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- 12-08-2011 | La gaceta
De arrepentimiento o al menos compasión por las víctimas de ETA, ni una brizna.
- 12-08-2011 | La gaceta
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Escucho al lehendakari López dolerse en la radio de que “parece” que la autodenominada izquierda abertzale sólo da pasos hacia la democracia “bajo presión”. Dice sentirse “decepcionado”. En boca del máximo dirigente político de Euskadi, suena tan arcangélico que me parece estar soñando. ¿Decepcionado? ¿Con Bildu? Yo, una simple observadora, pienso que la escalada de provocaciones que la coalición independentista vasca está orquestando desde las pasadas elecciones de mayo donde gobiernan, con Guipúzcoa y San Sebastián como puntas de lanza, resulta tan lamentable como previsible. Garitano con el número de Otegui en la solapa, obscena evocación del Holocausto, en su toma de posesión como diputado general de Guipúzcoa, el alcalde de San Sebastián invitando a las familias de los asesinos de ETA que Bildu se niega a condenar al mismo acto que a las víctimas de la banda cuyo sufrimiento dicen que aún no es tiempo de reconocer o esa bandera española empeñada en enrollarse hasta ocultarse (¡ay!) mientras las demás ondean son burlas perfectamente previsibles. Como los propios proetarras no arrepentidos fueron dejando claro entre desplantes y risitas durante el proceso de legalización por el Tribunal Constitucional que les ha permitido volver a las instituciones democráticas, no había un gramo de convicción en su “conversión” a la democracia, sólo lo que vio y dijo el Tribunal Supremo: pura táctica. De arrepentimiento o al menos compasión por las víctimas de ETA, ni una brizna. “No pueden estancarse ni retroceder si quieren contarse como demócratas entre los demócratas”, añade López. Como si a alguien le cupiera la menor duda de que esos que ahora se llaman Bildu aspirasen a contarse entre los que a este lado de la raya conocemos como “demócratas”. Son los hijos de Sabino Arana, lehendakari, fascistas que desprecian cuanto ignoran, y a España. Yo estoy segura de López lo sabe, pero si quiere engañarse, adelante… con quien quiera seguirle la farsa.
Independientemente, de que se halla criado, jugado y todo eso, con los batasunos, ahora parece ser que está ciego y no ve más que lo que le interesa ver. Ya lo dije, es un lehendakari de palo.
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