El ministro entró en el bar de la gasolinera poco después de que Bran contase los billetes de 500 euros que estaban en un sobre / Tras charlar con su primo en la barra, el ministro se acercó a Dorribo y le invitó a subirse a su coche oficial
El ministro de Fomento, José Blanco, se bajó de su coche oficial el día 5 de febrero y entró en la cafetería de la gasolinera de Guitiriz, donde le esperaban su primo, Manuel Bran, y el empresario Jorge Dorribo, que acudió a la cita acompañado por un amigo suyo (José Antonio López), según han revelado a EL MUNDO fuentes de la investigación.
Bran y Dorribo se habían citado en la gasolinera media hora antes de la llegada del ministro, que venía de un acto oficial celebrado esa misma mañana en La Coruña. Bran había convocado al empresario en ese insólito lugar con un doble fin: cobrar los 200.000 euros en efectivo previamente pactados con Dorribo y utilizar la estación de servicio como punto de encuentro para que éste se encontrara con Blanco y se subiera a su coche oficial, con objeto de pedirle que hiciera gestiones a favor de su grupo de empresas, causa última del pago de la comisión mencionada.
Según las citadas fuentes, una vez que Bran contó el dinero, que estaba en un sobre en billetes de 500 euros, se levantó de la mesa en la que se encontraba con Dorribo y se fue hacia la barra de la cafetería. Allí esperó de pie a su primo, el ministro. Poco después llegó Blanco, que, casualmente, fue reconocido por un empresario que, posteriormente, estuvo con él en el almuerzo al que acudió en su coche acompañado por Dorribo.
Tras una corta conversación con Bran en la barra de la cafetería, el ministro se acercó a la mesa donde se encontraba Jorge Dorribo, le saludó y luego ambos salieron juntos del local para introducirse en el coche oficial del titular de Fomento.
Bran acudió a la comida en su propio coche, mientras que el amigo de Dorribo, que había acudido con él a la cafetería de la gasolinera, se marchó en el coche de éste.
Ya en el interior del automóvil, y de camino al restaurante, Dorribo le planteó al ministro (según ha reconocido a este periódico el propio Blanco) que hiciera una serie de gestiones ante el Ministerio de Sanidad para acelerar la comercialización de sus productos farmacéuticos, incluyendo en ellas una entrevista personal con la ministra Leire Pajín. Blanco comunicó a EL MUNDO que en ningún momento hizo las gestiones que se le pedían y justificó la entrevista en el automóvil por el hecho de que él es un político «accesible» y a Bran le conocía por haber coincidido con él en alguna reunión con empresarios lucenses.
Sea como fuere, el caso es que, a partir de ese momento, altos cargos de Sanidad mantuvieron reuniones con técnicos de la empresa Nupel en el Ministerio, según se desprende de una serie de faxes que atestiguan esa fluida relación, así como diversos encuentros.
El rastreo del dinero ha sido una de las tareas en las que se ha centrado la investigación.
Según fuentes conocedoras del caso, el método utilizado por Dorribo para abonar la comisión a Bran entraña cierta sofisticación.
Unos días antes de que se produjera el pago en la gasolinera, la esposa de Jorge Dorribo, Aveline Fernández, remitió 150.000 euros en forma de crédito a la empresa Salud Innovació 12, radicada en Andorra y de la que son socios, además de Dorribo, los propietarios de la empresa Proitec y José Antonio Orozco, vicepresidente de la empresa de transportes Azkar.
Posteriormente, el dinero fue sacado de la cuenta de la empresa en tres partes por el gerente Xoán Bazarra (colaborador del ex diputado del BNG Fernando Blanco) y una secretaria.
A los 150.000 euros transferidos, Dorribo añadió otros 50.000 en efectivo. Para llevar los 150.000 euros a Lugo se utilizaron los servicios de un mensajero, una persona que se dedica a llevar y traer dinero a Andorra a cambio de una comisión.
Un par de días antes de que se produjera la cita en la gasolinera de Guitiriz, Dorribo ya tenía el dinero en su poder.
¿Por qué utilizó ese sistema? Las fuentes consultadas lo atribuyen a una argucia de Dorribo para que la comisión que se pagaba a Bran la asumiera la empresa y no él personalmente.
Las mismas fuentes señalan que la cantidad que habría entregado finalmente Dorribo a Bran, con el fin de que Blanco hiciera diversas gestiones, se elevaría a 290.000 euros. Esa cantidad se desglosa en dos partes: por un lado, los 200.000 euros en metálico entregados en la gasolinera de Guitiriz. Por otro, una factura hinchada en 90.000 euros por trabajos realizados por Electricidad Espiñeira y Bran para la compañía radicada en Andorra. Esa porción del pago (los 90.000 euros) fueron recogidos por Bran en la sede de Salud Innovació 12.
El ministro pide personarse en el Supremo
Rajoy le reclama que actúe «con arreglo al listón» que él pone a los demás y dimita
El ministro de Fomento y portavoz del Ejecutivo saludó el primer día de campaña electoral con algo más que un mitin. Se personó ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo en las diligencias de la operación Campeón que podrían afectarle directamente.
La juez Estela San José había dado traslado de las mismas al Supremo el día anterior, registrando en su escrito un supuesto delito de tráfico de influencias tras las declaraciones del imputado Jorge Dorribo sobre un presunto cobro de comisiones a atribuidas al ministro a cambio de adjudicaciones.
El deseo de Blanco, según detalla su abogado en el escrito de personación, es «ejercitar el derecho de defensa» y que se le dé «traslado de todo lo actuado hasta la fecha»; «entendiéndose conmigo en las sucesivas actuaciones».
Por el momento, no ha trascendido en qué consiste la petición que hace la juez al Supremo al remitir testimonio de las actuaciones en las que figura el ministro de Fomento. Se desconoce si se trata de un mero traslado de esa parte del sumario, declarado secreto, por tratarse Blanco de un aforado, o si lo que ha elevado la juez es una exposición razonada ante posibles indicios de delito.
Dado que la causa está declarada secreta, fuentes de la defensa de Blanco consultadas por Efe consideran que podría darse el caso de que el Supremo no diera traslado al ministro de ninguna de las actuaciones por ser éstas secretas.
La Sala de Admisión de Causas Especiales del TS, encargada de los casos que afectan a aforados, será la que decida qué hacer con la documentación: si la devuelve a la juez para que prosiga con la investigación o pide informe a la Fiscalía por si considera que existen indicios de delito para actuar contra el ministro.
Entretanto, el númerodos del PSOE continuó ayer su actividad como miembro del Ejecutivo, compareciendo ante los medios tras el Consejo de Ministros por la mañana, y por la tarde como candidato socialista en un mitin en Orense.
Justo lo contrario de lo que lleva días reclamándole el PP: que dimita como ministro y abandone las listas electorales. Ayer, fue el líder popular, Mariano Rajoy, quien lo reiteró a su manera. «Con arreglo a los parámetros y al listón que les ponía a los demás, no es que tuviera que dimitir, es que ya habría dimitido», afirmó en declaraciones a ABC Punto Radio, donde criticó que el portavoz del Ejecutivo ahora «pide para él lo que siempre ha negado a los demás».
Con dureza, le puso ante el espejo: «Ha negado a los demás la presunción de inocencia» y «no ha apoyado ni ha tenido la más mínima comprensión cuando los demás pedían que no se hicieran juicios mediáticos». «Él ha pedido el respeto que siempre ha negado a los demás», remachó el candidato.
En cambio, Rajoy no quiso pronunciarse sobre si considera que Blanco es culpable. «Yo no voy a ser inquisidor. Que se defienda como pueda y que la Justicia actúe. Yo no soy como él», zanjó.
Desde las filas socialistas, José Bono, dejó caer: «Entre un delincuente y un ministro siempre creeré al ministro, sea del partido que sea, haya o no haya elecciones».
Siguen apareciendo las presuntas corruptelas del que puso España en alerta. Ahora los que nos tenemos que poner en estado de alerta, somos los españoles ante estos abusos de los de la casta.
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