La jueza quiere averiguar si los agentes de la Policía gibraltareña fueron autores, cuando menos, de un delito de lesiones sobre un guardia civil y sobre uno de los narcos detenidos. Como consecuencia de las embestidas a las embarcaciones, uno de los agentes españoles sufrió daños en un brazo, así como uno de los dos narcotraficantes detenidos por el Instituto Armado. El sospechoso declaró ante la Guardia Civil que se rompió el tabique nasal como consecuencia de un golpe recibido durante el incidente.
Los agentes españoles grabaron un vídeo y tomaron fotografías del acoso sufrido el domingo en aguas españolas.
Según detallaron a EL MUNDO fuentes cercanas a los propios guardias agredidos, los hechos se produjeron sobre las 13.00 horas. Una embarcación semirrígida «venía persiguiendo desde cuatro millas al sur de Punta Europa una embarcación recreativa tipo Albatros, con dos tripulantes y cargada de droga». Los perseguidos fueron alcanzados ya en el interior de la bahía, aproximadamente a una milla de distancia de la Roca. En ese momento, aparecieron «cinco embarcaciones semirrígidas de la police y de los customes [agentes de aduanas] de Gibraltar». Rodearon la embarcación de la Guardia Civil y comenzaron a gritarles «qué hacen allí, que están detenidos y que se los tienen que llevar a todos hacia el puerto de Gibraltar». La embarcación de la Guardia Civil iba tripulada por tres guardias que trataron de rebajar la tensión y establecer un diálogo con los británicos.
Pero continuaron tratándoles de forma vejatoria, realizando maniobras temerarias, «navegando a su alrededor a la vez que trataban de embestir al través a la embarcación». La nave española tuvo que eludir los intentos de alcance, llegando a sufrir sus acometidas en varias y repetidas ocasiones.
La «navegación agresiva» continuó también contra la embarcación recreativa «ante el estupor de sus ocupantes», que no huyeron. Dada la gravedad de los hechos, los guardias participaron «la novedad» al jefe de operaciones y pidieron el apoyo de otra patrullera de mayor tonelaje a la base del servicio marítimo. «Temían lo peor ante la extrema gravedad de lo que estaba sucediendo», explican las mismas fuentes.
Siempre según su relato, poco después hizo acto de presencia la patrullera Alcotán 6, que trató de «sacar del atolladero a la semirrígida de la Guardia Civil con sus tres ocupantes, además de tratar de llevarse a la recreativa tipo Albatros y a sus dos ocupantes así como «los fardos de drogas».
Las embarcaciones españolas sufrieron «temerarias embestidas una y otra vez de las cinco semirrígidas gibraltareñas, que trataban de evitar que los guardias civiles» completaran la actuación contra los narcos.
Una de las embarcaciones de la Policía gibraltareña dañó sus propios motores en uno de sus golpes, al hacerla marcha atrás, e intentó culpar de ello a la Guardia Civil.
Los agentes españoles pidieron instrucciones a sus mandos ante estos ataques y «aún están esperando a que les contesten». A la embarcación de los narcos se le subieron encima las gibraltareñas hasta en seis ocasiones.
Las naves españolas lograron eludir el cerco, pero fueron perseguidas durante una milla. Los agentes gibraltareños, mientras, les chillaban: «Gitanos, narcotraficantes, ya os cogeremos cuando volváis a pasar por nuestras aguas».
Haber si les sacamos los colores al desgobierno, aunque lo dudo, porque estos no tienen ni sangre en las venas.
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