justicia».
Los reunidos ayer entienden que en los últimos tiempos del escenario político se han dado varios «pasos unilaterales» encaminados a lo que llaman la solución del conflicto. En concreto, en el acto de ayer se citaron las distintas alianzas políticas, la Conferencia Internacional de Paz, las movilizaciones populares, los resultados de las elecciones generales y las decisiones tomadas por la banda terrorista ETA como «claras muestras del cambio que se está dando en este pueblo». Agregaron, no obstante que «los fundamentos y las consecuencias del conflicto siguen ahí, y una clara muestra de ello es la política penitenciaria».
En su comunicado de ayer, los ex internos subrayaron la «necesidad» de excarcelar a los presos que padecen enfermedades graves, de derogar la doctrina Parot -«con la que se ha castigado a 74 presos»- y de acabar con la política de dispersión penitenciaria. Y el principal argumento, para ellos, es que «todo esto impide a los presos» de la banda terrorista «participar en la fase política» cuando han demostrado «madurez». Y para ello ponen como prueba irrefutable la firma del Acuerdo de Guernica.
Para terminar, el colectivo de ex reclusos de ETA subrayó ayer en Azpeitia que su «responsabilidad es dejar a las generaciones venideras un pueblo sin presos ni huidos». «Nuestra venganza será la sonrisa de nuestros hijos. Lo dijo el huelguista de hambre irlandés (en referencia al activista Bobby Sands) y lo decimos también nosotros», recalcaron.
Un gran aplauso siguió de inmediato a la lectura del comunicado y todos los presentes cantaron a coro la consigna Bakerik ez amnistiarik gabe (Sin amnistía no hay paz).
Eso, sin amnistia no hay paz. Pues que bien, y yo digo, sin asesinatos, y sin asesinos en las calles, habrá paz. Y los que están en las cárceles, que cumplan las penas integras, y si quieren amnistia y beneficios penitenciarios, que los tengan, cuando lps asesinados vuelvan a sus casas...
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