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- Envió al comisario José Antonio Rodríguez a la Embajada española en China
- 30 DIC 2011 | José Luis Cervero. Madrid
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El comisario José Antonio Rodríguez González, próximo al PSOE y destinado en la Secretaría de Estado de Interior, fue destinado por el Gobierno en funciones a la Embajada española en China, con un sueldo que supera los 24.000 euros mensuales. Esta vacante se anunció en la Orden General de la Policía y fue solicitada por un total de 12 comisarios de Policía; la mayoría de los aspirantes que se presentaron al concurso contaba con más méritos policiales que los que tiene Rodríguez en su escasísimo ajuar operativo. Sin embargo, los dirigentes socialistas de Interior no destinaron a ninguno de ellos y se la adjudicaron después a dedo a este comisario. Así, con el dinero público, pagaban los servicios prestados por este agente a la política de Rubalcaba.
Los destinos en el extranjero de Rodríguez y Enrique Taborda –del que ayer informó este diario detalladamente– fueron adjudicados con una excesiva celeridad desconocida hasta ahora en Interior, según informaron a LA GACETA fuentes de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, ya que los agentes destinados a misiones en el exterior –Embajadas– están obligados a realizar un curso previo de formación o adaptación, por lo que están obligados a pasar por todas las Brigadas. Con estos dos policías pro-PSOE se saltaron este trámite para evitar que el nuevo Gobierno que tomara posesión les sorprendiera como alumnos en este minicurso de adaptación y pudieran anularles los destinos por lo que tienen de irregular.
Otra de las circunstancias en el nombramiento de estos dos comisarios que ha producido enorme extrañeza entre los miembros del Cuerpo Nacional de Policía se circunscribe al hecho de lo inusual que es que un comisario general en activo consiga un destino como el de la Embajada de Ecuador antes de ser cesado en su importante puesto de jefe supremo de Extranjería y Fronteras de la Policía, como es el caso de Enrique Taborda, cuyo sueldo mensual es de 12.500 euros, dos millones y medio de las antiguas pesetas, no de 6.000 euros, como en la edición de ayer informó erróneamente este diario.
En el día de ayer, mandos policiales designados por Rubalcaba y que todavía siguen ocupando cargos importantes dentro de la Corporación, iniciaron una caza de brujas tratando de identificar a los agentes que, según ellos, filtraron a LA GACETA el destino millonario del comisario que frenó las investigaciones policiales sobre una estafa que afectó a médicos dominicanos que fueron traídos a España engañados y después de pagar hasta 24.000 euros a los presuntos estafadores.
Las investigaciones policiales abortadas por el comisario Enrique Taborda habían llegado hasta conseguir del Juzgado un mandamiento dirigido al propio Ministerio de Sanidad de Pajín, ordenándoles la entrega a los investigadores de unos documentos relacionados con los exámenes MIR. Durante las pesquisas tomaron declaración como testigo al socialista Fulgencio Puche Oliva, jefe de la Oficina Única de Extranjería de Murcia, y estaban a punto de hacerlo con Rafael González Tovar, delegado del Gobierno de aquella Comunidad. La duda de los investigadores era si tomársela en calidad de imputado o de testigo.
Fue entonces cuando Taborda debió de pensar que un desliz así, el de imputar a un dirigente socialista, o el de tomarle declaración por un asunto sucio, como el de las estafas de los médicos dominicanos, podría dar al traste con su meteórica carrera en la Policía sirviendo al Gobierno del PSOE. Por eso, y por conducto reglamentario, dio órdenes para que los investigadores cesaran en sus pesquisas, llegando incluso a apremiarles con la amenaza soterrada de aperturas de expedientes, suspensión de funciones y cambio de destino.
Las mismas fuentes policiales consultadas por LA GACETA dudan en afirmar que esperan que el nuevo Gobierno anule estos nombramientos que consideran irregulares y que ponga fin a todos los abusos cometidos en la Policía durante la época de Rubalcaba al frente de Interior.
Y es que los desmanes en el ministerio que dirigieron primero Rubalcaba y después su número dos, Antonio Camacho, no han sido pocos a lo largo de las últimas dos legislaturas. Otro ejemplo de ello es que, como ya informó este diario, uno de los subordinados que ayudó al citado Taborda a abortar la investigación sobre el escándalo de los médicos dominicanos fue el también comisario Eduardo Blanco González, entonces jefe de la Unidad Contra las Redes Ilegales de Inmigración (Ucrif), otro mando afín al PSOE.
El nombre de este policía saltó a la luz pública tras los sucesos del 11-M, al asegurar que la furgoneta Renault Kangoo, que apareció en Alcalá de Henares y que supuestamente habían utilizado los autores del atentado, estaba vacía. La versión que se dio después durante el juicio fue que en su interior se encontraron detonadores. Primero fue destinado desde la Comisaría de Alcalá de Henares hasta El Salvador. Después consiguió la medalla de oro al mérito policial y volvió a España dirigir la Ucrif.
Los de la kgb funcionan a base de talonario, embajadas y otras prebendas, todo ello por el bien de la policía y de la sociedad a la que debían de servir, pero no lo hacen, se sirven a ellos mismos.Esto es de juzgado, si se cumpliera la ley como hay que cumplirla, tendrían su merecido, pero como no creo que se cumpla, pues seguiremos viendo y leyendo noticias de este tipo.
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