Los candidatos en las elecciones del reino alauí analizan el cambio político en España
«El retorno fatal de la derecha española». Así titulaba su portada hace unos días el diario marroquí Le Soir, que consideraba en sus páginas que la vuelta del Partido Popular (PP) al poder en España «se anuncia peligroso para las relaciones bilaterales de ambos países». Además, señalaba: «No faltan puntos de fricción, pero los intereses económicos pueden hacer que se superen».
A grandes rasgos, este es también el análisis que hacen los candidatos de los tres partidos que más suenan para alzarse con las riendas del reino alauí, que este viernes celebra elecciones legislativas anticipadas.
Todos coinciden en que los asuntos del Sáhara Occidental y Ceuta y Melilla son los que más obstáculos pueden levantar entre los dos países. «España tiene que mantener una posición de neutralidad y respeto a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU); es un tema que afecta a la sensibilidad del pueblo marroquí y estamos dispuestos a debatir sobre este conflicto, pero desde el respeto», explica a EL MUNDO Salahedine Mezouar, secretario general del RNI (Reunión de Nacionales Independientes). «Tenemos que mantener unas relaciones positivas; privilegiar lo que nos une e imponer la razón de Estado».
Sus buenas intenciones, sin embargo, no borran conflictos recientes abiertos con el PP de Mariano Rajoy. En noviembre de 2010, Marruecos convocó una manifestación en Casablanca contra «las posiciones anti-marroquíes» de los populares. Y lo hacía a través de mensajes de texto enviados por una operadora de telefonía móvil a los ciudadanos, de radios, televisiones y periódicos locales. «El pueblo marroquí no acepta que partidos del país vecino y amigo sobrepasen las líneas rojas: religión, monarquía e integridad territorial», justifica Mezouar.
«Si el PP continúa apoyando al Polisario estará jugando una mala carta con Marruecos», afirma a este periódico Abdelilah Benkirane, líder de los islamistas moderados del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). «La derecha ve las cosas diferentes cuando está en la oposición; con España pesa mucho la geografía y tenemos que llevar nuestras relaciones por un buen camino», confía.
Unas relaciones que con los socialistas en el Gobierno español también han pasado por malos momentos como la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla en 2007, que desembocó en la llamada a consultas del embajador marroquí en España; la crisis por la expulsión de la activista Aminatu Haidar desde el Sáhara Occidental a Lanzarote, o los conflictos con la frontera de Melilla en el verano de 2010.
Hoy, existe cierto temor a que Jorge Moragas, responsable de relaciones internacionales del PP, «se haga con la cartera de Exteriores, porque significaría un retorno a los años de Aznar y un apoyo a las tesis del Polisario», escribe Le Soir.
El líder del PAM, el saharaui Mohamed Cheikh Biadilah, asegura que «el PP es un gran partido» y que «muchos de los conflictos del pasado se debieron a la personalidad de José María Aznar». Se refiere, entre otros, al del islote de Perejil (Leila para los marroquíes), tomada por Marruecos en julio de 2002. «No creo que se reproduzcan conflictos como ese, hay que imponer el realismo político», dice Benkirane
Estos siempre están con lo mismo, cuando ellos invadieron el sáhara. España es responsable de la situación actual de como está el sáhara, y los saharauis, y les debemos ayudar para recuperarlo. Estos son unos impresentables, ya veréis como pronto pedirán de nuevo ceuta y melilla, siempre están con esa sorna para amedrantar.Por eso los socialistas que no lo son, quitaron personal de la legión y de las demás tropas, para ir medrando y que vieran que casi son de ellos.
ResponderEliminar¡Sáhara libre!
¡Ceuta y Melilla españolas!
y los moros al gurugú.