- “Siempre ha ocupado cargos cómodos dentro de la Policía”
- 29 DIC 2011 | José Luis Cervero. Madrid/La gaceta
El comisario Enrique Taborda frenó las investigaciones sobre la trama corrupta de médicos dominicanos ilegales. Ahora llega a la Embajada de Ecuador como agregado.
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En sus últimas bocanadas, el Gobierno socialista en funciones premió con un destino millonario a uno de los comisarios de Policía que favorecieron la política de Alfredo Pérez Rubalcaba en Interior. Se trata de Enrique Taborda Álvarez, hasta ahora comisario general de Extranjería y Fronteras y que en los próximos días se incorporará como agregado policial a la Embajada española en Ecuador, un destino de lujo deseado por todos los componentes del Cuerpo Nacional de Policía y que el Gobierno en funciones, se lo sirvió en bandeja a uno de los mandos policiales que más se distinguieron por servir en su puesto a los intereses del PSOE. El nuevo cargo adjudicado a dedo a Taborda lleva consigo un aumento millonario en sus retribuciones mensuales, con más de seis mil euros de sueldo al mes.
El comisario Taborda ordenó –en enero de este año que acaba– a los agentes de la Brigada de Extranjería y Documentación de Madrid y a los funcionarios de la Comisaría de Policía del madrileño barrio de Tetuán, que frenaran la investigación sobre una trama que estafó presuntamente a un grupo de médicos dominicanos que fueron traídos a España con la promesa de ser colocados en la Sanidad Pública sin ni siquiera haber aprobado los exámenes del MIR (Médico Interno Residente). Las investigaciones pusieron al descubierto que un gran número de médicos extranjeros sin la titulación suficiente trabaja en nuestro país tanto en la Sanidad Pública como en la privada.
Estos galenos latinoamericanos tuvieron que pagar hasta 12.000 € para venir a España y realizar un curso previo que, en palabras de los presuntos estafadores, “les serviría para superar el examen del MIR en Sanidad. Los investigadores policiales desautorizados por Taborda llegaron a implicar en la trama a un alto cargo del Ministerio de Sanidad en Madrid, llegando incluso en sus pesquisas hasta el delegado de Gobierno de Murcia y al jefe la Oficina Única de Extranjería de esa comunidad, los socialistas Fulgencio Puche Oliva y Rafael González Tovar, respectivamente, quienes, en tan sólo 24 horas, facilitaron el permiso de residencias para permaneces en nuestro país a los presuntos estafados Esta trama fue destapada en exclusiva por LA GACETA e investigada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Murcia.
El burócrata
Enrique Taborda Álvarez, que llegó a alcanzar gracias a Rubalcaba uno de los puestos de mayor prestigio dentro de la Policía, está considerado dentro del Cuerpo como “una persona nulamente operativa que siempre ha estado ocupando puestos cómodos y burocráticos, y que ahora huye como las ratas antes de que lo destituyan de su cargo el nuevo Gobierno del PP. Un puesto que ocupaba sin estar capacitado para ello puesto que siempre desempeñó cargos burocráticos dentro de la Policía”.Para paliar el desconcierto que su decisión de apartar a los investigadores podría producir en el Juzgado que investiga la trama, Taborda ordenó a policías de su absoluta confianza destinados en la Comisaría General de Extranjería y Fronteras que redactaran un informe, lo remitieran al Juzgado y dieran por concluidas las pesquisas, todo ello a espaldas y sin conocimiento de los funcionarios que habían iniciado las pesquisas y que habían conseguido llegar hasta las implicaciones políticas de la trama. Fue este uno de los más importantes servicios que Enrique Taborda prestó al Gobierno del PSOE y que ahora le agradecen con un cargo en la Embajada española en Quito.
Otro del 11-M
Uno de los subordinados que ayudó a Taborda a abortar la investigación sobre el escándalo de los médicos dominicanos fue el también comisario Eduardo Blanco González, entonces jefe de la Unidad Contra las Redes Ilegales de Inmigración (UCRIF), otro estómago agradecido del PSOE. El nombre de este policía saltó a la luz pública tras los sucesos del 11-M, al asegurar que la furgoneta Renault Kangoo, que apareció en Alcalá de Henares y que supuestamente habían utilizado los autores del atentado, estaba vacía.La versión que se dio después durante el juicio fue que en su interior se encontraron detonadores. En opinión de policías consultados por Intereconomía TV, para pagar su silencio fue destinado desde la Comisaría de Alcalá de Henares hasta El Salvador, donde durante los años que ha estado allí cobraba más de 6.000 € netos mensuales. Terminado su periplo por América Central, donde consiguió que le entregaran la medalla de oro al mérito policía, volvió a España para ser nombrado jefe de la UCRIF.
Durante las investigaciones periodísticas, LA GACETA se dirigió en varias ocasiones a la Dirección General de la Policía para que explicaran los motivos por los que apartaron a los inspectores de la investigación y el porqué de cerrarla. Jamás se dignaron contestar.
El PSOE agasajó a los mandos policiales ‘amigos’ durante las dos legislaturas
Durante todo el ‘zapaterismo’ la tónica dominante fue que el Ministerio del Interior, uno de los que más se politizó en esa época a base de nombramientos ‘a dedo’, agasajase con ‘premios’ a los mandos policiales afines. Buen ejemplo es, ya en 2004, el nombramiento de Víctor García Hidalgo –hoy imputado por el chivatazo a ETA– como director general de la Policía. Después llegarían los destinos de oro a comisarios que investigaron el 11-M –como aquellos con los que el propio Hidalgo preparaba las declaraciones en la Comisión de Investigación–. Alfredo Pérez Rubalcaba, desde 2006, y Antonio Camacho, ya en 2011, contaron siempre con la colaboración de otros comisarios como el citado Taborda o como el comisario general de Policía Judicial Juan Antonio González, siempre polémico y enrolado en la ‘cacería’ que encendió el ‘caso Gürtel’.
Menuda camarilla policial que tenía maquiavelo. Así nos va, y así se sirven del ciudadano, que a la postre es al que servimos, y así le pagamos.
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