08:57 (08-05-2011) | La Gaceta
Los magistrados discrepantes con la sentencia que permite a la coalición proetarra Bildu estar en las elecciones municipales del 22-M tienen fundadas sospechas de que días antes de la deliberación final existía una sentencia que estimaba su recurso.
D. C. Madrid
Los magistrados discrepantes de la sentencia del Tribunal Constitucional, que permite a ETA estar presente en los comicios municipales y forales del próximo 22 de mayo, “sospechan” que el fallo podía llevar redactado varios días en la línea de estimar el recurso de la coalición Bildu.
Fuentes jurídicas consultadas por este diario han manifestado que “la izquierda judicial del Constitucional ya esperaba este resultado” porque “presumían que estaba circulando una ponencia que sería favorable para los intereses de la coalición proetarra”.
Es más, el modus operandi en este órgano jurídico-político es el siguiente: “Cuando se trata de un asunto de especial sensibilidad e interés para el Gobierno, un equipo de letrados del tribunal prepara una serie de informes jurídicos que comulguen con la futura decisión de los magistrados”, explican fuentes conocedoras del funcionamiento del tribunal. De esta manera, “se construyen los argumentos jurídicos que posteriormente se reflejan en los fundamentos de derecho de la sentencia”, subraya. En cualquier caso, “siempre se toma primero la decisión política, extramuros del Tribunal Constitucional, y luego se busca la argumentación jurídica para revestir la resolución”, comentan.
En este sentido, fuentes jurídicas señalan que “existe un equipo de letrados muy bien conectado con el Gobierno y que algunos de ellos han ocupado importantes cargos en el Ministerio del Interior como Miguel Ángel Montañés (fiscal de carrera y amigo personal del Ministro de Justicia, Francisco Caamaño) y Fernando Pastor, ex subsecretario del Ministerio de Justicia”.
Por otra parte, los cinco votos particulares que emitirán los magistrados tienen el común denominador de que van a defender la decisión adoptada días antes por la Sala del 61 del Tribunal Supremo, explican fuentes jurídicas.
Desestimar
Uno de los magistrados discrepantes con la sentencia explicó a LA GACETA que “el Supremo hizo lo que tenía que hacer”. Y es que el bloque conservador, que votó a favor de impedir que la máscara política de Batasuna pudiera estar en las instituciones, tenía muy claro que “las pruebas valoradas y aceptadas por el Tribunal Supremo eran suficientes para desestimar el recurso de Bildu”.En consecuencia, “lo reseñado y documentado tanto por la Policía como por la Guardia Civil supone un claro motivo para frenar a la coalición”, comenta un miembro de la carrera judicial. Además, la Fiscalía y la Abogacía del Estado consideraron probado que Bildu era el brazo político de ETA/Batasuna y que existieron reuniones con la izquierda abertzale para preparar la estrategia electoral.
En otro orden de cosas, “no se entiende cómo el Gobierno, a través de la Fiscalía y la Abogacía, promueve la acción de apartar a los etarras de las próximas elecciones y luego sus propios correligionarios son los que permiten lo contrario”, subraya un magistrado. En consecuencia, “la sentencia del TC forma parte de la hoja de ruta del Gobierno con ETA. Todo esto es un montaje”, manifiesta.
En cualquier caso, “la resolución judicial que se dará a conocer esta semana será escandalosa no sólo por su contenido, sino por lo que permite. Esto es, que los proetarras estén en las instituciones democráticas”, razona un miembro del Tribunal Constitucional.
Vaya democracia, osea que se tiene la sentencia antes de celebrarse. Ni en la dictadura se haría mejor.
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