El candidato del PP se emplea en trasladar serenidad y en «no hablar de recortes»
Sevilla siempre es una fiesta. Así al menos, en un ambiente alegre y enfervorecido, recibió ayer la capital de Andalucía a Mariano Rajoy en el penúltimo mitin de campaña. Un ambiente poco idóneo, se decía en el entorno de Rajoy, para lanzar mensajes apocalípticos sobre la prima de riesgo.
Claro que, de haber sido otro el escenario, tampoco el candidato habría dramatizado. Sólo por la mañana en Badajoz, y con el castigo de la deuda en los 500 puntos, el ya presidenciable se vio obligado a replicar a un espontáneo que gritó: «¡Estamos embargados!». «Embargados estamos, ahí, pero vamos a salir, no te preocupes», fueron literalmente sus palabras, pese a que habría preferido no pronunciarlas.
Serenidad, tranquilidad, confianza: ésa era la máxima en el cuartel general de los populares. Y ésa era realmente la sensación personal que transmitía Rajoy de cerca. Ni gabinetes de crisis, ni sobreactuaciones, ni adelanto de medidas para mandar un mensaje a los mercados, ni precipitación en el traspaso de poderes... El entorno del candidato negaba ayer cualquier gesto de especial alarma. Al menos de momento, y pese a las señales que ayer dio en este sentido algún miembro de su equipo. Más aún desde que, al cabo de la jornada, el Banco Central Europeo salió al rescate y facilitó la estrategia del candidato popular.
«Vivimos momentos muy difíciles en España, pero somos una gran nación que se crece en las dificultades y siempre da la talla. Hoy no es día de disputas partidistas. Hoy tenemos que cambiar, no podemos estar así en España ni un minuto más. Este partido está dispuesto a gobernar para todos, a sacar a España de la crisis y a contar con todos, porque la tarea que tenemos por delante es gigantesca y no puede faltar ningún español», arrancó en Sevilla.
Optimismo pues, y patriotismo como fórmulas retóricas y muy poco programáticas: «El PP va a tener coraje, determinación y patriotismo, y esto lo vamos a superar entre todos. Los que valen de verdad son los españoles, que son el motor del progreso y sólo necesitan un Gobierno que les dé rumbo, reglas de juego, seguridad y confianza».
El día en que los medios de comunicación nacionales apuntaban algunos posibles recortes del próximo Gobierno del PP, y el propio Rajoy admitía en El País la actual Ley de Dependencia como «no viable», el líder del PP se esforzó en corregir y desviar el tiro: «Yo no quiero hablar de recortes, sino de administraciones que recaudan ingresos porque la gente trabaja. Ése es el objetivo y ése es nuestro empeño», dijo en Badajoz, acompañado de José Antonio Monago.
Y, en Sevilla, el cabeza de lista y ministrable en las quinielas Cristóbal Montoro se empleó en la misma tarea: «Tenemos un programa de reformas, no de recortes sobre los más débiles», fueron sus palabras. Pero Javier Arenas dejó el tema mucho más abierto: «Nos vamos a sacrificar todos, menos las personas mayores, a las que vas a subir las pensiones», afirmó dirigiéndose a «Mariano».
Curiosamente, Rajoy aparcó la retórica para criticar abiertamente, y por tercer día consecutivo, a los recién estrenados gobiernos de tecnócratas en Europa: el de Lucas Papademos en Grecia y el de Mario Monti en Italia.
No necesitó citarlos por su nombre para hacer explícito su reproche a quienes, previsiblemente, compartirán en breve con él las cumbres de jefes de Gobierno en Europa: «No es discutible su legitimidad, pero no es lo que nos gusta. Queremos gobiernos serios, formales y elegidos por las urnas», dijo en Badajoz, para repetir en Sevilla: «Ahora están pasando cosas en Europa que me sorprenden... Yo quiero que los ciudadanos elijan a sus gobernantes, y que sean buenos gobernantes».
Como si avisara de que él no está dispuesto a que nadie le mueva la silla, sea cual sea la crisis a la que le lleve la deuda soberana, Rajoy afirmó, de nuevo solemne: «No queremos que nos den instrucciones de fuera. Nosotros queremos opinar y trabajar conjuntamente con todos. Éste es un país con soberanía nacional, que está en el euro, que no se va a ir nunca del euro y que va a cumplir sus compromisos. Creo en mi país y estaré a las órdenes de todos los españoles, defendiendo exclusivamente el interés general».
Éstos son sus poderes
De nuevo se ve a Andalucía erigirse en el César que da y quita la vida política a los dos principales gladiadores del país. Cierto que Cataluña es decisiva y que su respaldo es imprescindible para ganar. Pero es que Andalucía es la gran potencia electoral porque lleva al Congreso nada menos que 60 diputados.
Y en ese sentido, esto ya está hecho para el PP. El poder político de este partido tiene hoy bases muy sólidas en esta concreta parte de España que se le había estado resistiendo desde el comienzo de la democracia .
El esfuerzo electoral de los populares, tras años de penurias e inestabilidades, ha llegado aquí a su término, no importa que falten dos días para las elecciones. La sola enumeración que ayer hizo Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, de los regidores del PP que hay ya en las ciudades andaluzas, una relación impensable hasta hace bien poco, lo evidenciaba.
Por comparar: anteayer mismo, en Málaga, el PSOE hizo un intento similar de exhibición de sus poderes y convocó a todos los suyos con alguna relevancia. Pero políticos con poder, poder, lo que se dice poder, sólo había tres y los tres tenían altas posibilidades de perderlo: Zapatero, Griñán y Patxi López. Por el contrario, lo que el PP enseñaba ayer en Sevilla era poder material, sólido. Por eso hablaban con seguridad aplastante de un futuro prometedor. Y esa diferencia entre ambos partidos se tradujo en sus respectivos lenguajes. Unos habían llamado a la movilización e implorado el voto. Otros prometieron usar con eficacia y con éxito el voto que dan por asegurado.
Del día aciago que ayer vivió España en los mercados de inversión hablaron por fin los dirigentes populares. Rajoy fue claro, preciso y contundente en la que fue la mejor y más rotunda intervención de su campaña. Insistió en que vienen tiempos «muy difíciles» en los que se va a necesitar temple y fuerza. Pero como no parece dispuesto a enviar únicamente mensajes de preocupación o angustia, se atrevió a algo arriesgado: comprometerse a que el grifo del crédito se vuelva a abrir.
Cristóbal Montoro me daba ayer en privado razones de esta asombrosa seguridad de su partido: «Que nosotros ganemos le conviene a Alemania, a Europa y a los mercados. Ése solo hecho ya les da tranquilidad», dice. «A los otros [el PSOE] tuvieron que forzarles a tomar medidas. A nosotros no tienen que empujarnos a nada, porque saben que tenemos claro lo que hay que hacer y que vamos a hacerlo». Por eso mismo cree que España no va a ser devorada por los especuladores durante ese tiempo de cristal que va del 20-N al día en que el nuevo Gobierno asuma el poder. Veremos
«Mariano Rajoy no está dispuesto a recibir órdenes de Europa ni de nadie» Mª DOLORES DE COSPEDAL
LA ENTREVISTA DE ESTHER ESTEBAN
La entrevista se realiza en el coche oficial durante uno de sus traslados entre Toledo y Madrid. Inicialmente se pensó que la sesión fotográfica se hiciera en Bilbao, donde tuvo un acto político con Antonio Basagoiti. Cuando el fotógrafo iba a hacer las fotos, fueron abordados por un hermano del etarra José Luis Urrusolo Sistiaga, que, acompañado de otro individuo disfrazado de oso, intentó darle a toda costa un panfleto, que ella rechazó. Su negativa fue motivo de tal hostigamiento, que el fotógrafo no pudo realizar su trabajo y la cita se pospuso. A pesar del incidente, María Dolores de Cospedal ni se inmutó. Repartió con normalidad propaganda electoral entre los viandantes y les pidió el voto en «libertad», aunque algunos no entiendan el significado de la palabra.
Pregunta.- ¿Dan por ganadas las elecciones? 
Respuesta.- No hay nada ganado hasta el domingo. Otra cosa es que el PP aspire a tener una amplia mayoría, para garantizar un Gobierno que pueda hacer todo lo que tiene que hacer. España hoy necesita gobiernos fuertes, con mayorías suficientes, aunque el PP va a contar con todo el mundo para gobernar.
P.- Rajoy suscribirá grandes pactos de Estado...
R.- Hay políticas que tienen que ser objeto de grandes pactos de Estado. La política económica es la primera, además de la territorial, la reforma del modelo educativo... Desde el minuto uno Rajoy tenderá la mano a todos los que quieran trabajar en un proyecto común. Esto no va a ser sólo el proyecto de un partido, será el proyecto que haga que España se sitúe en la primera velocidad para las próximas décadas.
P.- ¿El Gobierno de concentración que propone Duran es factible?
R.- Es innecesario cuando hay una mayoría suficiente para gobernar que ofrece la posibilidad de acuerdo a todo el espectro político.
P.- Ha advertido de que algunos van a intentar ganar en la calle lo que no consiguen en las urnas...
R.- Algunos que hasta ahora no han protestado van a protestar, y es posible que veamos las calles con protestas y manifestaciones. Pero, si gobiernas, no te puede temblar el pulso. La mayoría de los españoles va a entender que se haga todo lo necesario para sacar al país de la ruina en que nos ha dejado el PSOE.
P.- Muchos sitúan a España en la segunda división europea...
R.- Rajoy no se va a resignar a que España esté en la segunda velocidad de Europa. Él va a cumplir con los compromisos, pero no está dispuesto a recibir órdenes de Europa ni de nadie.
P.- No se descarta una intervención inminente de España...
R.- España siempre ha dado la talla en los momentos más delicados y lo volveremos a hacer. No creo que vaya a haber ninguna intervención.
P.- Europa nos han puesto la proa, y ni siquiera nos ha dado una tregua en la campaña.
R.- Algunos mensajes que están llegando de la UE son muy injustos, porque España es capaz de pagar sus deudas adecuadamente y nuestra economía no tiene comparación con la griega o la italiana. Es injusto que se trate a nuestro sistema financiero de la misma manera.
P.- Rajoy, si gana, ¿nos dirá claramente qué sacrificios nos esperan?
R.- Ya ha dicho que el camino va a ser duro, que habrá que hacer muchos sacrificios, pero que se puede hacer. Y hará lo que tenga que hacer para que nuestro país salga adelante, anteponiendo siempre el interés general de España al interés del PP.
P.- Vamos, que ustedes van a subir las pensiones en contra de lo que ha hecho Zapatero estos años...
R.- Nosotros vamos a recuperar el poder adquisitivo de las pensiones.
P.- Si la cosa no mejora, ¿cabe la posibilidad de privatizar al menos en parte la educación y la sanidad?
R.- Una cosa es cómo estén gestionados los servicios públicos, que hay distintas maneras de gestionarlos, y otra que sean públicos, universales y gratis para todos los ciudadanos, y eso es lo que va a mantener en cualquier caso el PP.
P.- Según el PSOE, ése es el primer paso para la privatización...
R.- Habría que recordarle al PSOE la cantidad de administraciones gobernadas por él que han usado la gestión privada en servicios públicos. El PP va a garantizar una sanidad pública universal y gratuita, una educación pública de la mejor calidad y que las pensiones puedan mantener su poder adquisitivo.
P.- ¿Descartan el copago?
R.- El copago como tal lo descartamos, porque hay muchas maneras de ahorrar en la gestión de la sanidad antes de utilizar esa fórmula.
P.- ¿Y también garantizan la prestación por desempleo?
R.- La prestación por desempleo está totalmente garantizada.
P.- Si gobiernan, ¿cuáles serán sus prioridades en materia económica?
R.- Dar mayor flexibilidad al mercado laboral, para que los empresarios no tengan miedo a contratar. Hay que hacer una reforma en la negociación colectiva y en otros muchos aspectos contenidos en las 70 enmiendas que presentamos al decreto de reforma laboral, ninguna de las cuales fue admitida.
P.- A Rajoy no le temblará el pulso para hacer una reforma laboral, aunque no haya acuerdo...
R.- Lo primero que va a hacer Rajoy es llamar a sindicatos y empresarios. También llamará al primer partido de la oposición. En cualquier caso, el gobierno cumplirá con su obligación de gobernar, y gobernará.
P.- Defiéndase de los que la llaman demagoga por sacar a subasta el parque móvil de su antecesor.
R.- Hay que prescindir de todo lo que sea prescindible.
P.- Ha pedido la inhabilitación para aquellos políticos que hayan despilfarrado.
R.- Cuando hay personas que han dejado un Gobierno al borde de la quiebra, debería establecerse algún criterio de inhabilitación para ostentar un cargo público.
P.- ¿Qué piensa cuando oye decir al ministro Jáuregui y otros miembros del Gobierno que están salvando la economía del país?
R.- Yo, cuando oigo a Jáuregui u a otro decir esas cosas, me acuerdo del pirómano que quería ser bombero. Estos son pirómanos que ahora van de bomberos.
P.- ¿Qué le parece que sea Blanco quien el 20-N dé los resultados electorales, estando bajo sospecha?
R.- Ha hecho un flaco favor a su partido y no debería de ninguna manera haber continuado en su puesto. Ahora resulta que el gran inquisidor no quiere aplicarse su propia vara de medir.
P.- Al menos el fiscal general se ha quitado de en medio, porque es su amigo....
R.- Se ha retirado después de sustituir a la fiscal que llevaba el caso para hacer que lo lleve el fiscal jefe de la Audiencia de Lugo. Conde-Pumpido dijo que las togas se tenían que manchar con el polvo del camino, la visión más clara de que no cree en la independencia e imparcialidad de la Justicia.
P.- ¿Le ha sorprendido el uso que ha hecho el PSOE del final de ETA? Patxi López les ha pedido a ustedes que pidan perdón...
R.- López es lehendakari gracias a la generosidad del PP. Lo que ha quedado claro con la actitud del PSOE en la campaña es que nosotros sí hemos cumplido el Pacto Antiterrorista y hemos hecho un ejercicio de responsabilidad.
P.- ¿Le gustaría que hubiera un ministro de Castilla-La Mancha?
R.- Podría quedar muy bien diciendo que sí, pero prefiero que tenga a los mejores, sean o no de mi tierra.
P.- Haga un pronóstico del resultado electoral y de cuándo se empezará a crear empleo.
R.- Espero que el PP tenga una mayoría amplia y cree las condiciones necesarias para que en los dos primeros años podamos ver claramente una mejoría,
Pues nada, todo son promesas y promesas, ya veremos si saca el bisturí y corta todo lo que hay que cortar, porque siempre han dicho y hecho lo mismo, osea nada.
ResponderEliminarY a nosotros nos han engañado como a los chinos, aunque ahora los engañados somos los españoles, no lo chinos.