Bildu toma el poder en Guipúzcoa equiparando víctimas y verdugos

El Mundo

Martin Garitano se convierte en diputado general con el número de preso de Otegi en la solapa / Propugna «una solución al conflicto político» en la que «todos salgan ganando» / Controlará un presupuesto de casi 840 millones

La izquierda abertzale alcanzó ayer la mayor cuota de poder de su historia con un canto en favor de los presos de ETA, de «todas las víctimas del conflicto» y de una solución sin vencidos tras medio siglo de terror y 858 asesinatos.

El periodista Martin Garitano, independiente en la lista de Bildu, se convirtió en el máximo regidor de la Diputación de Guipúzcoa, una institución con amplias competencias y 839,9 millones de presupuesto, que prometió poner al servicio de «la paz» y el derecho a la autodeterminación. El discurso independentista copó, como en años pasados, las intervenciones y crispó los ánimos.

Nadie se saltó el guión de un Pleno cuyo resultado estaba escrito. El anunciado rechazo del PNV a un acuerdo con PSE o PP para desbancar a la coalición radical otorgó a Bildu la mayoría en la segunda vuelta.

Martin Garitano recibió la makila -que no le entregó su predecesor, Markel Olano (PNV), sino su compañera de Bildu y presidenta de las Juntas, Lohitzune Txarola- con los votos de sus 22 representantes y el de la única juntera de Aralar, Rebeka Ubera. La formación de Patxi Zabaleta, escisión pacifista de la izquierda abertzale nacida hace 10 años, ha aceptado participar en el Gobierno de Bildu si la propuesta que ayer le lanzó Garitano es «seria».

El ya diputado general de Guipúzcoa, que lucía un pin con el número de preso de Arnaldo Otegi, pronunció un discurso profundamente político en el que los proyectos y la gestión apenas tuvieron lugar, como le reprochó la oposición al unísono. Si bien subrayó que Bildu, con su rechazo a las grandes infraestructuras, «no paralizará Guipúzcoa», su leitmotiv, repetido en decenas de ocasiones, fue que el País Vasco en su conjunto inicia «una nueva era histórica» que, a su juicio, servirá para que el conflicto vasco se resuelva.

Arropado por los miembros de Batasuna Rufi Etxeberria y Joseba Permach, y por los líderes de sus socios legales, Pello Urizar (EA) y Oskar Matute (Alternatiba), Garitano defendió las ideas de la izquierda abertzale ilegalizada, a cuyos representantes dedicó su intervención final «porque su ansia de democracia debería ser modélica y ejemplar para todos», dijo en euskara.

Su equipo, anunció, trabajará por una «solución» en la que «todos salgan ganando», ya que la estrategia de «derrotar al rival que estaba al lado» ha fracasado. Una «solución» en la que se reconozca y repare el dolor «de todas las víctimas», porque el conflicto «tiene muchas caras» y ha generado «muchas víctimas». Ese capítulo final no es otro que el ya conocido, al que apeló directamente: la negociación entre Gobierno y ETA.

También expresó su deseo de que todos los guipuzcoanos puedan expresar su opinión «libremente», y por eso trabajará para que desaparezcan «todas las violencias, amenazas, presiones, persecuciones, detenciones y torturas».

ETA no apareció en ningún momento en esa lista de empeños. La banda terrorista fue la gran ausente en sus tres intervenciones. Por mucho que, a lo largo de la jornada, los candidatos y portavoces del PSE, del PP y del PNV, reclamaron una y otra vez a Garitano que pidiera la desaparición de la banda, no hubo respuesta. La pacificación que propugnó también es conocida: realizar «las modificaciones jurídicas y políticas necesarias» para que el pueblo vasco pueda «optar por la independencia con el apoyo mayoritario de la ciudadanía».

El camino que se abre ahora para Bildu en Guipúzcoa no será fácil, ya que dependerá de los apoyos de PNV o PSE para aprobar sus proyectos. A ambos tendió la mano ayer. A los nacionalistas les ofreció «una relación prioritaria», sobre todo en lo relacionado con el derecho de autodeterminación.

Con los socialistas, dirigidos por Rafaela Romero, Garitano auguró acercamientos en economía social, igualdad o fiscalidad. «Estoy seguro de que nos veremos con frecuencia en esta nueva fase», aseguró.

Excluyó de su lista al PP, al que acusó de ser el más crítico con la coalición (y el único que no aplaudió en el momento de la investidura). Al candidato popular, Juan Carlos Cano, no le ofreció acuerdos pero sí un consejo: que se comporte con «valentía» y asuma la responsabilidad de «enrolarse en la paz».

«¿Valentía a nosotros?», replicó Cano. «¡Manda huevos, como diría mi compañero Trillo! ¿A nosotros, que hemos soportado la violencia terrorista con palabra y ley, nos pide valentía? (...) Sea usted valiente y pida la desaparición de ETA y condene sus atentados y su historia».P&R

MIKEL SEGOVIA / Bilbao

24/06/2011

Bildu tendrá acceso a casi 840 millones

¿Qué son las diputaciones forales vascas?

Son órganos de gobierno provincial con capacidad y autonomía administrativa, reconocida por el Estatuto de Guernica y la Constitución Española. Son las únicas diputaciones de España elegidas en las urnas.

¿Cuáles son sus competencias?

Las tres haciendas forales son las encargadas de recaudar todos los impuestos en Euskadi. El año pasado ingresaron 11.700 millones de euros, de los que 3.681 millones correspondieron a Guipúzcoa. De este importe deben destinar un 70% al Gobierno vasco y el 30% restante se reparte para el mantenimiento de la acción del propio ente foral y los ayuntamientos. Además, cuentan con competencias en materias como bienestar social, obras públicas y transportes, medio ambiente, promoción económica, agricultura, cultura y promoción e innovación económica.

¿Qué partido gobierna las diputaciones?

Guipúzcoa ha sido el primer territorio en renovar la Cámara, que presidirá Bildu. Martin Garitano es su diputado general. En el caso de Vizcaya, salvo sorpresas, el PNV revalidará su liderazgo de la mano de José Luis Bilbao. En Álava, en cambio, los nacionalistas aún deben recabar el apoyo de EB para asegurarse reeditar el gobierno foral.

¿Cuál es el presupuesto de las diputaciones en 2011?

El presupuesto de la Diputación vizcaína es el más elevado, 1.893 millones de euros. En el caso de Guipúzcoa alcanza los 839,9 millones y en Álava, los 611 millones.

¿Cuál es la deuda de las diputaciones vascas?

En la actualidad suma un total de 1.573 millones: 949 en Vizcaya, 285 en Guipúzcoa y 339 en Álava

E. M. / Madrid

24/06/2011

El 'plan Antza' se va cumpliendo

Las notas incautadas al jefe de ETA en 2004 pronosticaban que Batasuna sería la primera fuerza, con 400.000 votos en 2012

ETA tiene un plan para hacerse con el control del País Vasco en 2012. Ése fue el principal titular de este diario un caluroso lunes de verano de hace... seis años. El 25 de julio de 2005, EL MUNDO abría su edición con una información acerca del contenido de las notas incautadas 10 meses antes al jefe de ETA Mikel Antza, en las que éste traza la hoja de ruta de una eventual negociación política, y profetiza que Batasuna será en 2012 la primera o segunda fuerza más votada y tendría una capacidad de control definitiva en la comunidad autónoma vasca.

Consumado ayer el aterrizaje de la opción electoral de la izquierda abertzale, Bildu, en las dos principales administraciones de Guipúzcoa -las Juntas Generales y el Ayuntamiento de San Sebastián-, el plan se va cumpliendo según lo previsto.

Las notas de Antza pronostican que la izquierda abertzale obtendrá en 2012 400.000 votos en el conjunto de País Vasco, Navarra y la región vasca del sur de Francia (conjunto que el nacionalismo llama Euskal Herria). Pues bien, en los resultados de las municipales de hace un mes, Bildu demostró que ya está muy cerca de esa cifra: en el País Vasco y Navarra recibió 313.271 sufragios.

No sólo eso. Las notas del entonces jefe político de ETA ya planteaban la posibilidad de que la izquierda abertzale formase un frente común con otros partidos nacionalistas, a pesar de que entonces se encontraba muy distanciada de EA.

El plan de Antza tenía pensado desarrollar toda su estrategia sin anunciar el final definitivo de la violencia terrorista y preveía una negociación con los socialistas vascos, contactos de ETA con el Gobierno, el acercamiento o excarcelación de los presos, un calendario para imponer instituciones comunes con Navarra y un referéndum en 2012 en las siete provincias que incluyen en Euskal Herria

SANTIAGO GONZÁLEZ

24/06/2011

Territorio 'Txeroki'

«Estamos en una nueva era», dijo ayer durante su discurso en las Juntas Generales de Guipúzcoa quien ya es el diputado general. Era una declaración retórica, mera manifestación del Adán que todos llevamos dentro, ese sentido inaugural de la existencia. Es evidente que Martin Garitano nunca había sido diputado general y que Batasuna nunca había alcanzado el Gobierno de una Diputación ni la alcaldía de una capital.

En realidad no es tan nueva. Remite a los tiempos en que el control de ETA y Batasuna sobre los ciudadanos se ejercía desde fuera de las instituciones, antes de que el trabajo de Gobierno, Fuerzas de Seguridad y tribunales lograran declarar ilegal a una fuerza política que mantenía una estrategia común con la banda terrorista que mataba a sus oponentes.

El candidato llevaba un pin en la solapa con el número de preso de Otegi. Él es sólo un outsider en una coalición formada por dos partidos democráticos y un número indeterminado de independientes como él mismo. Se expresó como los batasunos: él planteará la resolución del conflicto, mediante los cambios necesarios para poder acceder a la independencia. No era de esperar que en tal momento condenara la violencia de ETA, un asunto que había relativizado en declaraciones previas: «Si la lucha armada ha compensado o no, habría que preguntárselo a quienes la han practicado». El nivel de rentabilidad, eso es lo que define el criterio moral del diputado Garitano sobre 858 asesinatos.

También había dicho: «No queremos que nadie siga llevando escolta», y su correligionaria Ana Carrere, la alcaldesa independiente de Andoain, ha puesto manos a la obra mediante el sencillo procedimiento de prohibir su entrada en el territorio de su jurisdicción.

Ha sido una larga cadena de complicidades rematada por la mayoría progresista del Constitucional. Retroceder en el tiempo requiere esfuerzo, pero ya estamos otra vez a finales de los 90 y la Ley de Partidos ha dejado de estar vigente. Por eso estaba tan contento 'Txeroki' mientras lo juzgaban. No abandonarán el terrorismo; lo mantendrán como una garantía para los desafectos, mientras se extiende el modelo guipuzcoano a Bizkaia y Araba (según denominación oficial).

Reivindicaba Mario Onaindía para sí el papel de guía comanche, un indio transversal, diríamos ahora, que llevaba guerrera de indio y pantalones de soldado. Pérez Reverte llamó territorio comanche a aquél en el que el instinto del reportero de guerra le recomienda dar la vuelta. A nosotros, gracias al partido que gobierna en España y en la comunidad autónoma -y también al socio de Zapatero en lo primero y encarnizado adversario del lehendakari en lo segundo- nos ha tocado un guía sordo y ciego. Pero ni el guía Eguiguren ni el terreno de los peligros son comanches. El recién investido diputado expresó su gratitud «a los que siguen en situación ilegal, porque su ansia por la democracia debería ser modélica y ejemplar para todos». Desde ayer, Gipuzkoa es territorio Txeroki

LEYRE IGLESIAS / Bilbao

24/06/2011

Político 'sin pasado' que «ama» a los presos de ETA

Cuando este periódico preguntó a Martin Garitano si condenaba a ETA, quien ayer se alzó diputado general de Guipúzcoa respondió: «Mi incorporación a la política se hace desde un plano no historicista. No tengo recorrido político (...) y miro para delante». Las decenas de columnas que el periodista ha dejado escritas a lo largo de los últimos años dan fe de que, más que otros independientes de Bildu, Garitano sí tiene, o tuvo, opiniones políticas.

El máximo regidor de la diputación era redactor jefe de Egin cuando el diario tituló en portada Ortega Lara vuelve a la cárcel, el día después de que el funcionario de prisiones fuera liberado tras 532 días secuestrado. Como articulista en Gara reivindicó, por ejemplo, las palabras con las que la alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, de ANV, mostró su cariño por los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, autores del atentado en la T-4 de Barajas, con la frase: «¡Os queremos!».

Garitano razonaba que la Audiencia Nacional, que imputó a la regidora un delito de enaltecimiento del terrorismo, no entiende que «buena parte del pueblo vasco quiere, ama a los torturados, a los presos, a las presas, a quienes se ven privados de libertad por razón de su entrega en este conflicto».

«Si les queremos, les queremos. Y punto pelota», proclamó el periodista. El amor a quienes «han sido objeto del suplicio», añadía, «es más digno» que «fundirse en abrazos y besos con la cuadrilla de salvajes que acampan a las afueras de Donostia, que son capaces de hacer del tormento un entretenimiento», decía en una alusión al cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo.

También se lamentó Garitano en las páginas de Gara de que en 2002 murieran por explotarles una carga de dinamita que transportaban «dos jóvenes vascos, al parecer dos voluntarios de ETA». El dirigente de Bildu se quejaba de que «las leyes españolas» no permitieran rendirles homenaje públicamente. «Tal vez prohíban cubrir los féretros con ikurriñas y, quien piense en voz alta que lo que hicieron lo hicieron empujados por el idealismo, pagará prisión».

El 24 de julio de 2008, Garitano pretendió desmontar la estrategia de propaganda de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre el inexorable hundimiento de la banda a causa del constante descabezamiento de sus cúpulas.

La realidad es terca, adujo, y presenta una imagen opuesta: «Cuarenta años después de que un grupo de jóvenes se alzara en armas en demanda de libertad, el relevo generacional no se ha interrumpido ni un solo instante, y con los altibajos propios de esa clase de organizaciones, ETA sigue ahí, con su práctica armada, su propuesta política y una oferta que algunos creemos sincera para poner fin al enfrentamiento mediante las únicas armas que debieran ser efectivas en política: la negociación y el reconocimiento de los derechos de un pueblo que se resiste a ser asimilado hasta su anulación».

El 1 de junio de 2009, dedicaba su columna al 25º aniversario del asesinato de Santi Brouard. Su tesis: que «los pueblos saben distinguir a los amigos de los enemigos». Y el vasco, castigado por la «mera reivindicación nacional», también tiene esa habilidad. «Nosotros ya sabemos quién es el enemigo. Lo conocemos bien y le vemos su desagradable rostro cada día que pasa», redactó.

Ya en abril de 2010, cuando ETA frustró la celebración del Aberri Eguna del polo soberanista con un comunicado en el que insistía en que el cese de la violencia no resolverá el conflicto, Garitano escribió: «Hoy se están creando condiciones que van a permitir a los independentistas imponer -sí, imponer- su derecho a la construcción del Estado vasco».