Rubalcaba filtra a un medio afín palabras de Txeroki para ‘vender’ que ETA no matará

07:37 (20-06-2011) | La Gaceta

Interior escoge como interlocutor al hombre que reventó el ‘proceso de paz’. “La lucha armada ya no procede”, asegura el terrorista según ‘El País’. La Audiencia le juzga por primera vez esta semana.

L. Aranzábal. Madrid

El Gobierno sigue negociando con ETA. Y para ello ha elegido ahora como interlocutor precisamente al terrorista que reventó el proceso de paz al ordenar el brutal atentado de la T-4 de Barajas a finales de 2006, el sanguinario Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki. Y es que no cabe otra conclusión después de que el Ministerio del Interior, dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba, haya filtrado al diario El País unas supuestas palabras en las que el etarra apuesta por el final de la lucha armada.

La maniobra, que lleva el sello del titular de Interior, sin duda está encaminada a hacer creer a la sociedad que la banda criminal no volverá a empuñar las armas. Nadie podía esperar que el líder terrorista que intentó abortar la negociación en 2006 y que se caracteriza por ser uno de los más duros de ETA asegure ahora, tras menos de tres años en la cárcel –fue arrestado en noviembre de 2008–, que “la lucha armada ya no procede”. “Lo mismo que hemos estado cincuenta años con la estrategia de la lucha armada, ahora toca cambiar de estrategia, quizás por otros 50 años”, habría dicho el pistolero, según informó ayer el diario de Prisa. “ETA tiene que ceder la lucha armada a favor de la lucha política”, habría asegurado.

Unas palabras muy oportunas justo ahora, cuando ETA está en tregua debido a su debilidad operativa y ha conseguido colar a su brazo político, injerto en Bildu, en las instituciones, y cuando se espera un próximo comunicado en que avance sus intenciones de abandonar las armas en breve. Como ha ido informando LA GACETA, desde hace meses el Gobierno espera que ETA declare su alto el fuego “irreversible”, extremo que de momento no se ha cumplido.

La incógnita
Según el rotativo afín al Gobierno, Txeroki habría pronunciado estas palabras en la prisión de Navalcarnero (Madrid), adonde fue trasladado el pasado 30 de mayo desde Francia, debido a que esta misma semana será juzgado en la Audiencia Nacional por la primera de la veintena de causas que tiene pendientes. Lo que no aclara el diario es cómo y a quién se refirió así el líder terrorista. ¿Fue una conversación con sus abogados? ¿Tal vez habló con alguien de Instituciones Penitenciarias?

Pronunciase como pronunciase estas palabras, Txeroki se enfrenta este miércoles a su primer juicio en España. El pistolero, en su día obsesionado por la seguridad para escapar de los policías, se enfrenta a una pena de 15 años de cárcel por enviar en enero de 2002 un paquete bomba al presidente del Consejo de Administración del Grupo Correo, Enrique Ybarra Ybarra.

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal juzgará al que fuera número uno de ETA por un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, ya que el artefacto fue interceptado y desactivado por agentes de la Ertzaintza. El fiscal Pedro Rubira considera que Txeroki formaba parte del comando K Olaia junto a Asier Arzalluz Goñi e Idoia Mendizábal Múgica, quienes ya fueron condenados el pasado octubre a 15 años de prisión, según informó ayer Europa Press. El tribunal consideró entonces que sólo la “prudencia” del empresario, que le llevó a “desconfiar de la recepción del paquete”, impidió que el paquete bomba enviado hiciera explosión.

Paquete bomba
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, los tres decidieron enviar al domicilio de Ybarra un paquete bomba, que contenía entre 210 y 230 gramos de dinamita Titadyne con un sistema trampa de apertura, de modo que cuando el destinatario procediera a la apertura del mismo, el paquete “explosionara y, en su caso, produjera la muerte”. La caja fue enviada en nombre de la Confederación Empresarial Vasca (Confebask), con todos los datos concernientes a su sede social. Tanto la etiqueta del remitente como la del destinatario fueron mecanografiadas con una máquina de escribir que fue incautada en septiembre de 2003 en el domicilio que compartían los tres terroristas. El 17 de enero de 2002, el paquete bomba fue interceptado en la furgoneta de reparto de la empresa de mensajería junto al domicilio de Enrique Ybarra y fue desactivado por dos agentes de la Ertzaintza.

La investigación que condujo a la condena de Goñi y Mendizábal también se siguió con respecto a Txeroki, que no pudo ser juzgado en septiembre al encontrarse preso en Francia. Fue el pasado 30 de mayo cuando las autoridades francesas le trasladaron desde Le Bourget para entregarlo a España por un plazo de tres meses.

El ex jefe militar de ETA fue detenido en Cauterets el 17 de noviembre de 2008, durante una operación contra la cúpula de la banda terrorista. Este personaje que ahora aparece en la portada de El País acumula más de 20 causas por la actividad desarrollada en la banda entre los años 2000 y 2008.

Historial
Tras años de violencia callejera, Garikoitz Aspiazu llegó a ETA a finales de 1999. Primero colaboró con el comando Ituren. Entre 2001 y 2003 perpetró atentados en Vizcaya en el comando K Olaia ya mencionado. Cuando a finales de 2003 fueron arrestados los jefes etarras Gorka Palacios e Ibon Fernández Iradi, Susper, este terrorista asumió primero la dirección de todos los comandos y posteriormente la jefatura de ETA.
Durante el mal llamado proceso de paz, Txeroki formaba parte del sector más intransigente del Zuba (comité ejecutivo) de ETA. Las disensiones entre unos y otros llegaron a provocar que Txeroki ordenase el salvaje atentado de la T-4. Incluso, después él y el otro líder terrorista Javier López Peña, Thierry, se expulsaron mutuamente de la banda criminal.

El ministro del Interior no duda en utilizar cualquier aparato del Estado para conseguir sus propósitos antes de las próximas elecciones generales.