6 de Mayo de 2011 - 11:08:13 - Luis del Pino / Libertad Digital
ETA volverá a estar en las elecciones y continuará disfrutando del poder municipal que Zapatero le permitió adquirir en los anteriores comicios.
Pero erraríamos el tiro si centramos las críticas en el Tribunal Constitucional. Los seis magistrados que han avalado que continúe la presencia de terroristas en las instituciones (Pascual Sala, Eugeni Gay, Elisa Pérez Vera, Pablo Pérez Tremps, Adela Asúa y Luis Ignacio Ortega) pasarán a la historia nacional de la infamia con su ofensa a las víctimas de ETA y al propio Estado de Derecho. Pero no dejan de ser unos simples mandados, al servicio de los amos políticos que les nombran.
Tiremos, pues, por elevación. Y fijémonos en quienes manejan los hilos del guiñol constitucional, nombrando a magistrados genuflexos y dictándoles la pertinencia o impertinencia de sus resoluciones.
Y aquí sería fuerte la tentación de volcar nuestra indignación exclusivamente sobre el Partido Socialista. Y volveríamos a errar el tiro, al menos parcialmente.
El pasado mes de octubre, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero pactaron desbloquear en el Senado la renovación del Tribunal Constitucional. De ese modo, se eligió a cuatro nuevos magistrados (dos a propuesta del PP y dos a propuesta del PSOE) para sustituir a los cuatro cuyo mandato había concluido. Ese mandato había terminado hace años, pero el PP había estado bloqueando hasta entonces la renovación, para evitar que socialistas y nacionalistas tuvieran mayoría. Sin embargo, en octubre de 2010 Rajoy decidió dar marcha atrás en su estrategia de bloqueo, con lo que se sustituyó a tres magistrados "conservadores" y uno "progresista" por dos "progresistas" y dos "conservadores".
Hasta entonces, en el Constitucional había cinco jueces de cada bando, más un undécimo magistrado (Manuel Aragón) que, aunque nombrado a propuesta del PSOE, votó junto con los conservadores en contra del Estatuto catalán y era contrario también a la presencia de ETA en las instituciones.
Pero el pacto alcanzado en octubre de 2010 entre Rajoy y Zapatero alteró el equilibrio, dejándolo en 6 a 4 (más Manuel Aragón).
Ahora, la votación del Constitucional ha arrojado el resultado previsto: seis votos a favor de permitir la presencia de terroristas en las instituciones y cinco en contra (Manuel Aragón y los cuatro conservadores).
Lo cual quiere decir que, de no haberse producido esa renovación parcial del Constitucional hace siete meses, el resultado de la votación tendría que haber sido justo el contrario: 5 a 6. Y ETA se habría quedado fuera.
Por tanto, se equivoca quien piense que es exclusivamente Zapatero, que es exclusivamente el PSOE, quien mete a ETA (de nuevo) en las elecciones.
Rajoy tenía en su mano haber evitado lo que ha sucedido ayer y, de nuevo, ha contribuido a que el PSOE y ETA se terminen saliendo con la suya. Es, por tanto, tan responsable como Zapatero de la indignidad que ayer se cometió.
Supongo que alguien tendria que preguntarle a Rajoy por qué accedió a renovar el Constitucional, que tanto tiempo llevaba bloqueado, justo en vísperas de la decisión relativa a la presencia de ETA en las instituciones.
¿A cambio de qué pactó usted esa renovación, señor Rajoy?
Sea cual sea la respuesta, lo único cierto es que los asesinos de tantos españoles continuarán, gracias a unos y otros, en las instituciones de las que Aznar les expulsó en su día y a las que volvieron tras el 11-M.
Estamos apañados, entre los del ppoe, unos y otros la casa sin barrer.
ResponderEliminarDesde luego, un poco despistado o al menos eso parece, pero tonto no es, osea que, algo debe de hacer.