Alerta Digital
A Óscar Cruz Bernal, de 22 años, lo encontró semiinconsciente un trabajador de la limpieza de Salt la madrugada del 13 de marzo pasado. Había sido agredido por un inmigrante de la localidad gerundense, lo que desencadenó una oleada de protestas contra la entonces alcaldesa socialista de Salt, la incompetente Iolanda Pineda.
La ambulancia lo trasladó al servicio de urgencias del Hospital Martí Julià y después de unas dos horas esperando a ser atendido el chico se fue a casa porque tenía sueño y estaba “harto de esperar”. Después de vomitar acabó durmiéndose y al día siguiente su madre lo encontró muerto. El informe de un médico que ha estudiado el caso a instancias de la familia del finado concluye que existió una actuación imprudente en el manejo clínico del caso que tuvo una relación “directa y parcial con su fallecimiento”.
Las conclusiones del dictamen pericial médico ponen de manifiesto que durante la selección que se hizo del paciente para analizar la gravedad de su caso no se tuvieron en cuenta de forma suficiente los antecedentes de pérdida de conciencia previa a la entrada en el hospital y el hecho de haber sufrido un agresión en la cabeza que le perforó el cráneo sin que se hubiera realizado una exploración física correcta de la herida. El médico indica que el paciente tampoco se le realizó una placa de rayos X a pesar de tratarse de una “prueba complementaria obligada” si se hubiera valorado adecuadamente el joven.
En consecuencia, al chico no se le detectó el trauma penetrante de cráneo que sufría y tampoco nadie le informó de los riesgos en que incurría cuando decidió abandonar el hospital. Tampoco se le dieron instrucciones sobre qué debía hacer si notaba ciertos síntomas clínicos, como el vómito que sufrió. Es por ello que el facultativo considera que de haberse tratado correctamente “habría desaparecido la causa? Pronta de su muerte”.
El dictamen pericial médico indica que Óscar Cruz Bernal padecía un trauma penetrante de cráneo de riesgo grave ya que tenía una lesión abierta producida con un arma blanca y había perdido la conciencia. De acuerdo con ello, el forense sostiene que su tratamiento debería haber comenzado lo antes posible para minimizar las consecuencias de un aumento de la presión intracraneal.
Esta presión intracraneal existía para que el joven sufría un hematoma subdural-acumulación de sangre en la membrana del cerebro. Si este hematoma es agudo tiene una mortalidad elevada, por lo que “se considera una emergencia médica”.
¿Qué tenía que hacer?
El perito indica que una simple exploración física de la herida del paciente con una limpieza en profundidad de esta y la evacuación del hematoma habría sido suficiente para clasificar el trauma penetrante de cráneo como “de riesgo elevado” lo que obligaba a la realización de una exploración radiológica básica de la cabeza del joven. Esto debería haber confirmado la perforación con la probabilidad de una lesión interna que podría estar vinculada a un posible hematoma intracraneal que habría exigido una operación “inmediata”.
Entiende el facultativo que de haberse actuado de esta manera, se habría dado correctamente el joven y no se le hubiera dejado abandonar el hospital sin avisarle del riesgo que suponía la decisión. Más aún cuando había manifestado que tenía sueño y esta “es una situación de riesgo para este tipo de pacientes ya que no podrán notar los síntomas de alarma y pueden morir mientras duermen”.
Fuentes del centro manifiestan que, de momento, no se posicionarán respecto al dictamen pericial médico elaborado hasta que dispongan de toda la documentación oficial.
La muerte de Óscar
La tía del chico explicó a AD el relato detallado de cómo habían ido los hechos, según lo que ella sabía y lo que le había explicado su sobrino antes de que lo encontrase muerto. La mujer dijo que vivía con el chico en un piso de la calle Doctor Ferran y que todo sucedió cuando su sobrino se dirigía a casa de un amigo.
Según la mujer, antes de que el chico llegara a casa de su amigo, a la altura de la plaza de los Colores, escuchó a un hombre de origen magrebí que gritaba: “Españoles, hijos de puta, cabrones …”, a lo que Óscar respondió: “Si tienes algún problema con España o los catalanes, pues vete a tu tierra, cabrón”, explicó la mujer que le había dicho su sobrino. Su respuesta desencadenó una pelea, a resultas de la cual resultó mortalmente herido. Poco después, un trabajador de los servicios de la limpieza encontró al joven tendido en plena calle, con una herida en la cabeza y la cara ensangrentada. Al ser alertada la policía local, fue trasladado al hospital Santa Caterina de Salt, donde al cabo de un rato se marchó voluntariamente antes de ser visitado. Según la tía, éste volvió al piso sobre las 10 de la mañana del mismo domingo.
La mujer le preguntó de dónde era la sangre que llevaba en el cuerpo, a lo que éste le contestó: “La sangre es del marroquí y el chichón me lo ha hecho él”. Óscar Cruz se fue después a la cama y al cabo de un rato comió una magdalena, que vomitó casi a continuación. Ya el lunes por la tarde, el joven fue encontrado muerto por su tía.
Óscar Cruz fue enterrado en la iglesia parroquial de Sant Cugat de Salt en medio de una gigantesca manifestación de dolor y rabia por parte de sus amigos y vecinos.
Ya estamos bien, tenemos todo lo que queremos y más...
ResponderEliminarHaber quien es el guap@ que va arreglando todo este desaguisado. Manda carallo, al que le toca le toca..